martes, 29 de mayo de 2018

Que hasta el hijo de un Dios, una vez que la vio, se fue con ella


“Tiene razón Freud, hay una sola sexualidad, una sola libido – la masculina”.
Jean Baudrillard, filósofo y sociólogo francés.

Una enorme mayoría lo ejerce por necesidad, engaño u obligación. Cuesta reconocer la confesión sobre el ejercicio de dicha profesión u ocupación, se vive escondiendo que es lo que hace para ganarse la vida, y tantas viven escondidas para que la mafia que las engañó disimule que se trata simplemente de trata. La libido lleva tantas veces a pensar que se trata de un universo de sensualidad o glamur y no decadencia, penurias y denigración. La caratulan la profesión más vieja del mundo, y de a poco se intenta cambiar la perspectiva, se tiende a pensar que no solo se debe atacar la mafia que la esclaviza, sino al cliente, aquel ser misterioso que generalmente se encuentra tan protegido y sobre estimulado para consumir prostitución. Es una palabra en boca de todos, que reconocen consumir bien pocos, pero como la droga y la corrupción, están presente en la idiosincrasia de las ciudades. Las llaman entre tantas formas, putas, y existe una prostitución afín a cada clase social existente.

martes, 22 de mayo de 2018

Todo el mundo loco y yo sin poderte ver


“Había aprendido la peor de las lecciones que puede dar la vida: la de que carece de sentido”.
Novela Pastoral Americana, de Philip Roth.

La gran novela americana encierra una idea, tal vez un tópico que se acuñó durante la segunda mitad del siglo XIX. Seguramente su concepción encierra una realidad semejante a ese otro slogan que las tierras del norte del continente americano tanto gusta estampar: el gran sueño americano. Lo cierto es que, desde su origen, se persigue de manera casi anual el sueño de la gran novela americana, con el pleno convencimiento que arrastran los norteamericanos que lo que sucede en EE. UU será lo que suceda en el mundo, que ellos son el mundo. Es parte de la fiebre de un país que abruma con otro cliché: el dueño del patriotismo.

martes, 15 de mayo de 2018

Vaya, tú sabes, todos queremos cambiar el mundo


“I hear a very gentle sound, with your ear down to the ground, we want the world and we want it now. Now? Now!”.
Letra de “When the music is over” – The Doors

“Cuando la música se termina, apaga las luces”. Esta frase y el enunciado que avala el post, están vinculados a The Doors y su tema legendario “When the music is over”. El recuerdo que se hilvana cincuenta años después de aquel año 1968, siempre quedará ligado al mayo francés, pero tal vez debimos enfocarnos más en aquellas flores de agosto que mitificó la primavera de Praga, o tal vez en el asesinato de Martín Luther King en abril del mismo año o la crisis vietnamita. “Escucho un sonido muy suave con la oreja pegada al suelo, queremos el mundo y lo queremos ahora. ¿Ahora? ¡Ahora!” sería la traducción del final de esta canción de The Doors, lanzada en 1967. El susurro de Jim Morrison en ese tramo de la balada se hizo mural y viral durante ese mayo francés. Un decalustro después la canción continúa vigente y seguimos deseando el mundo ahora. Aunque hubo lentos avances, el deseo sigue siendo una aspiración lejana, un grafiti eterno, una ilusión difusa.

martes, 8 de mayo de 2018

La moneda cayó por el lado de la soledad y el dolor


“El verdadero precio de todo, lo que todo realmente le cuesta al hombre que quiere adquirirlo, es el esfuerzo y la complicación de adquirirlo”.
Adam Smith – Economista y Filósofo.

Comenzó como uno de los tantos planteamientos filosóficos que aspiraban a alcanzar la equidad en su aplicación. De esta manera, la teoría se adentró con fuerza en el campo de la moral y la justicia. El debate surgió desde Aristóteles y se pronunciaron casi todos los filósofos griegos, preocupados por razonar las posibilidades de una sociedad justa. Como un desprendimiento de la moral y la ética surge la economía. A pesar de tanto pensamiento y escritos, la duda persiste: ¿Qué es un precio y cómo se obtiene un precio justo?