tag:blogger.com,1999:blog-28538557944466859122024-03-23T03:15:54.709-07:00Del trece en adelante...buscando el numero de la suerte.deltrecehttp://www.blogger.com/profile/15325515799974951450noreply@blogger.comBlogger578125tag:blogger.com,1999:blog-2853855794446685912.post-52652435481227609592024-03-18T13:50:00.000-07:002024-03-18T13:50:59.856-07:00Yo les vendí mi inocencia a un precio que no entendían<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEin0RY8y9xdN-A8QODh8BufP0hpwyRjkmkU_EkTQrfaRuBBtWAKVQtG4D0THfgLPDcFL4Lc6Zn55GsJEZ6sThW7DLHcYBVcaSGeAi2YHEGOoJWWqAUq4Ot_94GRyaf3jbfuj5Duot40oIFThj8r7gGWw-0N7cwpu3g6493GjpeKaeLIUBrPSnbO5P3sEtAc/s973/580---Hunter-entrada.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="394" data-original-width="973" height="163" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEin0RY8y9xdN-A8QODh8BufP0hpwyRjkmkU_EkTQrfaRuBBtWAKVQtG4D0THfgLPDcFL4Lc6Zn55GsJEZ6sThW7DLHcYBVcaSGeAi2YHEGOoJWWqAUq4Ot_94GRyaf3jbfuj5Duot40oIFThj8r7gGWw-0N7cwpu3g6493GjpeKaeLIUBrPSnbO5P3sEtAc/w400-h163/580---Hunter-entrada.jpg" width="400" /></a></div><p></p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;">“<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="font-size: 11pt;">La
posverdad es el prefascismo”.</span></span></p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="font-size: 11pt;">Timothy
Snyder, historiador estadounidense.</span></span></p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><br />
</p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="font-size: 11pt;">Tras
treinta y cinco películas en una década, el movimiento Dogma 95
-movimiento fílmico vanguardista de 1995 de directores daneses-
hincó rodillas, pero no así sus directores. Tras su manifiesto
iniciático sobre “voto de castidad” donde aseguraban que la
individualidad y concepto de autor en cine son falsos, pronunciándose
en contra de la artificialidad y la ilusión. La mayoría de sus
reglas se basaban en aspectos de realización utilizando métodos de
trabajo más simples que en las grandes producciones. Sabiendo que el
movimiento podría llegar a fallar, uno de sus mentores, Thomas
Vinterberg, continuo su obra creativa demostrando en su película “La
caza”, que mantiene el tratamiento de las historias, pero
desarrolla sus personajes con cámara en mano de forma discreta y
efectivo el manejo de las luces, además de un razonamiento
psicológico que estigmatiza a la perfección la diferenciación
entre “nosotros” y “ellos”.<span></span></span></span></p><a name='more'></a><p></p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><br />
</p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="font-size: 11pt;">Sin
entrar en spoilers ni síntesis, la tensión que refleja el filme
sobresale por la valentía de enfrentar en solitario a una comunidad
que de la noche a la mañana define con hipócrita justiciera a
través de la propagación e inmediata aceptación como real de una
calumnia que no se llega a contrastar, y a un protagonista que sufre
una injusticia profunda y la enfrenta, a pesar de atravesar un
lacerante proceso de sufrimiento y lucha interior. La estigmatización
da riendas a justificar la violencia como justicia por propia mano.
Lukas, el protagonista, pierde ante la duda, todos sus derechos y se
justifica el agredirle públicamente, haciéndole saber que no es
bien recibido en los comercios o calles del pueblo. El director
manifiesta de manera cruda y sincera la actuación de la masa, y el
estigma como elemento mas preocupante cuando nos referimos en forma
grandilocuente al concepto de comunidad estigmatizadora. Una
comunidad es capaz de lo mejor y de lo peor con la siempre cierta
-pero nunca reconocida- posibilidad de la que la sociedad delinca. La
justificación de una necesidad de permanecer juntos contra el mal
permite una discriminación homicida. “La caza” nos muestra
crudamente lo que podríamos llamar fascismo social.</span></span></p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><br />
</p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="font-size: 11pt;">Thomas
Vinterberg rompe o readapta las reglas del Dogma -aplicadas en la
mayor parte del film- al filmar el viacrucis del protagonista en su
lucha solitaria por mantener su dignidad e inocencia, alterando la
objetividad de la forma de filmación, bien con el uso de lentes
cortas que desenfoquen el plano exterior o filmándolo como si
estuviera aislado del mundo, utilizando sombras en su rostro o usando
luces rojas que consigan efectos expresionistas y deformando su
rostro tras las golpizas recibidas al utilizar un lente gran angular
en primer plano que denote con crueldad el límite de sus fuerzas
para continuar a pesar de esa soledad lograda. La secuencia mejor
lograda lo grafica la escena de la iglesia en la misa de Navidad. El
Dogma 95 nació como consecuencia de una necesidad de demostrar la
continua falsedad de las clases altas o acomodadas en simular sus
apariencias. El secreto angustiante del film es que Lukas pelea casi
sin armas por demostrar su inocencia sin acusar a la niña que, por
algún motivo, mintió y le acusó de supuestos abusos sexuales -que
la niña no llega a comprender al lanzar la mentira y cuando lo hace,
su entorno familiar no le cree ni le escucha por asumir que en su
tierna inocencia, ella quiere cuidar al amigo de su padre-. El film
representa con crueldad los aspectos morales de sus protagonistas.</span></span></p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><br />
</p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="font-size: 11pt;">La
escena de la iniciación en la escuela de caza del ciervo simboliza
dos estereotipos, uno de atacar a esa sociedad pudiente encorsetada
en sus rituales y clichés sociales que justifican cualquier regla de
convivencia y otro menos explícito, al utilizar los ciervos como
figuras retóricas de lo que siente una persona al sentirse
acorralada y en la mira de otros, que ponen precio a su cabeza, como
una caza de brujas. El mensaje es incómodo e incómoda nuestra
perspectiva al mirar una película presentada de manera fría, cruda
y distante porque esa sociedad puede ser la nuestra. Y en ocasiones
políticas, ideológicas, de rituales o religiosas, ya lo está
siendo. La histeria colectiva ya es juez y parte, el nerviosismo o
falta de paciencia campa por nuestras sociedades ante la indiferencia
general, el ponerse en el lugar del otro apenas alcanza una primera
reacción solidaria para al acomodarse en el tiempo, sumar fuerzas en
un escarnio sin argumentos y sin información contrastada. Lukas ha
vivido una pesadilla -y la escena final demostrará que nunca ha de
terminar- que bien podríamos vivirla cualquier de nosotros en
cualquier momento, para anticipar nuestra angustia ante la diversa
variedad de enjuiciamiento pseudo moral de ciudadanos casi sin moral
y sin valores, solo con una mera acción como reflejo de que seguimos
tratando de definirnos como seres humanos dentro de una jauría que
no sabe ni quiere disimular que nuestras sociedades son desalmados
cotos de caza de la presunción de inocencia...</span></span></p><p>
</p><p><br /></p><p><br /></p><p><br /></p><p><br /></p>deltrecehttp://www.blogger.com/profile/15325515799974951450noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2853855794446685912.post-60664832025196240992024-03-16T04:39:00.000-07:002024-03-17T04:42:54.339-07:00Cuando empieza a amanecer, la verdad es tan cruel<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjyPjwcwmbFjRK5yk3rjZDuF-JEB4asBvQJtF5rTBcQdGYfNHmWk4bXAtYRcWUPdNI2SXYFetlmr_xc6XZZVzmXo7JVGPQ32TUBB9THjAYgN_n6OTBKeUWf70MjUn10Cs9n3tXRpM7fBC1AfN-90WOE8tVPU4ASRtXBAWpNsjTINYCTglhC-DR08VIYK9d-/s987/579---noticia-entrada.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="400" data-original-width="987" height="163" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjyPjwcwmbFjRK5yk3rjZDuF-JEB4asBvQJtF5rTBcQdGYfNHmWk4bXAtYRcWUPdNI2SXYFetlmr_xc6XZZVzmXo7JVGPQ32TUBB9THjAYgN_n6OTBKeUWf70MjUn10Cs9n3tXRpM7fBC1AfN-90WOE8tVPU4ASRtXBAWpNsjTINYCTglhC-DR08VIYK9d-/w400-h163/579---noticia-entrada.jpg" width="400" /></a></div><p></p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;">“<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="font-size: 11pt;">La
conciencia es el mejor libro de moral que tenemos. Y el que se debe
consultar con frecuencia”.</span></span></p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="font-size: 11pt;">Blaise
Pascal.</span></span></p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><br />
</p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="font-size: 11pt;">En
comunicación es habitual generar un cambio de actitud a través de
la persuasión, siempre que el receptor reciba creencias distintas a
las suyas. En ese contexto, resulta relevante y necesaria como
técnica comunicativa en la formación e información en prevención.
El propósito es convencer, influir para un posicionamiento. El
problema se da al verificar la ausencia de hechos susceptibles de
probarse o verificarse y tienen efectos positivos en el receptor que
le situarán en la aceptación de una construcción de una ficción
que se perciba como cierta a ojos cerrados. En los tiempos de la duda
eterna sobre verdad o posverdad lo que predomina llamativamente es la
carencia de reflexión para rechazar una idea de verdad y adherirse
con fanatismo a lo que se denomina una “noticia deseada”.<span></span></span></span></p><a name='more'></a><p></p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><br />
</p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="font-size: 11pt;">En
ese concepto de noticia deseada lo que predominará será el deseo
por sobre la persuasión al punto de rechazar la verdad. La noticia
es lo que se quiere creer sin importar si los elementos informativos
son o no reales. De esta manera, rechazarán hasta lo que este bien
fundado y argumentado. Se genera una cultura del unanimismo que
brinda una sensación de imagen social armónica y obliga al
silenciamiento de toda voz disidente. Podría tratarse de una
síntesis de cualquier nacionalismo. De ahondar en la web sobre
información sobre el “unanimismo”, se podrá constatar que gran
parte de los links recurren al peronismo, con esa construcción de
“pueblo único e indivisible”. Para ellos, la unanimidad esta
referida a la voluntad de ese pueblo como un único ente, que es de
su propiedad, que carece de mecanismos institucionales y se sigue
sosteniendo por una unidad mística o espiritual. A pesar de esa
fuerza que se le asigna, el pueblo se suele caracterizar por su
impotencia, mientras que la potencia la ostenta el líder, el
reivindicador, como un “cristal de masa”, brillantemente definido
por Elías Canetti -movimientos minoritarios en relación al conjunto
social pero muy concretas como generadores de miedo, de control-. La
posverdad no es actual, de ahora, ahora está demostrada a pesar de
la tendencia en aumento de aceptar lo que es verdad solamente a lo
que me gusta escuchar.</span></span></p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><br />
</p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="font-size: 11pt;">Las
personas suelen tener en cuenta sus estados emocionales a la hora de
determinar su persuasión sobre otras personas, grupos, ideologías,
religiones o propuestas. En la construcción de ficción que nos
proponen, los afectados se suman de una manera cándida o interesada,
pasando del cuestionamiento por el hecho de cuestionar a una
aceptación de argumentos vagos que se aceptan con los ojos cerrados
y con el dedo en la boca, en la máxima representación de una
supuesta inocencia. Si la verdad es cruel, parece un atajo
convencerse que un engaño es consolador o que finalmente se ha de
cumplir. La eterna lucha entre la seducción y la razón alcanzó su
máximo climax desde el nacimiento del pasado siglo. Las experiencias
fascistas, nazistas, franquistas, peronistas, trujillistas,
castristas o bolchevique tuvieron millones de adeptos y aún hoy, en
otro siglo y conscientes de su fracaso, la noticia inventada sigue
situando la panacea en estos movimientos. La memora es frágil o
tiene un precio, pero se sigue situando al culpable a un supuesto
enemigo difuso que no se termina nunca de definir, como si su
actuación deviniera en las sombras eternas, generalmente del
exterior. Empobrecimiento del debate en el caso que se pueda
registrar debate -los autoritarismos convencen a través del terror
del silencio-, retorno a estados tribales fortalecidos por la
injusticia, angustia o miedo, generando el territorio propicio para
el sacrificio de la verdad.</span></span></p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><br />
</p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="font-size: 11pt;">El
único antídoto a la vista parece ser el hombre que pregunte y luego
repregunte. Esa falta de perspectiva para preguntar o debatir esta
definiendo la esencia del espíritu humano desde esta posmodernidad
que reforzada por un culto al individualismo, por la impugnación de
todo aquello que no esté alineado con el propio pensamiento o
ideario y una falta de compromiso social que nos deja a la vera de
todos los pos posibles: posverdad, posmoral, posrealidad,
posargumentos, posdisciplinariedad y posceguera. Nosotros no somos
los que generamos nuestros pesares ni los transmitimos de generación
en generación. Se encasillan en la comodidad del “somos víctimas”
para exculpar que todo lo malo que somos en realidad no es culpa
nuestra y no es responsabilidad nuestra los pesares que nos habitan.
