sábado, 25 de mayo de 2019

Voy a ser tu mayordomo y vos harás el rol de señora bien


"Un hombre de carácter podrá ser derrotado, pero jamás destruido".
Ernest Hemingway

Parece ser época de menos testosterona y mayor sensibilidad. Se les acusa de no interesarles el dinero ni ser ambiciosos en sus posibilidades de progreso, hasta arrojarles un “conformistas” como adjetivo descalificativo. Son cuidadosos pero no adonis con sus cuerpos, son sensibles, leales, buenos compañeros, tienen debilidades manifiestas, sufren emocionalmente ante un desaire o rechazo, y padecen neurosis o histeria. Los machos “beta” reemplazaron hace rato a sus padres o referentes masculinos alfa, pero así todo, parece que no terminan de ser felices, sentirse plenos o intimidados por sus parejas cada vez más “alfas”.

viernes, 17 de mayo de 2019

No hablaré del final


“No creo en Dios, pero lo echo de menos”.
Julian Barnes.

Algunos hombres persiguen con denuedo el vencer a la propia muerte. Aspiran a la inmortalidad, convertirse en dioses y si no se puede, al menos distraer o subyugar al envejecimiento. Envejecer es acercarse a lo desconocido, más allá de la basta experiencia que se pudo haber adquirido durante una larga vida. Tememos lo desconocido y la muerte arropa lo más oculto de la existencia, tantas veces disfrazada con la quimera del reencuentro. En definitiva, para algunos -entre los que me encuentro- el miedo a la muerte es el miedo a la nada.

viernes, 10 de mayo de 2019

Dame un día común, emociones simples


“Voy a poner un ejemplo. Usted funda un zoo. Se trae animales de todas partes del mundo y se pregunta: ¿Cómo vivía el elefante antes de traerlo? Entonces, intenta crearle un hábitat similar al que tenía…¿Cómo vivía el pez? Entonces, intenta proporcionarle un acuario. Es decir, intenta adaptar el entorno a cada uno de los animales porque sabe perfectamente que el pez no va a sobrevivir en la estepa o el elefante en un acuario”.
Remo Hans Largo, pediatra

Se persigue una idea errónea que es fácil de refutar, pero al masificarse se hace difícil convencer a la sociedad que es quién está siendo artífice de la propia frustración. Resulta por lo menos complicado que un padre que internamente conoce las limitaciones de su hijo pueda asumirlo al reconocerlo. Y eso conlleva a una absurda presión por convertir a sus descendientes en cosas que no son. Nos amparamos en que es la sociedad la que presiona hacia el éxito, pero con la boca grande algunos padres dicen que se aspira a la felicidad y normal desarrollo, pero con la boca pequeña solo aspiran al éxito o consagración para que sean felices, a tener a Rafa Nadal o Steve Jobs en casa.

viernes, 3 de mayo de 2019

Quise quedarme pero me fui


“El recorrido por la autopista es por lo tanto doblemente notable: por necesidad funcional, evita todos los lugares importantes a los que se aproxima; pero los comenta. Las estaciones de servicio agregan algo a esta información y se dan cada vez más aires de casas de la cultura regional, proponiendo algunos productos locales, algunos mapas y guías que podrían ser útiles a quien se detuviera. Pero la mayor parte de los que pasan no se detienen, justamente”.
Marc Augé

De un tiempo a esta parte hay algunos lugares donde me molesta estar. Me siento invadido, extraño e incómodo. Los evito pero cada tanto hay que ir, a veces los necesito. Me falta el aire, me siento vulnerable, anhelo salir lo más rápido posible, es una extraña sensación que se repite constantemente y que el día que la comenté en mi terapia me enteré de que tiene un nombre: “el no lugar” y recordando la caverna de Platón, comprendí porque disfruté con tanto dolor La caverna, de José Saramago.