viernes, 25 de agosto de 2023

Estoy abriendo el juego, un juego eléctrico; y sueles dejarme solo

Ciego a las culpas, el destino puede ser despiadado con las mínimas distracciones”.

Jorge Luis Borges, en “Ficciones”.


Me sorprende que haya gente que sonría cuando me ve caminando por la calle mientras leo. Para ellos seré una especie de friki. Pero no les sorprende ni irrita ver a toda esa marea de seres humanos que te llevan por delante por mirar el teléfono móvil sin estar atentos por donde caminan. Aún no me he chocado con nadie ni me he tropezado con farolas o cestos de residuos. Pero al levantar la vista de mi lectura, encuentro algunas de esas sonrisas o miradas de arrobo. Internet revolucionó la forma en que prestamos atención en el mundo de hoy. La expresión fija en las pantallas es repetitiva en la mayoría de los transeúntes o pasajeros de medios de transporte público. La atención es un bien escaso en esta época moderna, de supuesta conexión y fluida comunicación. En realidad, esta sociedad de la distracción parece, en verdad, desconectada.

domingo, 20 de agosto de 2023

Quiero sangrar gota a gota el veneno de su amor

 “Que hermosos pensamientos y horas alegres os acompañen”.

Frase de la obra “El Mercader de Venecia”, de William Shakespeare usada como conjuro por los que mencionaban la palabra Macbeth.


La dimensión filosófica de la tragedia en la literatura puede tener buena base con algunos personajes trágicos de la obra shakespeariana. En varias de sus trabajos, sus figuras son devoradas por los celos, amor o dudas y el conflicto está dentro de lo protagonistas, interviniendo sus fantasmas decisivamente en el relato. Así ocurre en Hamlet y Macbeth, por ejemplo, perpetuándose como arquetipos. Todos estos sentimientos y sensaciones no fueron descubiertos por el Bardo, han estado presente desde los comienzos del mundo. Según William Shakespeare, las personas se implican en la historia de tres maneras: unos la crean como víctimas, otros suponen que la crean, pero también son víctimas, y por último hay algunos que no la crean, pero igualmente son sus víctimas. Los primeros son los Reyes, los segundos los confidentes de los Reyes y ejecutores de sus órdenes y los terceros, los simples ciudadanos de sus reinos. En ese juego de poderes es donde juegan las revoluciones.

miércoles, 16 de agosto de 2023

Yo se que soy imbancable, yo se que te hice reír, yo se que soy insoportable, pero alguien en el mundo piensa en mí

La pluma es la lengua del alma: cuales fueron los conceptos que en ella se engendraron, tales serán sus escritos”.

Don Quijote de la Mancha.

Mientras avanzaba con las últimas páginas de “Hamnet” de Maggie O Farrel en el camino de la ría, una señora que no conocía, sentada en los paseos, me miraba y sonreía. Suponiendo que ese agradable gesto iba dirigido hacia alguna persona que caminaba detrás mío, seguí mis pasos y la lectura. “Me sonrío porque eres el hombre que va siempre con un libro; y ahora hasta caminas leyendo, sin tropezar”. Conversamos un rato de forma muy agradable, a veces da gusto conversar con desconocidos. Hace poco me detuve solo en un título de una nota que reflejaba que se estaba perdiendo esa buena costumbre de conversar con extraños. Lamento no haber entrado en la nota, debería hacerlo. Porque conversar con los conocidos se me está haciendo una práctica aburrida. Tal vez por eso, tanto lea.

sábado, 5 de agosto de 2023

Cuando el mundo tira para abajo es mejor no estar atado a nada

 Junto con los libros debería venderse el tiempo suficiente para leerlos”.

Arthur Schopenhauer.


En estos tiempos de prisas y estrés, de mensajería instantánea, pensamientos cortos y superficiales, redes sociales y conexión cinco g clave en ciudades inteligentes, la falta de tiempo libre parece ser la excusa más remanida para no leer libros. El tiempo se encuentra, más cuando se practica una pasión. Ante la permanente superposición de actividades pasivas, leer es activa porque obliga a la concentración, estimula la imaginación y permite la abstracción. Un gran lector, además de vocabulario puede aspirar a una mejor salud mental. Leer no garantiza entender mejor la realidad pero si es posible cuestionarla. Con apenas una hora y media al día -repartidas en diferentes momentos- una persona sería capaz de leer entre setenta y ciento veinte páginas, tal su ritmo de lectura. En mi caso particular, los tiempos libres me permiten leer tres novelas a la semana.