Se vive anhelando una revolución y cuando se logra -como en el caso
de Cuba-, te obligan a vivir toda la vida en un lapso histórico
detenido, adulterando no solo la realidad sino tus posibilidades de
vida libre. Cuba a través de una continuidad legal y constitucional
establecida, cree refrendar el unanimismo de que el sistema
socialista debe quedarse por los siglos de los siglos. Lo mismo hace
Putin y tantos mas. </span></span>
</p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><br />
</p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="font-size: 11pt;">La
historia avanza y retrocede de la mano del hombre y tantas veces, los
registros históricos requieren del etiquetamiento y sus
consecuencias. Ese pesimismo histórico que repite no calcado pero
cíclicamente los vicios ideológicos producto de un flagelo natural
que no se puede erradicar como es el alcanzar una justicia social
determinada por una equidad. Existen puentes de comunicación
sociales construidos pacientemente que se ven demolidos por la
presencia de falacias y hechos alternativos, que son la materia prima
de la pos verdad y de las noticias deseadas. Manipular la verdad para
sostener nuestras creencias en realidad es producto de una disonancia
cognitiva de esas personas. A causa de una ilusión de la profundidad
explicativa -creer siempre que sabemos mas de lo que sabemos-
sacrificamos paulatinamente “nuestra” verdad imponiéndosela al
resto. La literatura y el cine nos nutren de material filosófico, en
este caso el persistir en avalar noticias deseadas nos acerca a la
metáfora de Pedro Páramo- creación de Juan Rulfo para los
posanalfabetos- quién vive en el pueblo de Comala rodeado de
fantasmas que parecen reales...</span></span></p><p>
</p><p><br /></p><p><br /></p><p><br /></p>deltrecehttp://www.blogger.com/profile/15325515799974951450noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2853855794446685912.post-37802948267588332542024-03-10T12:52:00.000-07:002024-03-10T12:52:03.145-07:00Y dicen las hojas del libro que más leo yo<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjdXYVRYhLovRWEPJkRX6GnomNuYo36Fm6OswjjN7IIli1Kl2ePifaM_485IDJdDXk_jbC1Fk42KruAoWAAQWOaRx5xSrkC5xyaUqoa7OSQ76KCPI93_d7xGSnESRhKHbC_cTTPuAXjROglvqhmADmyrwXmhF7MaeY19L4mrfeg3mXsSe3Xb6hPOnrTXLSa/s980/578---aburrido-entrada.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="398" data-original-width="980" height="163" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjdXYVRYhLovRWEPJkRX6GnomNuYo36Fm6OswjjN7IIli1Kl2ePifaM_485IDJdDXk_jbC1Fk42KruAoWAAQWOaRx5xSrkC5xyaUqoa7OSQ76KCPI93_d7xGSnESRhKHbC_cTTPuAXjROglvqhmADmyrwXmhF7MaeY19L4mrfeg3mXsSe3Xb6hPOnrTXLSa/w400-h163/578---aburrido-entrada.jpg" width="400" /></a></div><p></p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;">“<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="font-size: 11pt;">Si
un libro les aburre, déjenlo; no lo lean porque es famoso, no lean
un libro porque es moderno, no lean un libro porque es antiguo. Si un
libro es tedioso para ustedes, déjenlo; aunque ese libro sea el
Paraíso Perdido —para mí no es tedioso— o el Quijote —que
para mí tampoco es tedioso—. Pero si hay un libro tedioso para
ustedes, no lo lean; ese libro no ha sido escrito para ustedes. La
lectura debe ser una de las formas de la felicidad, de modo que yo
aconsejaría a esos posibles lectores de mi testamento —que no
pienso escribir—, yo les aconsejaría que leyeran mucho, que no se
dejaran asustar por la reputación de los autores, que sigan buscando
una felicidad personal, un goce personal. Es el único modo de leer”.
</span></span>
</p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="font-size: 11pt;">Jorge
Luis Borges.</span></span></p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><br />
</p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="font-size: 11pt;">Según
Jorge Luis Borges, un libro puede ser un objeto de placer o de
tortura. “Leer es buscar una felicidad personal” también es
frase del genial escritor argentino. La relación íntima con la
lectura nunca debe ser resultado de una imposición u obligación. La
lectura nos debería otorgar una sensación similar a la felicidad o
bienestar y si no, a algo parecido a una búsqueda frenética y
reposada, aunque suene contradictorio. El acto de la lectura tiene un
componente egoísta reservado solo para nosotros pero que al momento
de un enorme descubrimiento literario despierta la necesidad de
recomendarlo para compartirlo. Pero ese ideal nos da de bruces cuando
lo que estamos ante la presencia de un libro difícil de leer. En la
constante búsqueda de hallazgos se puede topar con libros aburridos,
impenetrables o inentendibles, aunque sea considerado por muchos como
hallazgo o joya universal. ¿Qué se hace? ¿se insiste o se
abandona? Muchas veces que un libro sea aburrido para uno no
significa que no tenga calidad literaria.<span></span></span></span></p><a name='more'></a><p></p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><br />
</p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="font-size: 11pt;">Libros
universales según el criterio mayoritario también pueden resultar
tediosos o densos, de trazado laberíntico que no terminan de
explotar ni de avanzar generando ansiedad o desesperación en el
lector, que aspira a encontrar la razón o el descubrimiento en las
siguientes páginas y seguir insistiendo en su lectura. Es como
suponer que habrá gozo tras ese aburrimiento o desconcierto. La
incógnita pasa a ser cuanto mas se debe forzar esa optimista
esperanza sin apremiar el eterno entusiasmo lector, la comunión con
una lectura no se puede garantizar de que depende. Lo que se puede
suponer que una cosa es el tedio y lo otro es una lectura difícil,
esta última no se debe abandonar, ya que el objetivo primordial en
un descubrimiento literario pasa por una exigencia intelectual. La
lectura no deja de ser una forma de conocimiento o de introspección.
El secreto del fracaso de un libro pasa por reconocer que uno lee sin
concentrarse, donde la distracción está presente en cada sílaba,
sin tentar.</span></span></p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><br />
</p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="font-size: 11pt;">No
se puede plantear una lista, ya que para algunos serán autores
indescifrables y para otros, esenciales en su lucidez. James Joyce,
Marcel Proust, Tomas Pynchon, Virginia Woolf, William Faulkner, David
Foster Wallace, Samuel Beckett, Roberto Bolaño, Thomas Mann, Kazuo
Ishiguro, Herman Melville y tantos otros, pueden aparecer
indistintamente en ambas quinielas. Enfrascado en sus lecturas,
podemos perdernos en sus pensamientos sintiendo fascinación o sin
comprender sus contenidos. En siglos anteriores la extensión de los
libros dificultaban la comprensión en sus mas de mil páginas o su
lenguaje parecer antiguo o con un estilo difícil de procesar o
multitud de conceptos abstractos que generan un lenguaje complicado,
todos factores que no deben confundir el placer de un lector, que es
el de asumir que tiene un plus de intelectualidad por leer forzado
los libros que cuestan comprender o seguir. Simplemente hay autores
que para algunos serán difíciles y para otros fetiches.</span></span></p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><br />
</p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="font-size: 11pt;">En
todo caso los lectores somos producto de influencias y en un mundo de
premuras y sin el sosiego que resulta indispensable para experimentar
una sincronización profunda con los referentes hace difícil
determinar como se producen las influencias. No habrá lecturas
aburridas, tal vez abunden lectores que no comulguen con determinados
autores porque se aburran con sus lecturas. Todos transitamos por el
aburrimiento o con la afinidad por el otro. Incluso del aburrimiento
se puede generar arte, como indicaba James Joyce. Muchas veces no
disponemos de la atención o tensión para determinadas lecturas, por
lo que se debe remontar un aburrimiento o no identificación para no
sucumbir a esa aceleración social vigente de novedades superficiales
o con avidez de estímulos. El riesgo del afán de nuevos
descubrimientos literarios que permita agrandar el universo de libros
obliga a un espacio de acuerdo que no sabe explicar los motivos para
la existencia de una comunión o indiferencia con un autor y su obra.
No se sabe de que misterio depende pero lo único claro es que la
buena o mala literatura será buena o mala para ti sin sucumbir al
estereotipo de que todo lo recomendado tenga que ser por defecto
bueno para todos...</span></span></p><p>
</p><p><br /></p><p><br /></p>deltrecehttp://www.blogger.com/profile/15325515799974951450noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2853855794446685912.post-8023620328340702122024-02-26T14:33:00.000-08:002024-02-26T14:33:04.953-08:00Ah, tómate el tiempo en desmenuzarme<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj4mwUDEqJyHm-gpfWSU3aEYl2Cvo3uQvGNbs5QLWUiKFvgXYANI5uFybiGlNsebMYNKwKBmqejMW6GaPwq-qSuSrx6XMTPox9X0aF1x9dnZJzn_7I6wao_hFdSvVtnV8xCynudIWLD_KPPQfXVV4cjsJVVeHeA4aJjhKmfXRmWvWxg4ClAFDE3Ho9kFk6O/s977/577---ciber-entrada.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="386" data-original-width="977" height="158" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj4mwUDEqJyHm-gpfWSU3aEYl2Cvo3uQvGNbs5QLWUiKFvgXYANI5uFybiGlNsebMYNKwKBmqejMW6GaPwq-qSuSrx6XMTPox9X0aF1x9dnZJzn_7I6wao_hFdSvVtnV8xCynudIWLD_KPPQfXVV4cjsJVVeHeA4aJjhKmfXRmWvWxg4ClAFDE3Ho9kFk6O/w400-h158/577---ciber-entrada.jpg" width="400" /></a></div><p></p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;">“<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="font-size: 12pt;">Estamos
creando un mundo en el que todos pueden entrar, sin privilegios o
prejuicios debidos a la raza, el poder económico, la fuerza militar
o el lugar de nacimiento. Estamos creando un mundo donde cualquiera,
en cualquier sitio, puede expresar sus creencias, sin importar lo
singulares que sean, sin miedo a ser coaccionado al silencio o al
conformismo”.</span></span></p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="font-size: 12pt;">John
Perry Barlow – Declaración de Independencia del Ciberespacio -
8/2/1996 </span></span>
</p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><br />
</p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="font-size: 12pt;">Cuando
falleció en febrero de 2018, no se supo si John Perry Barlow
consideraba aún vigente aquella “Declaración de Independencia del
Ciberespacio” que escribió en 1996 y que promovía una proyección
colectiva que protegiera a la nueva realidad de la web de los
absurdos del mundo físico, de las tiranías y las interferencias
políticas, raciales, religiosas o de cualquier tipo que han
condicionado el desarrollo de la humanidad. La naturaleza libre y
abierta de internet despertaba enormes expectativas sobre el futuro
de las cosas. El ciberespacio conseguiría implementar una soberanía
propia donde las corporaciones o ideologías podían torcer el
destino inicial en la creación de la web, el compartir y que nadie
tenga el control sobre el otro. Se buscaba trabajar sobre una nueva
gama de derechos humanos, en esta caso con los derechos del mundo
digital. La vejez de esa proclama nos invita a reflexionar si se ha
avanzado en una nueva ola de derechos o si se siguen profanando los
viejos derechos de siempre.<span></span></span></span></p><a name='more'></a><p></p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><br />
</p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="font-size: 12pt;">John
Perry Barlow pulió su escrito con las mejores intenciones pero no
podemos dejar de lado la duda de que casi treinta años después los
ciudadanos del mundo virtual -conocidos como cibernautas- no cuentan
con los instrumentos jurídicos suficientes para ver protegidos con
eficiencia sus derechos. Internet como en tantos órdenes, parece ser
tierra de todos pero de nadie. Si bien las ideas y la creatividad
circulan con libertad, el plagio, estafa, suplantación de identidad,
bullying y todo tipo de violencia, acoso y agresión circulan
repitiendo patrones violentos con actitudes intolerantes similares y
hasta más dañinos o invasivos de la violencia en la vida diaria.
Queda de esta manera bien claro que internet no deja de ser un medio
de exposición exponencial de la sociedad.</span></span></p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><br />
</p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="font-size: 12pt;">El
surgimiento de internet se convirtió en la mayor revolución
comunicacional de la humanidad, transformando a la sociedad humana.
La mayoría estamos inmersos en ese cambio, y tantas veces, nos
cuesta detenernos a recordar como eran nuestras vidas antes de la
www. En este mundo sin fronteras y sin espacio físico al alcance de
un clic y en cuestión de segundos -o milésimas de segundos- se
llega de un lugar a otro con el mensaje, se hace viral y se
tergiversa tantas veces su intención comunicativa. En esa velocidad,
también se espesa la poca capacidad de meditar previamente lo que
los impulsos generan, la falta de freno ante esa inmediatez que
obliga a seguir en forma impulsiva sin meditar la verdad o falsedad
de lo que se transmite, reenvía o comparte. La veracidad es
suplantada por la exposición. Parece que a nadie interesa la
verdad, solo se prioriza el impulso para justificar a aquel al que
confiamos e plasmar ira con el que no toleramos. Prevalece el
contexto comunicativo por sobre la veracidad. Se ha perdido el
análisis meditado del contexto.</span></span></p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><br />
</p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="font-size: 12pt;">En
redes sociales es común observar un linchamiento mediático y
conductas agresivas sobre otros. Es tendencia la exposición
mediática de las personas y de su vida pública. Discursos
agresivos, aportaciones violentas, insultos o amenazas han
normalizado parte de la vida cotidiana de las personas. Si bien la
utilización de las redes y la web han aportado un mundo de
posibilidades, también se ha ampliado el vocabulario para referir a
conductas disruptivas, de ahí que sea frecuente la utilización de
términos como “bullying”, “haters”, “ciberacoso”,
“ghosting”, “nudes”, “stalking”, “orbiting” y otros
términos relacionados a prácticas que se generan con el uso de las
redes o aplicaciones. La violencia da paso a la humillación pública
o linchamiento donde la posibilidad de un anonimato hace difícil
identificar al acosador, que con sus movimientos afecta la autoestima
y a sus relaciones sociales, muchas veces aislándose.</span></span></p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><br />
</p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><br />
</p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="font-size: 12pt;">La
visión incompleta de John Perry Barlow no invalida la buena
intención que siempre acompaña un nuevo descubrimiento y lo bueno
por lo que vale la pena luchar. Barlow estaba en lo cierto al
advertir que la información en línea se mueve de manera distinta a
la comunicación tradicional. Se puede construir, criticar y destruir
una información sin necesidad de salir de casa. Esa modalidad de
internet abierto que alentaba el antiguo letrista de “Grateful
Dead” -entre tantas facetas conocidas de Barlow- todavía no ha
podido completar la implementación de una regulación sobre la
cultura libre, arrinconada por el despotismo tecnificado. Tantas
veces inventar el futuro es predecirlo. Y las perspectivas
alentadoras fueron desbordadas por la realidad humana.</span></span></p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><br />
</p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="font-size: 12pt;">Controlar
redes enteras y millones de usuarios en todo el mundo no parecía
tarea fácil. Ante la masificación de su uso, es indudable que las
medidas tomadas puedan parecer insuficientes. Cada ocho de febrero
recordaremos que internet nos ha cambiado el mundo que habitamos pero
debemos tener claro que internet no es otra realidad, sino una
parte-aumentada- de la realidad y donde los que se especializan en
violar normas encuentran en la web otro sitio donde vulnerarlas y
hacerse invisible. Según los principios del aprendizaje social, las
personas adquieren comportamientos agresivos y violentos al observar
e imitar a los demás. La violencia se transmite similar a una
enfermedad. Y las redes propician una desinhibición al no percibir
que a quien maltratas o linchas en la red no es una persona sino una
pantalla. Esa mezcla oscura de instinto y razón se potencia y ante
la falta de una ética tolerante, los “trolls” en que nos estamos
convirtiendo culpamos al medio por el mensaje...</span></span></p><p>
</p><p><br /></p><p><br /></p><p><br /></p><p><br /></p>deltrecehttp://www.blogger.com/profile/15325515799974951450noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2853855794446685912.post-11895111248802660842024-02-18T14:14:00.000-08:002024-02-18T14:14:36.205-08:00Cuando despiertes de esta soledad<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgpgx8lXWDhkq1Z16r5byvF2AcLiSoQXvXQW8Yawt70NiEf50baOBjdiHz0glTAYOfvuWRYg8_svlh9PjRZzXQO8MZoNwt-OFAk9ll1ukYbq0vXqkThX5GhHPAqWIHhX1bAZogsBb1qG_FYzj3EaWhRrk6KI903meM7nQEKIqEdTNSmazBotGO132tgI70d/s986/576---demos-entrada.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="402" data-original-width="986" height="163" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgpgx8lXWDhkq1Z16r5byvF2AcLiSoQXvXQW8Yawt70NiEf50baOBjdiHz0glTAYOfvuWRYg8_svlh9PjRZzXQO8MZoNwt-OFAk9ll1ukYbq0vXqkThX5GhHPAqWIHhX1bAZogsBb1qG_FYzj3EaWhRrk6KI903meM7nQEKIqEdTNSmazBotGO132tgI70d/w400-h163/576---demos-entrada.jpg" width="400" /></a></div><p></p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;">“<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="font-size: 11pt;">Si
no desarrollas una cultura democrática constante y viva, capaz de
implicar a los candidatos, ellos no van a hacer las cosas por las que
los votaste. Apretar un botón y luego marcharse a casita no va a
cambiar las cosas”.</span></span></p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="font-size: 11pt;">Noam
Chomsky.</span></span></p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><br />
</p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="font-size: 11pt;">El
obligado ejercicio intelectual para definir el concepto “democracia”
tantas veces hace insostenible un significado comúnmente aceptado.
Se repite como mantra pero no se sostiene, ni con el ejemplo,
práctica o con la actitud. Sin ese acuerdo de mínimos, las
posibilidades de amenaza al sistema hacen difícil su convivencia y
su defensa. La tergiversación de la palabra democracia nos limitó
esa convivencia común que ya dejó ser entendimiento para ser
enfrentamiento y amenaza. Democracia, entre varias definiciones, es
el control popular sobre la toma de decisiones e igualdad en la
ostentación de dicho control. El primer desajuste lo marca ese
control popular, que no es lo mismo que populista. De ahí para
abajo, la definición peligra.<span></span></span></span></p><a name='more'></a><p></p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><br />
</p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span><span style="font-size: 11pt;">Democracia
también hoy es ser mezquino, con posiciones partisanas, endógenas y </span><span style="font-size: 14.6667px;">auto centradas</span><span style="font-size: 11pt;"> en sí mismos. Es solo una competencia sin horizonte,
sin proyección de futuro y sin representación de todos, solo de los
míos. Y no se trata de cuestionar si es mal de la derecha o de la
izquierda. En ambas partes coinciden gentes que piensan bien pero no
predominan sus prédicas con una tendencia hacia la polarización y
radicalización de las ideas. Vivimos en la mezquindad de sostener
una única posición, una única verdad. Sociedades enfermas o
inmaduras, no terminan de cuestionar un germen ciudadanos de
infantiles conceptos para solo desacreditar al otro, a la minoría.
Confundiendo pluralidad con pluralismo, no terminamos de entender que
la verdad nunca es una sola y lo que piense diferenciado nuestro
oponente, no siempre lo convierte en enemigo. Y que parte de ese
razonamiento también tiene su sentido, validez y parte de razón.
Propensos a advertir enemigos, el cartel se lo cuelgan compartidos
unos y otros, según la polémica de turno.</span></span></span></p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><br />
</p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span><span style="font-size: 11pt;">La
foto democrática nunca es clara, el zoom no es nítido ya que la
foto tiene que ser multi mensional, incluyendo en su revelado y
reproducción los siguientes marcos: la defensa de los derechos
fundamentales, la capacidad de que los gobiernos sean
representativos, la existencia de controles, el funcionamiento
imparcial de una Administración y la participación política
ciudadana. Todas son iguales en importancia, la falta de una o la
preponderancia de una sobre otra, invalida posibles desempeños en el
resto de los aspectos. En una posición de Estado, tú dejas de
hablar con los tuyos para hablar con todos, más allá de afinidad o
concordancia. Se debe intentar reconstruir ese espacio democrático,
donde convivan fuerzas que piensan distinto, recordando que hay una
meta en común: vivir en plena democracia. Nadie es dueño de nada,
hay etapas donde administrar la función de un Estado por un tiempo,
no se trata de adueñarse del Estado o ser paternalista, dar favores
a tu tribu o al que te caiga bien. Es de </span><span style="font-size: 14.6667px;">Perogrullo</span><span style="font-size: 11pt;"> pero se repite en
el tiempo la intolerancia hacia las voces disidentes.</span></span></span></p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><br />
</p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span><span style="font-size: 11pt;">La
práctica totalidad de los sistemas democráticos sufre de una
cruenta crisis de representación. La ciudadanía no se siente
representada y entonces abandona el Estado de derecho, dejándola en
manos de radicales que gestionan el poder político mas que en actuar
como representantes de intereses ciudadanos. El ganar en las urnas
cree traer aparejado de que se hace lo que la mayoría ha decidido y
no que esa mayoría se mueva en </span><span style="font-size: 14.6667px;">consensos</span><span style="font-size: 11pt;">. Es el mundo de los
intolerantes, de aquellas almas frustradas que deciden que la
democracia debe ser la imposición del sentido común de un ganador
por sobre las otras minorías. Asquea ver como ciudadanos comunes
defienden a ultranza gobiernos corruptos sin cuestionar una sola coma
de un accionar delictivo. Quita confianza no solo en el sistema de un
país, ya no podemos creer en las buenas prácticas de una
administración de un consorcio. Es grave.</span></span></span></p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><br />
</p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="font-size: 11pt;">Otro
rasgo que juega en contra es el predominio de un anti intelectualismo
que combinan ciudadanía con liderazgos populistas, nativos,
liberales o tradicionalistas. De esta manera, se cuestiona el
entendimiento común con el que debería funcionar las democracias.
Pero ya no es cuestión de ideas enfrentadas, muchas veces es
desconocimiento, ignorancia y hasta ostentación de ser un ignorante,
por que han fracasado hasta los expertos y entonces ese nuevo nicho
analfabeto toma la representación por sus manos y sin formación,
eso sí, siempre representando a esa falacia que se denomina pueblo
puro y deslegitimizar los demás sentires. En ese mar revuelto nos
encontramos en estos momentos, y las personas de formación
republicana se hayan contaminados de esa inoperancia que ya no
apuntala el ejercicio democrático y su entendimiento común, solo ve
mensajes y guiños a las tribus, al lote de los suyos. El resto, son
llamados enemigos, apátridas, cipayos o la gama de sinónimos
despectivos que permita ese anti intelectualismo presumido.</span></span></p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><br />
</p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="font-size: 11pt;">Por
último, nos somete la manipulación informativa. Va de la mano de
ese analfabetismo que nos presume. Los efectos que complican las
democracias estarán transmitidos en que no están dados tanto en
hacer creer a las poblaciones en cosas que no son ciertas, sino que
siembran dudas y dan categoría de posible algo que en realidad es
impensable. En la era de la actualización permanente vivimos
contaminados por la desinformación. De ahí que todas las partes se
vean democráticamente en condiciones de atacar los conocimientos y
apoderarse de las formas democráticas. No solo se inventan futuros,
se re guionan o re inventan los pasados, los contemporáneos no
alcanzan a ver que no es verdad la realidad que pregonan, las hemos
vivido, con eso bastaría para desacreditar tantas versiones. Pero
como es democracia, se distingue que hay parte de verdades muy
disimiles en las mismas naciones y se espera el acercamiento que no
llega, el del sentido común.</span></span></p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><br />
</p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="font-size: 11pt;">La
pregunta es si el concepto democracia esta preparado para afrontar
este mundo revolucionado con los sistemas informáticos. Otro
interrogante es poder deducir cuántos analfabetos soportan las
democracias. Saneada negativamente la duda anterior de cuanta
desigualdad soportaban los procesos democráticos, la nueva
disyuntiva es igual de complicada. La falta de disciplina ciudadana y
política conllevan una permanente falta de respeto a las democracias
y a los valores que conllevan. Un viejo cliché de la política
sostenía que al político le interesa que la gente sea ignorante,
con poca cultura y profana en cuestiones políticas. Ya no existe tal
dilema, ahora solo podemos aspirar a que ese analfabetismo ciudadano
no sea tan solo ignorancia. No tiene que ser una utopía el ansiar
ciudadanos honrados y comprometidos, que utilicen el diálogo y la
escucha para poder generar convivencia e igualdad en sus
argumentaciones. Los discursos que predominan se basan en sinónimos
de una inclusividad que ya no incluye a nadie, ni a políticos o
ciudadanía, viviendo en una serie de necesidades cada vez más en
“diferidos”. Se tiene que aspirar a recuperar una sensación de
dignidad que fue destrozada por el símbolo de lo que llamamos
dignidad...</span></span></p><p>
</p><p><br /></p><p><br /></p>deltrecehttp://www.blogger.com/profile/15325515799974951450noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2853855794446685912.post-43775391140598561062024-02-11T06:16:00.000-08:002024-02-11T06:16:30.022-08:00Era una piedra en el agua seca por dentro<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiBBzgwSjaAshPr76FDlXvWNPVSUtxewtVBU5x4LfAGAa07BW7wQV6hRaXxWj1HB-kYJ4twGezyPLJyHLtPgqYH_C45SETlnz1GL_SfuFRsTLaZdirgEbvmUF7WS9R_shAnLkSJjtTuNvQG3cp4msz2paxAGqwpRrOj7Ff3gKsXaHfeJunH42HkcCwMgY14/s985/575---Deseo-entrada.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="406" data-original-width="985" height="165" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiBBzgwSjaAshPr76FDlXvWNPVSUtxewtVBU5x4LfAGAa07BW7wQV6hRaXxWj1HB-kYJ4twGezyPLJyHLtPgqYH_C45SETlnz1GL_SfuFRsTLaZdirgEbvmUF7WS9R_shAnLkSJjtTuNvQG3cp4msz2paxAGqwpRrOj7Ff3gKsXaHfeJunH42HkcCwMgY14/w400-h165/575---Deseo-entrada.jpg" width="400" /></a></div><p></p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="font-size: 11pt;">"El
deseo es la esencia del hombre”.</span></span></p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="font-size: 11pt;">Baruch
Spinoza</span></span></p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><br />
</p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="font-size: 11pt;">Suena
a contrasentido quejarnos de haber perdido ese instinto básico que
es el deseo al mismo tiempo que vivimos es sociedades más escépticas
donde la disconformidad es moneda corriente. El deseo se describe hoy
como su falta remarcando su aspecto mas negativo, sin tener en cuenta
que representa la fuerza o motor de nuestras vidas. Una vida
apasionante tantas veces es cuestionada como inmadura o infantil. La
falta de deseo no se considera una cuestión sino un problema que
pueda arrastrarnos por la existencia a estar insatisfechos de por
vida. Depende si nos dejamos llevar por los estados de ánimo podemos
ser seres que experimentamos el deseo-falta y el deseo-potencia.<span></span></span></span></p><a name='more'></a><p></p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><br />
</p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="font-size: 11pt;">Es
necesario dirigir el impulso del deseo de manera constructiva ya que
el cerebro nos hace desear cada vez más. En un mundo finito con
recursos ilimitados la capacidad de frustración está latente y
hasta parece orientada hacia esa falta, hacia una insatisfacción
permanente. Para ello resulta esencial comprender que es sustancial
limitar y moderar nuestros deseos hacia lo necesario, esencial o
valioso. “Buscar la felicidad a través del deseo es una fantasía
irracional” declaraba Kant. Debemos saber distinguir el deseo de lo
deseable, esto último siempre estará ausente por eso es deseable,
está presente como ficción, hay que ver si es posible producirlo.
El deseo debe ser un movimiento, impulsado por el aparato psíquico
que genera un placer en el hecho mismo de desear. Pero ese placer
tantas veces se desborda en frustración, en no saber aceptar la
realidad.</span></span></p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><br />
</p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="font-size: 11pt;">El
deseo es el elemento que marca la diferencia entre los individuos.
Todos los efectos remiten al deseo, alegría o tristeza que
determinarán a obrar por aquellas cosas que sirven para la
conservación de su naturaleza. Baruch Spinoza entiende que el deseo
no es peligroso en sí mismo pero debe ser orientado hacia lo que nos
puede alimentar la existencia y evitar pasiones inalcanzables. Esos
sentimientos postergados en suma son los que hacen daño, debe
predominar el sentimiento o afecto positivo que nos libere de la
dependencia negativa. El deseo se impone, no siempre suele orientarse
a lo que conviene. El individualismo en que convivimos hace que la
envidia prime, que se sienta siempre postergado y desaparece la
gratitud, la insatisfacción crónica paraliza ese motor. Y aparece
el instinto del odio.</span></span></p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><br />
</p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="font-size: 11pt;">Es
necesario un trabajo de aceptación de la realidad para recuperar el
concepto de naturaleza humana. Las emociones ocupan un lugar
relevante en la articulación social. De ahí el auge del estoicismo
frente a las propuesta éticas actuales. Lo que depende de nosotros
es lo que podemos cambiar. Lo que no, se debe aceptar con serenidad y
no significa conformismo. Se evita sufrir mas de una vez por las
mismas cosas, generalmente pendientes o inexistentes en nuestra
realidad. Nos hemos acostumbrado demasiado rápido al mundo virtual,
creemos equivocadamente que a través de la tecnología hemos de
encontrar el me gusta que necesitamos como motor de vida. Transitamos
una enfermedad moderna, con diagnóstico incipiente pero con un
tratamiento que pocos están dispuestos a afrontar, voluntad y
disciplina para regular el deseo y dejar de estar indecisos.</span></span></p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><br />
</p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span><span style="font-size: 11pt;">Conócete
a ti mismo, decía Sócrates. La introspectiva no sazona con la
velocidad en la que vivimos. Y con la hiper conectividad solo
atinamos a practicar una huida hacia adelante. Nos sentimos menos
vivos, no podemos disfrutar lo que nos ofrece la vida y entramos en
un espiral de incomprensión e insatisfacción en todos los ordenes,
profesional, amoroso, intelectual, psicológico o sexual. La apatía
prevalece como tristeza por sobre la alegría. Ahí el antojo parece
ser el antídoto, la compensación para obtener al menos una </span><span style="font-size: 14.6667px;">mini dosis</span><span style="font-size: 11pt;"> placentera. La filosofía plantea la necesidad de reubicar
al deseo como la aspiración a un bien. Esa sed profunda insatisfecha
y sedada por la distracción tecnológica debe reorientarnos a la
incubación de un principio de aceptación que genere una dinámica
creativa que nos recuerde que el ser humano es una creación del
deseo, no de la necesidad, como sostenía el filósofo de la
ensoñación, Gastón Bachelard...</span></span></span></p><p>
</p><p><br /></p><p><br /></p><p><br /></p>deltrecehttp://www.blogger.com/profile/15325515799974951450noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2853855794446685912.post-15300085135167537482024-02-03T07:00:00.000-08:002024-02-09T07:03:40.710-08:00La imaginación esta noche todo lo puede<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiMsVZBz9Vz7_L00yWyxhR3y0N3MuQzBd38jSRYNftsbmHD9BXMLtfMAPqz48BkvYT97j7mxVhki_sbGInXEWVcj3zJWL7yb-s4obly8jXoBzDxrnSFSBi4v_uDgFuh-nGAVeMDD3_vKGiIaGTtEcZYphgTxOi74zsVQ8ajwFhlc9B212yzcBR18F23zlkZ/s981/574---consentir-entrada.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="400" data-original-width="981" height="163" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiMsVZBz9Vz7_L00yWyxhR3y0N3MuQzBd38jSRYNftsbmHD9BXMLtfMAPqz48BkvYT97j7mxVhki_sbGInXEWVcj3zJWL7yb-s4obly8jXoBzDxrnSFSBi4v_uDgFuh-nGAVeMDD3_vKGiIaGTtEcZYphgTxOi74zsVQ8ajwFhlc9B212yzcBR18F23zlkZ/w400-h163/574---consentir-entrada.jpg" width="400" /></a></div><p></p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"> “<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="font-size: 11pt;">Lo
importante es que el sexo no haya sido únicamente una cuestión de
sensación y de placer, de ley o de interdicción, sino también de
verdad y de falsedad, que la verdad del sexo haya llegado a ser algo
esencial, útil o peligroso, precioso o temible; en suma, que el sexo
haya sido constituido como una apuesta en el juego de la verdad”. </span></span>
</p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="font-size: 11pt;">Michel
Foucault</span></span></p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif; font-size: 11pt; text-align: left;">La
discusión mono temática sobre perseguir nuestros deseos nos
envuelven en crueles encrucijadas. Liberar la pasión, comunicarla,
conocerla, expresarla, vivirla. Una constante en este tiempo es que
el deseo camine sobre un piso enjabonado, ya que no deja de ser una
construcción representada por subjetividades y no siempre conocemos
con claridad que es deseo y que es suposición. En materia sexual,
desear no debe ser sinónimo a aceptar. Nos olvidamos de la
racionalidad de que un deseo en un momento dado puede dejar de ser
deseado al experimentarlo. Como lo consentido puede perder
autorización al comprobar que no medimos lo que consentimos. Lo peor
es que en ambos casos, está mal visto volver hacia atrás. Da “mal
rollo”.<span></span></span></p><a name='more'></a><p></p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;">
<br />
</p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="font-size: 11pt;">Las
discusiones sobre sexo y consentimiento entre hombres y mujeres son
variadas. No tienen fin y tantas veces no conducen a nada porque nada
cambia. Las partes no acercan posturas. La batalla de los sexos no es
un nombre baladí. Pasamos de usar la frase desigualdad de poder a
falta de consentimiento. Suponemos que consentimiento conjuga con
deseo. Un pacto libre entre partes no conlleva que ambos se dediquen
a explorar no solo lo que queremos sino lo que quiera la otra parte.
Ese egoísmo de la propia pulsión llevará a determinar ese rol
desigualdad de poder con justificar mi énfasis y ardor con que del
otro lado se había consentido. Es muy difícil saber que hemos
consentido antes de experimentarlo. Un consentimiento se puede volver
atrás, no siempre con punición. En sexo parece de mal gusto
hacerlo.</span></span></p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;">
<br />
</p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span><span style="font-size: 11pt;">Otra
cosa que debemos entender es que sexo consentido no significa buen
sexo. La falta de feeling o sensibilidad de una de las partes -o </span><span style="font-size: 14.6667px;">llamémosle</span><span style="font-size: 11pt;"> egoísmo- o falta de imaginación puede arruinar una idea
de consentimiento o deseo mutuo. Estos desencuentros, malos
entendidos o asperezas se profundizan cuando se generaliza que
siempre predomina un sexo -el masculino- al confundir la esencia del
deseo de la otra parte. Puede ser descorazonador el espíritu
corporativo del hombre de considerar entendido sin profundizar ni
querer conocer que genera el entusiasmo de las mujeres. Es como que
el sexo -a pesar de ser una relación de intimidad-se repite bajo
patrones similares sin llegar a comentarlo, de forma </span><span style="font-size: 14.6667px;">unidireccional</span><span style="font-size: 11pt;">.
Con la cantidad de sexo que abunda en la vida del ser humano, parece
ser la materia que menos se conoce. La vida surge del sexo. Es
absurdo no abordar un pensamiento crítico sobre lo dañino de
ciertos ideales que son malos entendidos. </span></span></span>
</p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;">
<br />
</p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="font-size: 11pt;">Los
asuntos sexuales deben ser privados si todo va como se debe. Es raro
que sea material opinable. No confundir, hablar de sexo no significa
hablar de nuestro sexo con nuestra pareja. Eso se preserva. Todos
conocemos parejas donde se presume que el entusiasmo de una de las
partes no tiene correlación o el mismo entusiasmo en la otra. Creo
que todos en algún momento hemos consentido una relación, motivados
por la pasión, el deseo, el romanticismo, el amor o la necesidad de
desfogue. Y que no resultó tal como lo imaginado. Tanto por una o
por la otra parte, ya que las velocidades y tensiones que regule
nuestra mente o nuestro cuerpo darán muestras de sintonía solo en
esos momentos. Más de uno, sin importar de que sexo se trate, ha
deseado que la relación -coito- termine lo más pronto posible. La
mayoría de las veces donde se experimenta esa insatisfacción se
asume el riesgo de que la otra parte siga porque en materia sexual,
lo que comienza se termina. O acaba.</span></span></p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;">
<br />
</p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="font-size: 11pt;">Tampoco
tenemos claro porque queremos tener sexo. Lo más fácil es pregonar
la extensión de la especie. Pero no, hay gente que quiere sexo solo
por tener sexo. Otros quieren solo satisfacer los deseos del otro.
Algunos consideran que el sexo es la manera eterna de sentirse
deseado. El ser complaciente o sumiso es lo peor en una relación que
se define consensuada. Porque pasado un tiempo pedir revisar las
condiciones de un acuerdo siempre genera asperezas o inseguridades.
Igualdad sugiere mayor compromiso y responsabilidad que
consentimiento. Esa carencia hace del sexo un vertedero de mentes
sumisas que asuman que su cuerpo sea de consumo sexual. En el peor de
los casos, los que vemos todo en el tiempo, se trata de una puja del
poderoso hombre animal que asume que el cuerpo femenino es de consumo
sexual. Esta entrada solo intenta razonar si entre personas normales
también se puede “consensuar” un consentimiento.</span></span></p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;">
<br />
</p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="font-size: 11pt;">El
sexo suele ser un terreno de pactos que no son claros, suelen
naufragar los presupuestos mas ingenuos que no se pudieron contrastar
previamente. La frase de que conocemos a la otra persona no siempre
significa transparencia. Es difícil poner en palabras lo relativo al
sexo. Ocultamos más de lo que mostramos. Tanta opacidad se opone
tantas veces al ideal de liberación que debe conducir a un acto
sexual. Es tan difícil clarificar o dilucidar que significa
consentimiento en esta sociedad de desigualdades que no importa en
este caso que mi visión sea masculina, al menos tratar de pensar
como en todos los órdenes de la vida, el como hacer para ponerse en
el lugar del otro. Esa falta de empatía hace que el individualismo
esté mas presente en las sociedades, que discutamos si el “no es
no” o si el “si deja de ser si”, o si el “sí pero ya no”.
Aceptemos que el pacto social está bloqueado por estructuras
sociables, costumbres culturales o maniobras enrevesadas a causa del
poder o del patriarcado. El sexo no funciona como verdad, sigue
siendo materia opinable que avanza en detrimento de la palabra
“voluntad” y donde casi todos vamos a tientas con los misterios,
inhibiciones o secretos de nuestra conciencia...</span></span></p><p>
</p><p><br /></p><p><br /></p><p><br /></p>deltrecehttp://www.blogger.com/profile/15325515799974951450noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2853855794446685912.post-39015194065050631422024-01-28T10:50:00.000-08:002024-01-29T10:53:11.994-08:00Ahora todo es bruma y no hay luces que seguir<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhQfEq4wcmcb01mFHntE1Ez_9NeKibcQYEHiYBaubxLaLblUQ9lUY5d-scwlHbA0E0Jc4dvUvAnCt9c9OZLHptilIyL1jql_DiPMEgl5d8iI5qhXSdqdBtFaZiSUgGZcncW60RY9hyphenhyphen6pg41QtQwz6zSqln4fAoQUBHm1MSXngV4xM52NnByPhzph51eimq3/s979/573---ciegos-entrada.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="390" data-original-width="979" height="159" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhQfEq4wcmcb01mFHntE1Ez_9NeKibcQYEHiYBaubxLaLblUQ9lUY5d-scwlHbA0E0Jc4dvUvAnCt9c9OZLHptilIyL1jql_DiPMEgl5d8iI5qhXSdqdBtFaZiSUgGZcncW60RY9hyphenhyphen6pg41QtQwz6zSqln4fAoQUBHm1MSXngV4xM52NnByPhzph51eimq3/w400-h159/573---ciegos-entrada.jpg" width="400" /></a></div><p></p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;">“<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="font-size: 12pt;">Creo
que no nos quedamos ciegos, creo que estamos ciegos. Ciegos que ven,
ciegos que, viendo, no ven…”</span></span></p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="font-size: 12pt;">José
Saramago en “Ensayo sobre la ceguera”.</span></span></p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><br />
</p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="font-size: 12pt;">José
Saramago nos advirtió con una brillante metáfora que nos impresionó
pero no nos terminó de lastimar, conmover o doler. La humanidad es
ciega y el ser humano habita una ciénaga infinita. Se moviliza por
sensaciones, sentimientos, impulsos o instintos. Pero poco utiliza la
confirmación de las percepciones y su razonamiento. Cúmulo de
turbulencias imposibilita tantas veces a las personas videntes el
poder ver. Muchos ojeadores cierran los ojos a la mas profunda
oscuridad mientras que los que son ciegos de nacimiento se apoyan en
los demás sentidos para intentar ver. Unos y otros no logran disipar
la neblina que conforman muchas de las mentiras de la civilización.
Paradójicamente en esa ceguera todo se analiza sobre un “punto de
vista”, con “una vista previa” y otras redundancias.<span></span></span></span></p><a name='more'></a><p></p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><br />
</p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="font-size: 12pt;">La
ceguera es un tema permanente en el ejercicio de la literatura. Se
utiliza como un recurso que pregona una reacción, la “imagen” no
parece ser imperiosamente un elemento visual. La imaginación es la
“visión” en un correlato intelectual. La imagen es la forma que
tenemos de comunicar al mundo quienes somos y lo que pensamos de
nosotros mismos. Dicha percepción nos refiere a nuestro
comportamiento o como nos desenvolvemos en un rol social. Imagen, no
vista. Mirar sin ver. El concepto de “imago” es un término de la
psicología analítica introducido por C.G. Jung para designar una
representación o imagen ideal de las figuras parentales que nos
orienta y dirige a la representación que luego haremos de nuestra
actitud y conducta, sobre la base de esa percepción.</span></span></p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><br />
</p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="font-size: 12pt;">Los
“imagos” u organizaciones sociales habitan como metáfora o
parábola en la literatura desde siempre. En la Ilíada, Odisea, la
Divina Comedia, El Proceso, la Peste, el Ingenioso Hidalgo Don
Quijote de la Mancha, el Paraíso perdido, el Túnel, Pedro Páramo,
la vida del Lazarillo de Tormes, Marianella, Bringas, la loba ceniza,
esperanza perdida, Luces de Bohemia, el Conde Belisario, el país de
los ciegos, Informe sobre ciegos, el músico ciego, la historia de un
ciego, la risa en la oscuridad, el cuerpo en que nací o ensayo sobre
la ceguera, son algunas de las referencias existentes sobre ceguera
dentro de la literatura que sin usar un juego de palabras, nos
permite mirar de otro modo la historia liberándonos de la falta de
visión. En la literatura clásica, la ceguera simbolizaba un castigo
divino; en la medieval, como un rasgo del santoral que simbolizaba la
humildad y devoción; el siglo XIX la graficó como una discapacidad
que requería protección; la literatura contemporánea usa su
metáfora de ceguera colectiva como parte de un abandono o colapso
social.</span></span></p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><br />
</p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span><span style="font-size: 12pt;">Una
potente mirada interior que permite discernir lo que se nos oculta
debajo de las cosas y al pensar con las manos, los escritores enseñan
a no habitar ni en las mas profunda de las oscuridades ni en las mas
absoluta de las luces, demostrando lo precario que somos en el mundo.
Con un parpadeo o una mirada distorsionada de las realidades,
nuestras emociones pueden descomponer una especie de objetividad y
todo se vuelve otra cosa casi sin justificarla ni demostrarla, o sin
existir. Las personas ciegas captan una percepción del mundo
mientras que tantas veces, los que ven, no ven ni saben nada de como
ver. El meollo se evidencia en el interior de las personas, en la
falta de empatía y compasión para construir sociedades más justas,
en el no aceptarse y no aceptar al otro, dañando al </span>prójimo<span style="font-size: 12pt;"> para
salvarse sin comprender que se marcha hacia la autodestrucción. El
peor ciego es aquel que no sabe ver, porque poder mirar podría, el
seguir destiñendo matices que revelarían la falsedad del mundo que
en cuestión de ceguera, involucra a todos una carencia hacia el bien
común..</span></span></span></p><p>
</p><p><br /></p><p><br /></p>deltrecehttp://www.blogger.com/profile/15325515799974951450noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2853855794446685912.post-54932387929517725892024-01-20T13:02:00.000-08:002024-02-11T00:20:59.638-08:00Era tan normal, la vida era vida<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgR5sQ_alq2pgvUBN-mLiS94KWW717qWdsaZL0c3Um5Bma6YBSQRlkFnSR7moYX3C-rzaUEDeWHvdYlqJmc9JLgS_kgnQ-QAYmPfk2oPgKKq-NCC8BkMEeVWbYOVSsEnLVGtqHTWX3BUSbtABoYI2FrcJi6AQ82IHxQrAkxrTyyUs4FjBKYz8T_N3ts3U7_/s974/572---scroll-entrada.jpg" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="397" data-original-width="974" height="163" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgR5sQ_alq2pgvUBN-mLiS94KWW717qWdsaZL0c3Um5Bma6YBSQRlkFnSR7moYX3C-rzaUEDeWHvdYlqJmc9JLgS_kgnQ-QAYmPfk2oPgKKq-NCC8BkMEeVWbYOVSsEnLVGtqHTWX3BUSbtABoYI2FrcJi6AQ82IHxQrAkxrTyyUs4FjBKYz8T_N3ts3U7_/w400-h163/572---scroll-entrada.jpg" width="400" /></a></div><p></p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: verdana;">“<span face="Verdana, sans-serif"><span style="font-size: 11pt;">El
tiempo no existe. El tiempo sólo son las cosas que te pasan, por eso
pasa tan deprisa cuando a uno ya no le pasa nada”.</span></span></span></p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><span face="Verdana, sans-serif"><span style="font-family: verdana; font-size: 11pt;">Manuel
Vicent.</span></span></p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;">
</p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><span face="Verdana, sans-serif"><span style="font-family: verdana; font-size: 11pt;">No
tengo tiempo tal vez sea la frase mas desgastante de los últimos
años. Los eventos o obligaciones de nuestros días parecen durar mas
de lo que duran cuando les prestamos demasiada atención. El tiempo
vuela cada vez mas veloz, retenemos menos cantidad de imágenes,
dando la impresión falsa de que vivimos menos experiencias. Perdemos
la batalla de estirar el tiempo para poder hacer más cosas en
nuestro día a día. No sabemos escrolear la vida, como lo hace el
scroll infinito adictivo en la web que nos quita ese tiempo libre que
sí tenemos pero no nos damos cuenta. El tiempo puede ser esas cosas
que nos pasan y que no nos damos cuenta que nos pasan al no estar
atentos que nos pasan cosas.<span></span></span></span></p><a name='more'></a><p></p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: verdana;"><br />
</span></p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><span face="Verdana, sans-serif"><span style="font-family: verdana;"><span style="font-size: 11pt;">La
monotonía genera que los días transcurran con una velocidad
inaudita que parece no dejar huella. Pero la deja, la puedes ver en
internet. Si hicieras caso de tu historial de navegación te podrías
enfrentar con la frase </span><span style="font-size: 14.6667px;">lacerante</span><span style="font-size: 11pt;"> no tengo tiempo. Lo has tenido, lo
desaprovechaste. El navegar por la web es adictivo, está estudiado
para que te “ofrezcas” a una navegación infinita sin ningún
objetivo, sin que nos demos cuenta. La función scroll infinito nos
permite acceder en forma constante a contenidos que no hemos pedido o
necesitado, ni siquiera hacemos </span><span style="font-size: 14.6667px;">clic</span><span style="font-size: 11pt;">, solo debemos dejar bajar el
scroll para que se deslice verticalmente texto, imágenes, videos,
tuits, etc. Scroll proviene del inglés y significa desplazarse. Es
una falacia porque eterniza la falta de desplazamiento, nos anula el
poder de decisión y nos ahondan en un bucle infinito de nuestro
propio aburrimiento. Solemos salir de él y decimos agobiados el
remanido no tengo tiempo.</span></span></span></p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: verdana;"><br />
</span></p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><span face="Verdana, sans-serif"><span style="font-family: verdana; font-size: 11pt;">El
aburrimiento no nos permite ver que se consumen contenidos rápidos,
sencillos y sin profundidad. No queremos saber, disfrazamos esa
adicción como ocio. La navegación genera una perdida de referencia
del concepto de temporalidad. La falsa percepción de perseguir la
aparición de una novedad nos mantiene en un sopor de motivación por
seguir deslizándonos por el scroll. Su inventor, el ingeniero Aza
Raskin, lo valoró un par de años después de implementado como si
se rociara cocaína conductual por toda la interfaz. Es considerada
una técnica desleal que no tiene regulación. “Juega con la
vulnerabilidad y los deseos de las personas y las empujan a dedicar
más tiempo a estas plataformas”. El efecto se ve, es cuestión de
observar a todos con el móvil en un continuo “volver, volver y
volver”. Y al quitar finalmente los ojos de las pantallas quejarse
de que no tenemos tiempo.</span></span></p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: verdana;"><br />
</span></p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: verdana;"><span face="Verdana, sans-serif"><span style="font-size: 11pt;">La
cantidad de contenido que ofrece la web es infinito, seguimos
navegando para alcanzar un objetivo completo que se sabe de antemano
que no se va a alcanzar. Esa necesidad imperiosa de descubrir ese
objeto fortuito rara vez se alcanza porque el sistema scroll unifica
una estructura plana, donde ante la posibilidad de abandonar el uso
del scroll ante un clic que te lleva a otra página te obliga a dudar
sobre si vale la pena o si nos vamos a perder algo verdaderamente
importante al salir -FOMO es el miedo a perderse algo, en inglés
fear or missing out-. Es un símil al ahogarse en un abismo de
información sin fin a la vista. Esa sensación de economía de la
atención genera una nueva palabra, “infoxicación” -sobre
saturación informativa insulsa, que nos hace creer que es
trascendente- explotando en nuestras mentes la sensación de
automaticidad. Es un comportamiento automático no accesible a través
de la conciencia. </span></span>
</span></p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: verdana;"><br />
</span></p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"></p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="font-size: x-small;">La
prisa es un estilo de vida. Se vive instalado en la pronto manía en
que todos, en mayor o menor medida, escroleamos con nuestro teléfono
móvil. De esta manera, la percepción de que el tiempo se nos
escurre de las manos genera la situación de encontrarnos con gente
que está siempre apurada y ansiosa, que no para, que no tiene
tiempo, que solo habla de él o ella, que apenas pregunta por tí,
generando una sensación de tristeza y aburrimiento. Pero confunde,
muchas veces uno cree que esas personas obtienen un prestigio por no
tener tiempo, no, solo tienen la necesidad de contarte esas cosas
para que creas que en su situación de inmediatez no hubiera lugar a
un mañana. Esa velocidad generalmente es sinónimo de mala gestión
del tiempo, de olvidos y de desequilibrio personal. Scroll significa
desplazarse y dejar pasar la vida es no saber observar lo que ocurre
en el presente. No siento culpa, ni los envidio. Me han servido de
inspiración en esta entrada porque el egoísmo y agobio que profesan
como estilo de vida oculta un vacío más que latente que no lo
arreglan haciendo creer que corren aunque no sepan siquiera donde
ir...</span></span></p><p></p>deltrecehttp://www.blogger.com/profile/15325515799974951450noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2853855794446685912.post-28937528001389005802024-01-13T01:51:00.000-08:002024-01-14T04:18:36.155-08:00Una carta guardada, un buen signo de sol<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhr_wpivqscxmy1vaxv8bqGNh15lPLFjhZJnzn8U08ERKWMac-EV9h6EN-0D-DTNVhnbL_ZghT6tBvtVvawUjVSWHAdHNziZX6iWwqpVi9g5ugpsktJfs1ypQVXVaH5R30LWifAKNpPzPT7S9UMo6el1ObyzuRoUQBKb7Ww7bufKyFe9Tj9W13IfBrBrz2k/s967/571---escribir-entrada.jpg" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="392" data-original-width="967" height="163" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhr_wpivqscxmy1vaxv8bqGNh15lPLFjhZJnzn8U08ERKWMac-EV9h6EN-0D-DTNVhnbL_ZghT6tBvtVvawUjVSWHAdHNziZX6iWwqpVi9g5ugpsktJfs1ypQVXVaH5R30LWifAKNpPzPT7S9UMo6el1ObyzuRoUQBKb7Ww7bufKyFe9Tj9W13IfBrBrz2k/w400-h163/571---escribir-entrada.jpg" width="400" /></a></div><p></p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-size: 11pt; text-align: left;"><span style="font-family: verdana;">"Se llama escribir. ¿Te acuerdas? Sabes, los niños ya no saben como hacerlo, muchos de ellos. Escriben en el teclado o imprimen. O chatean en el móvil".</span></span></p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><span face="Verdana, sans-serif"><span style="font-family: verdana; font-size: 11pt;">Toni Morrison</span></span></p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><span face="Verdana, sans-serif"><span style="font-family: verdana; font-size: 11pt;"><br /></span></span></p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><span face="Verdana, sans-serif"><span style="font-family: verdana; font-size: 11pt;">Deberíamos
comprender -de una buena vez- que lo que ganamos en rapidez, tal vez
lo perdamos en salud mental. El avance de las tecnologías es
imparable pero debemos intentar esforzarnos para confraternizar
nuestras experiencias -los que la tenemos- de haber sido analógicos
y digitales. La búsqueda del equilibrio tal vez se persiga en todos
los órdenes de la vida y ya jugados, tal vez sea una de las tantas
utopías perseguidas. Pero en lo que se refiere a la escritura se ha
visto interferida por el proceso tecnológico. Escribir a mano se
hizo tedioso, poco práctico porque el entorno -si lo dejamos- nos
arrebata campo de acción. Hay que volver a la escritura a mano, a la
“artesanal”, lo digo tan suelto de cuerpo mientras encaro el fin
de este párrafo en mi Word habitual.<span></span></span></span></p><a name='more'></a><p></p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: verdana;"><br />
</span></p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><span face="Verdana, sans-serif"><span style="font-family: verdana; font-size: 11pt;">Se
antoja improbable que en nuestra vida diaria abandonemos la
tecnología para volver a escribir a mano. Todo se basa en teclados o
tabletas. Lo manuscrito parece encerrado en la fantasía de sostener
un mundo interior o momentos puntuales donde todos los “aparatos”
estén fuera de nuestro alcance. Por mas cuadernos o anotadores que
contemos a nuestro alcance y que un bolígrafo nos acompañe a donde
vamos, todo nuestra información se encierra en notas en el teléfono
u ordenador, aplicaciones o agendas tecnológicas. Y cuando escribo a
mano, el resultado es horroroso, de tan irreconocible que se volvió
mi letra, a la media hora no puedo acordarme que es lo que quise
apuntar. Ni mi médico de cabecera me puede ayudar, todo tiene un
límite de comprensión, supongo que pensará.</span></span></p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: verdana;"><br />
</span></p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><span face="Verdana, sans-serif"><span style="font-family: verdana; font-size: 11pt;">La
vida cotidiana está poniendo en riesgo de extinción el escribir a
mano. Además de la proliferación de ordenadores, teclados,
teléfonos y tabletas, al escribir nos hemos acostumbrado a códigos
de comunicación que acortan las palabras e interfieren en el léxico.
Acabar con la escritura a bolígrafo, lápiz o lapicera empobrece el
lenguaje, lo simplifica, generando construcciones gramaticales
erróneas que determinan que cada vez se habla peor. Escribir no deja
de ser un acto intelectual y al hacerlo manualmente, la velocidad no
es tanta como en el uso de tableros, y entonces era posible
desarrollar el uso de memoria para retener las palabras dictadas o
escuchadas. Haciendo la prueba de tratar de seguir el ritmo de una
voz que dicte, es de destacar que perdemos capacidad de retención de
esa voz, a pesar de tener velocidad en el teclear, perdemos capacidad
de retención de la información, lo que se dice memoria operativa.
La letra, que ingresa por varias vías, ayuda a retener el mensaje y
facilita los aprendizajes.</span></span></p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: verdana;"><br />
</span></p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><span face="Verdana, sans-serif"><span style="font-family: verdana; font-size: 11pt;">El
reciclaje neuronal depende en parte de la práctica adquisición de
la lectura y la escritura a mano. Se pierde también plasticidad
cerebral, prestando poca atención a las cosas. Somos la sociedad del
relámpago. A pesar de que la ciencia confirma que la escritura a
mano mejora la comprensión lectora, no parece pesar, porque la
apatía ha llevado a leer solo whasapps o mensajes de redes. Los
exámenes a estudiantes desnudan la escasa capacidad de
interpretación de textos. Las mismas zonas motoras cerebrales que se
activan con la lectura, casualmente coinciden al momento de escribir
a mano. No se activan con la escritura en el teclado. Las personas
que son buenas leyendo lo son también escribiendo. Además la
combinación de lectura y escritura a mano colabora con la
integración de toda la información que recibimos. Tal vez allí
resida la causa de porque todo parece efímero en estos tiempos, la
información parece licuarse de nuestro cerebro, no se retiene, no se
desarrolla un bagaje cultural al ser precisos buscadores en internet
pero no en nuestro pensamiento interno, fracasamos en mantener la
información.</span></span></p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: verdana;"><br />
</span></p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><span face="Verdana, sans-serif"><span style="font-family: verdana; font-size: 11pt;">Volcando
mis temáticas a la literatura, varios escritores conservan el hábito
de los apuntes a mano, a pesar de volcarse a la comodidad de los
ordenadores para sus trabajos. Suelen escribir a mano sobretodo
cuando la forma del texto aun no está definida. Es más fácil
revisar sobre esa escritura para que termine de germinar las ideas en
ese proceso de transformación. La experiencia de escribir frases a
mano permite recorrer otro mundo que la tecnología va cercenando.
Las palabras son impulsos que requieren de la abstracción, síntesis,
creatividad, sensaciones e independencias. Igualmente las nuevas
generaciones de escritores determinan que se puede lograr la misma
intensidad del brote de frases al ritmo propio y continuar el rito
creativo. La mayoría de los escribientes a mano son autores
“analógicos” como Eduardo Mendoza, Toni Morrison, Kazuo
Ishiguro, Mario Vargas Llosa, Paul Auster, Orhan Pamuk, Jumpha
Lahiri, Junot Díaz y varios más, solo nombrando escritores que aún
viven. El ritmo de sus manos induce al ritmo de sus pensamientos,
tantas veces la cadencia de escribir a pulso ayudará la velocidad
del pensamiento. Luego se da que lo escrito previamente en sus
“mentes” es imposible retenerlo y son sus manos las que ayudan a
la evacuación intelectual. Es de envidiar el sentir esa prolongación
en ese proceso. El resto nos adaptamos a todo, hay que ver lo que se
gana y se pierde en ese camino de redes que tal vez no se
bifurquen...</span></span></p><p>
</p><p><br /></p><p><br /></p>deltrecehttp://www.blogger.com/profile/15325515799974951450noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2853855794446685912.post-15600342497139390192024-01-06T06:02:00.000-08:002024-01-06T06:02:53.976-08:00Llegaron ya los Reyes y eran tres<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgri3DtjcfquRJ5nfFI5T1932X0h1VjG1xCMbHx7lzZI3Fro7Y-uFE0OBeXORNPz8ayJaP0vOrVXJKV3JfTj-s_anMOyHm5gA3CWFBd35Z_3fDlJBfyugc94R6zv2MmDtG6HlsPjYZg_FprRNUAaZXS6U7U_okiRkDVgEOSrzdLDxCKWik_0BpPpTMhL_41/s995/570---Reyes-entrada.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="405" data-original-width="995" height="163" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgri3DtjcfquRJ5nfFI5T1932X0h1VjG1xCMbHx7lzZI3Fro7Y-uFE0OBeXORNPz8ayJaP0vOrVXJKV3JfTj-s_anMOyHm5gA3CWFBd35Z_3fDlJBfyugc94R6zv2MmDtG6HlsPjYZg_FprRNUAaZXS6U7U_okiRkDVgEOSrzdLDxCKWik_0BpPpTMhL_41/w400-h163/570---Reyes-entrada.jpg" width="400" /></a></div><p></p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"> “<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="font-size: 11pt;">Solo
el misterio nos hace vivir. Solo el misterio”.</span></span></p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="font-size: 11pt;">Federico
García Lorca</span></span></p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><br />
</p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span><span style="font-size: 11pt;">Cuentan
y juran que la iniciativa comenzó con un consenso generalizado. Tras
la experiencia grupal del “Travieso Elfo de la navidad” -nueva
chorrada de tradición, lo cual no explicaré en que consiste-, el
grupo de padres quiso hacer algo similar para el día de Reyes. La
situación era fácil, ponerse de acuerdo en repetir un detalle para
todos los chicos. Pero el Elfo metió la cola o las piernas largas,
ya que algún padre no respetó la consigna. Si se trataba de agregar
una caja de doce </span><span style="font-size: 14.6667px;">lápices</span><span style="font-size: 11pt;"> de color en la bolsa de cada niño en el
colegio, más de un padre o madre prefirieron regalar una marca o
calidad distinta al de la mayoría. Tal vez sea bueno para los niños,
saber que en la vida hay muchas diferencias. Lo malo es comprobar que
lo que en un pasado representó una fiesta religiosa, emotiva y
nostálgica pasó a ser la obsesión por consumir, la competición
entre adultos, el nicho para las carencias afectivas y atención, la
sobre estimulación de niños consentidos y mal criados y la enorme
carencia para sostener la capacidad de frustración del niño que
siempre llega -y varias veces en un mismo día-. Los regalos de Reyes
parecen que se alejan cada vez más del deseo de los niños, que son
insaciables.<span></span></span></span></span></p><a name='more'></a><p></p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><br />
</p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="font-size: 11pt;">Parece
que los regalos van más allá de ser un obsequio. Es una carrera
continua por faltarle el respeto a los límites. Los padres prefieren
ser colegas de sus hijos, entonces hacen caso a pie juntillas de las
extensas cartas -que ya son catálogos- con los pedidos de los críos.
Se debe evitar la frustración de que no les llegue lo pedido. No
importa que no se vaya utilizar. Total, en esta sociedad de imagen
que confeccionamos, suena ideal poder regalarlo luego en una
actividad benéfica y quedar como un excelente samaritano. No se
detiene nadie a reparar que esa lista solicitada por su hijo/a suele
estar desconectada de lo que en verdad desea. Por eso es habitual y
ya no sonrojante para los testigos, ver como abren un regalo y salen
corriendo a abrir otro sin mirarlo, sin explorarlo o darse cuenta
para que sirve. De esta manera, se contribuye a generar una sociedad
de insatisfechos. Pero lo grave es que lo son sin saber porque.</span></span></p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><br />
</p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="font-size: 11pt;">El
momento de la ilusión al abrir regalos parece ser el culmen para un
padre. No tuve la oportunidad de experimentarlo. Supongo que es un
momento único, emotivo y entrañable. Se necesita filmar las caras,
los momentos, el éxtasis. El niño lo sabe y ya abre el paquete
mirando el móvil y haciendo caras. El reallity está instalado en
nuestras actitudes. La felicidad se demuestra siendo el influencer de
la familia. Normalizamos desde temprano una conducta consumista,
preparamos el terreno desde el llano para que la psicoterapia entre
en la vida del pequeño/a a la hora de las frustraciones de la vida.
Lo peor es la falsa memoria que generan estas fechas. Los niños,
dependiendo de sus edades, no han de recordar lo que recibieron aquel
día. Son los padres los que le recordaran miles de veces lo que han
recibido, de ahí la construcción de la falsa memoria. </span></span>
</p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><br />
</p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="font-size: 11pt;">Sigmund
Freud se refirió a este momento como amnesia infantil, atribuyendo a
una represión mental sobre eventos que aunque parezca mentira,
pueden ser definidos como traumáticos. Las experiencias se pueden
olvidar porque no han sido almacenadas con suficiente consistencia,
el cerebro está aún inmaduro, la promoción y desarrollo de nuevas
neuronas contribuirán a borrar los recuerdos de los primeros
tiempos. Esta explicación de la teoría de Freud como mínimo se
desarrolló al principio del siglo pasado, cuando la actitud ante los
regalos no estaba aún explotada. Es de imaginar cuanto puede
repercutir en el niño ese tipo de amnesia en esta época de desborde
ambivalente en lo económico, afectivo o sentimental. El niño ha de
recordar la magia de navidad, de los reyes, del ratoncito Pérez o
del conejo de Pascuas, pero no podrá tener registro -por suerte- de
cada año, de cada evento.</span></span></p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><br />
</p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="font-size: 11pt;">De
mis regalos de niño prácticamente no conservo recuerdos. Sí de
algunos momentos específicos, que marcaron algo de mi niñez.
Primero, que la carta era escueta, no había listas en ella. El
scalextric fue el regalo estrella que he recibido, pero como tal,
tardó años en llegar a casa. No recuerdo frustración al comprobar
que el paquete de cada año era de menor tamaño que de esa pista
legendaria de carrera de coches. Tal vez sabíamos o nos habían
inculcado que en la vida no siempre se obtenía lo que uno deseaba o
merecía. La satisfacción por recibir un regalo primaba ante la
frustración. Una pelota de futbol era bien recibida, los balones
debían durar hasta que se pinchaban definitivamente. Un libro
también era un aporte esencial que demostraba lo sabio que eran
aquellos tres reyes de Oriente. La belleza de tocar un paquete antes
de abrirlo y no tener idea de lo que podía contener soliviantaba la
frustración posible de no recibir lo pedido. El misterio también se
encerraba en los paquetes, ahora el niño va decidido a confirmar que
lo recibido lo ha pedido y si se sorprende con algo fuera de la
lista, lo deja de manifiesto, apartándolo o no disimulando por la
presencia “absurda” de una camiseta o abrigo.</span></span></p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><br />
</p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="font-size: 11pt;">Volviendo
a mi niñez, el segundo regalo estrella fue tal vez el último. Sería
rondando mis diez años, imagino. La insistencia de solicitar la
bicicleta no iba a alterar mi rutina al confeccionar la carta. Tarde
o temprano, los caminos de Oriente conducirían a mi casa. Se me
hacia saber tantas veces que aún no tenía edad para lo solicitado y
que los Reyes eran sabios, que verían cuando sería el momento ideal
para cumplir. La expectativa iba en aumento con el correr de los
días. Las cábalas conducían al logro definitivo de ese regalo
preciado. Como todas las vísperas me fui a dormir temprano,
respetando las reglas, fundamentalmente la de unos zapatos en la
puerta de casa bien limpios.</span></span></p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><br />
</p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="font-size: 11pt;">El
misterio del sueño sigue siendo algo indescifrable, la cuestión es
que ni bien comenzada mi vigilia, me despertó algún ruido. En la
oscuridad se detectaba una charla nada amistosa. Una de las voces
-masculina- parecía irremediablemente la de mi padre. Se quejaba,
algo le dolía. Con esa brusquedad dialéctica de su raza, rompió
definitivamente la tranquilidad de la noche. De entre los ruidos que
iban en aumento, creía reconocer una cadena de bicicleta en
movimiento. Pero mi padre, con contundencia, y ante un nuevo tropiezo
con un mueble, le advirtió a la otra voz, que resultó ser la de mi
madre, que “mañana mismo le decimos la verdad”. Esa frase me
hizo ruido, habré estado parte de la noche tratando de sortear una
explicación convincente a lo sucedido.</span></span></p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><br />
</p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span><span style="font-size: 11pt;">Hoy,
cuarenta y siete años después no creo tener reminiscencias de mi
triste descubrimiento. Es la mejor anécdota que puedo contar sobre
esas fechas mágicas. No hubo decepción al comprobar por la mañana
que había recibido -como los ruidos vaticinaban- la ansiada
bicicleta. Mi padre no me dijo nada en especial, comenzó el proceso
madurativo para al poco tiempo conversar sobre “mi”
descubrimiento. Si se cumplían o no los deseos, no pedíamos
cuentas. </span><span style="font-size: 14.6667px;">Éramos</span><span style="font-size: 11pt;"> solo niños, no nos sacaban fotos ni videos al
recibir los presentes. Habitábamos un universo mágico pero con
menos imágenes, menos objetos, menos deseos y mejor aceptación de
un varapalo. Lo que recuerdo de aquellos tiempos era que los niños y
los adultos vivíamos en mundos ajenos entre nosotros, existiendo ese
espacio común donde nos encontrábamos. Mis padres eran mis padres,
era impensado tratarlos como colegas o desatar en ellos nuestra ira
caprichosa. No hay frustración ni reproche en el recuerdo. Temo que
de decirlo en voz alta, estos adultos consentidores e inmaduros que
me rodean, digan que eso no era así y quieran romper la verdadera
magia de una leyenda festiva...</span></span></span></p><p>
</p><p><br /></p><p><br /></p>deltrecehttp://www.blogger.com/profile/15325515799974951450noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2853855794446685912.post-88302528711871707582023-12-25T13:16:00.000-08:002023-12-31T13:20:00.022-08:00Disfrutando su noche de paz<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiCY5xOTSfMYjdotuEJrPegkSaRgcyUl_XJC8elnZ0QVCAAxiGZsQWmoyxUJyykKrCdU0YlrVtPx8eIsH-_c4TOEpY1wJY4hatx7n2WKQ8YK3dAD_Na5ZRNfeywmztdFZOptn8sLrspeaGgxpMnftjSss3f4Na3PQFa6eqUgphacXId51BsBgkXZD57imjr/s984/569---la-navidad-entrada.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="400" data-original-width="984" height="163" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiCY5xOTSfMYjdotuEJrPegkSaRgcyUl_XJC8elnZ0QVCAAxiGZsQWmoyxUJyykKrCdU0YlrVtPx8eIsH-_c4TOEpY1wJY4hatx7n2WKQ8YK3dAD_Na5ZRNfeywmztdFZOptn8sLrspeaGgxpMnftjSss3f4Na3PQFa6eqUgphacXId51BsBgkXZD57imjr/w400-h163/569---la-navidad-entrada.jpg" width="400" /></a></div><p></p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="font-size: 11pt;">"La
palabra Dios para mí no es más que la expresión y el producto de
la debilidad humana; la Biblia es una colección honorable, pero
primitiva, de leyendas no obstante bastante infantiles. Ninguna
interpretación, por sutil que sea, puede (para mí) cambiar eso".
</span></span>
</p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="font-size: 11pt;">Albert
Einstein.</span></span></p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><br />
</p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="font-size: 11pt;">A
través de una pincelada de recolección de datos, la mezcolanza
desconcierta. No por la variedad de dudas, datos o contrapuntos, sino
porque a pesar de las numerosas contradicciones del relato, es la
historia que mas ha cuajado y arraigado en “nuestro” universo.
Existen cuatro mil doscientas religiones en el mundo y son miles de
creyentes que adoran a sus propios dioses. Estas religiones también
se contradicen entre ellas. El porcentaje de cristianos arrastra a
mas del treinta por ciento de la población mundial a creer en Jesús
de Nazaret. Cuanto mas se ahonda en su historia, más divergencias
arroja. Pero un hermetismo férreo persiste por los siglos de los
siglos y sin el pecado original de la duda.<span></span></span></span></p><a name='more'></a><p></p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><br />
</p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="font-size: 11pt;">Los
expertos en estudios bíblicos le confieren un carácter de leyenda a
como viven las navidades los cristianos, católicos, protestantes o
evangélicos. Se entiende la necesidad de encriptar una historia para
que se cumplieran las profecías según la cual el Mesías pertenecía
a la estirpe de David que había nacido en Belén. Una historia
condimentada con simbolismos que parece agradar a niños y grandes y
repetirla en el tiempo. A nadie importa que Jesús de “Nazaret”
haya nacido en “Belén” -a los judíos se los designaba o por el
nombre del padre o por el lugar de nacimiento. Jesús debería
haberse llamado Jesús de José o Jesús de Belén, algo que no
aparece en ningún texto evangélico-, hayan huido sus padres al
desierto para evitar que se cumplieran los designios de Herodes que
quería matar al niño, y por ende a todos los niños menores de dos
años. Ese Herodes, también graficado por los expertos o teólogos
que su muerte se registró al menos cinco años antes del nacimiento
de Cristo. Es decir que en este bloque, conviven tres inexactitudes
que desmoronarían otro tipo de historia. En este caso, vaya a saber
porque la potencia afirmativamente.</span></span></p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><br />
</p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span><span style="font-size: 11pt;">Si
la figura de Cristo existió, nació cinco años antes de Cristo.
Datos de registros astronómicos de las antiguas civilizaciones
chinas, proponen que un cometa observado durante setenta días en el
año V antes de la era común, justificaría la existencia de “la
estrella de Belén” que menciona Mateo -quién como discípulo
contemporáneo llegó a escribir su evangelio ochenta años después
de Cristo- y que </span><span style="font-size: 14.6667px;">guio</span><span style="font-size: 11pt;"> a los tres reyes magos al lugar de nacimiento
de Jesús. Para lo cual, Jesús debió haber nacido entre el 9 de
marzo y el 4 de mayo del año cinco AC. Otro dato que arroja
confusión es que al nacer, había pastores en la región que velaban
y guardaban las vigilias de la noche sobre su rebaño. Los pastores
no sacan al ganado en pleno invierno. Lo poco que sabemos no va más
allá de lo que cuentan los evangelios y algunas otras referencias. Y
algunos historiadores defienden que no existió un Jesús histórico
sino que el personaje surgió de la reinterpretación de otras
deidades anteriores, también nacidos de una virgen un veinticinco de
diciembre, fecha que era habitualmente fijada por diversas
religiones, por su cercanía con el solsticio de invierno.</span></span></span></p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><br />
</p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="font-size: 11pt;">La
leyenda de la Navidad conserva la añoranza del ser humano de
detenerse una vez al año para celebrar su humanidad, la vida, para
pregonar por la paz, hacer un intervalo para pedir perdón, aunar
deseos para ser mejores personas y aceptar a nuestros semejantes. Se
trata de un compendio de significados espirituales y humanos que
atañen a conceptos simbólicos como la familia, de la felicidad por
poder estar juntos. La importancia de la Natividad continúa
residiendo en la fuerza de ese simbolismo. El misterio del origen de
un personaje esencial y de importancia mundial durante siglos
asociado con la fundación de la gran religión monoteísta, el
cristianismo, no pudo ser reemplazado por las diversas ideologías
que han existido. La misericordia que siembra en su doctrina y a los
que sus fieles incurren en pecar y tropezar no por eso, pierde fuerza
en sus convicciones. Las contradicciones, tan denunciadas en estos
tiempos, son consentidas y acomodados los hechos reales a las eternas
discusiones teológicas de cada momento de nuestra existencia. Tal
vez la figura de Jesús signifique el ideal de la humanidad, el ansía
de que nuestra vida no termine en la tumba y a pesar de que en el
nombre del cristianismo se libraron guerras, inquisiciones y
exterminios se impongan los sentimientos de vida que superen a los de
la muerte y que el hombre esté predestinado a la felicidad y no al
dolor. Sobran los motivos para reconocer que la humanidad se ha
encargado de devorar dioses. Ernesto Sábato decía que no se puede
estar lúcido todo el tiempo. Tal vez estas fechas permitan la
distracción sobre los datos recogidos que refutarían la leyenda y
seguir destacando a la navidad como esperanza que preserve a cada
persona como un ser sagrado y libre...</span></span></p><p>
</p><p><br /></p><p><br /></p><p><br /></p>deltrecehttp://www.blogger.com/profile/15325515799974951450noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2853855794446685912.post-34111681510272285362023-12-22T15:42:00.000-08:002023-12-22T15:42:30.025-08:00Será que las cosas no vuelven al mismo lugar, pero igual te espero<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiTgu9X_0kdHTu55c7kJ4Uk3KzDRh6nHc7RbJ2fgVKacsGyqtftGwdNGw7_Z94rFMr1bThsjyWqyLx0fLlqlS7SbRoJUkTNi_S_LcAWCB7BDs2Jhs18rjvO0BDX3S1Al5tiOa_gjDNt_gZAfL8tUYObUPWAK36ZgWS-O-chzJIsv3Re0B-re5yUNu4GLjoW/s979/568---la-vida-entrada.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="393" data-original-width="979" height="160" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiTgu9X_0kdHTu55c7kJ4Uk3KzDRh6nHc7RbJ2fgVKacsGyqtftGwdNGw7_Z94rFMr1bThsjyWqyLx0fLlqlS7SbRoJUkTNi_S_LcAWCB7BDs2Jhs18rjvO0BDX3S1Al5tiOa_gjDNt_gZAfL8tUYObUPWAK36ZgWS-O-chzJIsv3Re0B-re5yUNu4GLjoW/w400-h160/568---la-vida-entrada.jpg" width="400" /></a></div><p></p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="font-size: 11pt;">Al
final de la batalla, </span></span><span style="font-family: Verdana, sans-serif; font-size: 11pt; text-align: left;">y
muerto el combatiente, vino hacia él un hombre </span><span style="font-family: Verdana, sans-serif; font-size: 11pt; text-align: left;">y
le dijo: “¡No mueras, te amo tanto!” </span><span style="font-family: Verdana, sans-serif; font-size: 11pt; text-align: left;">Pero
el cadáver ¡ay! siguió muriendo.</span></p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="font-size: 11pt;">Masa,
de César Vallejo</span></span></p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><br />
</p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="font-size: 11pt;">La
filosofía es uno de los pilares del pensamiento. Plantea las
condiciones básicas de como es y de como deberíamos ser los humanos
y el mundo. Nos enseña a pensar y desarrolla nuestra ética. La
filosofía corre con ventaja con respecto a la ciencia, ya que está
última podemos decir que es de uso reciente. En el medio está la
educación, que nutre a ambas doctrinas. Pensar y aprender a
descubrir es al mismo tiempo, atributos para la filosofía y ciencia.
“La vida no examinada no valía la pena vivirla”, afirmaba
Sócrates. Es de sabios conocernos a nosotros mismos. La aceptación
es un duro ejercicio diario y el reconocer el propio dolor al formar
un colectivo es un aprendizaje del que no se siempre se puede crecer.
A veces el dolor o la experiencia vivida no lo permite.<span></span></span></span></p><a name='more'></a><p></p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><br />
</p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="font-size: 11pt;">En
la literatura es difícil discernir cuando un personaje de ficción
tiene una identificación con lo que es el autor. Muchas veces las
experiencias vividas no son reflejadas en la escritura y en otras
oportunidades, se decide escribir sobre las experiencias para
liberarlas y compartirlas. No hay receta para los tiempos. Hay veces
que el escritor es como el filósofo o el científico, buscador del
sentido propio. Si la literatura no lo es todo, no es nada. Como
decía Kafka, la literatura debería darnos no solo una
representación total del mundo como así también, una rendición de
cuentas del propio interior del escritor. El mundo en su totalidad y
la situación en particular del escritor dentro del mundo. De este
modo, la literatura debe ser complementaria de la filosofía, la
comprehensión -o mas reconocida como comprensión- del hombre
-genérico de la persona humana- deja paso a mostrar lo individual
con otras palabras y otras perspectivas que la interpretación
filosófica. Parece un poco lío explicar este complemento.</span></span></p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><br />
</p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="font-size: 11pt;">En
esta dicotomía Jorge Semprún buscó la recuperación de su vida
como prisionero en el campo de concentración de Buchenwald -en
Weimar- en la música, poesía, arte, en las mujeres, en la política,
y mucho tiempo después, en la literatura personal. Primo Levi
escogió el camino inmediato, para tener fresco el vocabulario que
reflejara lo terrible de su experiencia en un campo de concentración.
Semprún necesitaba recobrar primero la vida antes de recobrar la
escritura, la mirada del mundo y su mirada se enfrentaban,
coexistiendo. Transformado por sus vericuetos distractivos, la
sorpresa y el asombro de escribir cincuenta años después -en 1995-
“La escritura o la vida” como se apagaron las chimeneas de los
hornos crematorios marca para siempre la lectura de las experiencias
en un campo de concentración. La experiencia de la propia muerte no
se puede vivir, nos incluye a todos, pero apenas podemos vivir la
experiencia del que muere en nuestro entorno. El humo de esas
chimeneas mostraba una experiencia que no se podía contar desde
adentro, pero ese humo constataba que la vida de muchos prisioneros
solo escapaba a través de esa chimenea. Semprún se reencuentra con
la imagen de si mismo para asumir ese estado absurdo de estar vivos y
proyectarnos en un futuro que sea tolerable imaginar el recuerdo de
un pasado atroz. Y lo logra, nos lo trasmite.</span></span></p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><br />
</p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="font-size: 11pt;">En
un cine italiano de Locarno mientras esperaba la proyección de una
película, Semprún reconoce en las imágenes del noticiero una
secuencia de campos de concentración, que supone sin reconocer que
también incluían a Buchenwald. Al verlas las reconoció solo por
haberlas vivido. Lo perturbador para él fue esa diferencia entre lo
visto y vivido. Hasta ese momento había evitado imágenes
cinematográficas ya que las de su propia memoria, surgían cada
tanto de manera perturbadora, como un recorrido anamnésico o un
relato de un exorcismo propio. Esas imágenes de su intimidad se
volvían ajenas, el silencio del cine objetivaban la pantalla. De esa
manera se sustrajeron así los procesos de memorización y de censura
propios de Semprún para dejar de ser su bien y su tormento para ser
imágenes de una realidad desmedida que ya no alcanzaban con sus
propios recuerdos. Todo había sido verdad, no era un sueño. Y debía
contarlo.</span></span></p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><br />
</p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span><span style="font-size: 11pt;">La
filosofía es el hombre </span><span style="font-size: 14.6667px;">planteándose</span><span style="font-size: 11pt;"> cuestiones acerca de sí mismo.
Ese pensamiento contemplativo se pone al descubierto a través de la
acción. La paciencia de Semprún le permite discernir el libro sobre
la mirada de horror con la que lo juzgaron sus liberadores en
Buchenwald. “Has sobrevivido”, no se ha vuelto a ver en un espejo
ni se siente responsable por estar vivo, no tuvo la culpa de
sobrevivir. Algunos lo han hecho y debía reconstruirse para vivir la
plenitud tras esa especie de muerte por estar vivo. De esta manera
logra reconstruir un alma muerta, sin escapar de la muerte, la
atraviesa. Recorriendo los vaivenes de la memoria para llegar al
fondo de algo, tal vez muy oculto, porque tuvo que insistir tanto. El
formato del “aparecido” le ha permitido exponer los hechos que
sucedieron en el campo de concentración y en su vida posterior. El
libro está dominado por otras incrustaciones que son las presencias
de otras voces en el texto, imprescindibles para la constitución del
relato. César Vallejo, Louis Aragon, Baudelaire, Heidegger, Rafael
Alberti, André Malraux, Schelling, Primo Levi, René Char, Hegel,
Kafka, Wittgenstein, Brecht o Paul Celan ayudan a la reflexión no
solo sobre la estadía en Buchenwald sino sobre la posibilidad de
narrar sobre el holocausto. “La escritura o la vida” se centra en
el antes, durante y después de Buchenwald, en un recorrido muy duro
pero imprescindible. “Así como la escritura liberaba a Primo Levi
del pasado, a mí me hundía en la muerte”. Semprún escogió tras
la inspiración de Levi liberarse de la muerte recorriéndola de
punta a punta…</span></span></span></p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><br /></p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><span style="text-align: left;">“</span><span style="font-family: Verdana, sans-serif; text-align: left;"><span style="font-size: 11pt;">No
poseo nada, salvo mi muerte, mi experiencia de la muerte, para decir
mi vida, para expresarla. Tengo que fabricar vida con tanta muerte. Y
la mejor manera de conseguirlo es la escritura. Sólo puedo vivir
asumiendo esta muerte mediante la escritura, pero la escritura me
prohíbe literalmente vivir.”</span></span></p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="font-size: 11pt;">Jorge
Semprún</span></span></p><p>
</p><p><br /></p><p><br /></p><p><br /></p>deltrecehttp://www.blogger.com/profile/15325515799974951450noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2853855794446685912.post-53100747800946655092023-12-13T23:44:00.000-08:002023-12-15T23:48:14.706-08:00Mil veces y una más juraste que ibas a crecer<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh4eUCz5864nfGWtXLn64SxZ4pOdLStBFiLUvey9YvgGya6MXK4AcgmzCGkcd2-Crmo1fLvLYVLHUnDatJr4OexUGPY9giPirj48fAr7EksQ_kfJsxE2Ky1kXUjpg1bRQVdjXmgkIdpzKYDZZbJkZ2Lmjp_0R_UsYVpZS-NRc6Cg8gLRahM25DR7ocxlMYT/s981/567---Polarizaci%C3%B3n-entrada.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="395" data-original-width="981" height="161" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh4eUCz5864nfGWtXLn64SxZ4pOdLStBFiLUvey9YvgGya6MXK4AcgmzCGkcd2-Crmo1fLvLYVLHUnDatJr4OexUGPY9giPirj48fAr7EksQ_kfJsxE2Ky1kXUjpg1bRQVdjXmgkIdpzKYDZZbJkZ2Lmjp_0R_UsYVpZS-NRc6Cg8gLRahM25DR7ocxlMYT/w400-h161/567---Polarizaci%C3%B3n-entrada.jpg" width="400" /></a></div><p></p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;">“<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="font-size: 11pt;">Cuando
odiamos a alguien, odiamos en su imagen algo que está dentro de
nosotros”.</span></span></p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="font-size: 11pt;">Hermann
Hesse.</span></span></p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><br />
</p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="font-size: 11pt;">Las
tornas se estabilizaron negativamente en el no discutir -en su
concepción democrática-, persuadir o convencer a los que piensan
distinto. Las reglas del debate político y social están demode, el
discurso alineado está situado en el inquebrantable “pero tu más”
y en la dialéctica de la descalificación basada en la ofensa. Los
argumentos escasean y solo se apoyan en el insulto, en la diatriba y
en el maniqueísmo. Nos dejamos llevar por la ira o por la pasión
enceguecida. Esa división política y enfrentamiento basado en
identidades es un fenómeno muy instalado que establecen bloques
irreductibles y se denomina “polarización”.<span></span></span></span></p><a name='more'></a><p></p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><br />
</p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;">“<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="font-size: 11pt;">Igual
que las drogas, son adictivas porque activan ciertos receptores
cerebrales, lo mismo ocurre con ciertos contenidos polarizantes”,
escribe en su informe libro “La vida secreta de la mente” del
neuro científico Mariano Sigman. La polarización no es solo
política -que tiene que ver con las ideas políticas-, crece también
la afectiva, afectando la vida colectiva. El pensamiento es muy
rígido o se vuelcan a grupos con una valoración radical para, en el
fondo, pensar menos, delegar nuestro sentido de pertenencia. Se
genera un severo problema de convivencia e incomunicación, donde el
absolutismo moral radicaliza las ideas y solo se busca en los demás
una confirmación despótica de los propios prejuicios y creencias.</span></span></p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><br />
</p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="font-size: 11pt;">No
se trata simplemente de una falta de acuerdos. Las sociedades se
comprenden de una serie de desacuerdos pero lo que se manifiesta en
estos tiempos es una desconfianza mutua. Existen una multiplicidad de
diferencias que hacen que las personas perciban que la sociedad
estará conformada por “nosotros” contra “ellos”. La
viabilidad del grupo solo dependerá de la derrota del otro, y la
radicalidad no sólo esperará la derrota sino una incondicional
rendición. Los argumentos pierden y ganan los sentimientos. Por eso
no nos sentimos identificados ante opiniones válidas de personas con
las que no congeniamos. Compramos un todo para intentar llenar un
vacío específico, pero acaba siendo apenas una excusa para no
pensar, para no ampliar los horizontes mentales. </span></span>
</p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><br />
</p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="font-size: 11pt;">Una
de las consecuencias más evidentes de la polarización vigente es la
ruptura, volcándonos solamente hacia lo que sabemos y a quienes
conocemos. Esa ruptura nos llevará inevitablemente a un aislamiento,
facilitando que tengamos visiones estereotipadas y simplistas del
“otro”. Se genera una deshumanización del rival, considerando
que no es de fiar en ningún aspecto. Al pasar a ser todo una
cuestión de supervivencia por sobre el “otro” no podemos aspirar
a un consenso -proceso que resuelve problemas de manera pacífica-.
El conflicto funciona cuando se fomenta y se apoya el conflicto y se
puede ver al otro como una persona compleja, capaz de multiplicidades
que no dejan ser legítimas sus preocupaciones, aunque no se
compartan. El entendimiento es una quimera.</span></span></p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><br />
</p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="font-size: 11pt;">Todo
posicionamiento político es un posicionamiento partidista. Entonces
el neutral es situaciones de injusticia, al no adherirse en forma
partidaria pasa a ser cómplice. No nos permiten opinar desde sí
mismo, deben tener un soporte político que lo legitime. De la
pandemia en adelante, los sobrevivientes experimentan un
comportamiento colérico en la diferencia. Las redes sociales
funcionan como una cámara de eco, los algoritmos se encargan de
aislarte ofreciéndote información afín y solo opiniones que
refuercen tus creencias. El nuevo X que reemplaza a Twitter ahora
radicaliza de otra manera, en tu muro personal ahora cree conveniente
matizar con opiniones de las que consideran que te son enfrentadas,
descartando al pluralismo por imposición de lo polarizado que
deslegitima otras posturas. </span></span>
</p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><br />
</p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="font-size: 11pt;">El
autoritarismo, populismo y nacionalismo identitarios se vuelven
atractivos. Esta tendencia se registra en un momento social donde se
proyecta una sociedad inclusiva donde se garantice el derecho y
libertades para todos sus integrantes. Somos sociedades de polos
opuestos, donde las partes opuestas no están situadas en polos de
opinión opuestos, sino que llegan a lo mismo en forma distinta.
Resquebraja la calidad institucional de una sociedad. Para evitar
preguntarnos el porque de determinados fenómenos que surgen
políticamente, el primer ejercicio de moderación es determinar no
como llegó al poder sino que ha hecho la otra parte para que ese
fenómeno haya tenido ese ascenso. Sería la única manera sensata de
poder tender puentes a la normalización democrática y que el otro
no sea siempre el origen y fundamento de todos los males y del poco
compromiso comunitario reinante...</span></span></p><p>
</p><p><br /></p><p><br /></p><p><br /></p>deltrecehttp://www.blogger.com/profile/15325515799974951450noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2853855794446685912.post-51870294653158627432023-12-06T02:37:00.000-08:002023-12-13T02:40:11.916-08:00Rosa, Rosa, pide lo que quieras<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgwrdlK8N__aL7Xk828LSaHR43_tV7jhtoPamZhUFB_eEmcW1izxDRoh4wJRyzcaxEn_kSdfmGMn_U9m6t_o7vmD6IM3p5VTyn4VUXZM9L4oeB7LwM9L2sW1jp4Y67EYJZl1EqKqCHf2EhzFZLVpT4hTYuBNrzMHORxBReOQw8XuNGGCxsoYX4s3ktLAwaL/s990/566---Rosas-entrada.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="423" data-original-width="990" height="171" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgwrdlK8N__aL7Xk828LSaHR43_tV7jhtoPamZhUFB_eEmcW1izxDRoh4wJRyzcaxEn_kSdfmGMn_U9m6t_o7vmD6IM3p5VTyn4VUXZM9L4oeB7LwM9L2sW1jp4Y67EYJZl1EqKqCHf2EhzFZLVpT4hTYuBNrzMHORxBReOQw8XuNGGCxsoYX4s3ktLAwaL/w400-h171/566---Rosas-entrada.jpg" width="400" /></a></div><p></p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;">“<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="font-size: 11pt;">La
belleza puede ser tanto lo que no deseamos cambiar como adonde
deseamos ir, la brújula o más bien la estrella polar del cambio”.</span></span></p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="font-size: 11pt;">Rebecca
Solnit en “Las rosas de Orwell”.</span></span></p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><br />
</p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;">“<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="font-size: 11pt;">En
la primavera de 1936, un escritor plantó rosales”. Como un guiño
literario, cada capítulo del ensayo “Las rosas de Orwell” de la
ensayista Rebecca Solnit se inicia con esta frase recordatoria. Las
rosas conforman una brújula prodigiosa, un hilo conductor en
apariencias lejano a la obra de un escritor, George Orwell, quién
enfatizó en su basta producción la crítica como transformación
social. Su semblanza se convierte en algo diferente para Solnit,
quien elabora una biografía no biográfica para encontrar nuevos
ángulos en la vida del autor de “1984” o “Rebelión en la
granja”, vinculados con la naturaleza y el mundo de los sentidos.<span></span></span></span></p><a name='more'></a><p></p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><br />
</p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="font-size: 11pt;">La
bibliografía de Rebecca Solnit es heterogénea pero con un hilo
invariable como reflexión entre relación política, artística y
espiritual del ser humano con su entorno. Leer a Orwell desde un
ángulo distinto es llamativo. Su dedicación a la jardinería no
como activista sino como placer reparador y la posibilidad de
hilvanar en la novela metáforas e imágenes esenciales de un
estereotipo de amor y belleza como la rosa con el totalitarismo de su
producción, comercialización y consumo. Recordar lo esencial que
sigue siendo en un sistema productivo y capitalista el poder de la
naturaleza y la supervivencia física y espiritual. George Orwell,
con muy mala salud, era un naturalista amante de la vida, como
certeza ineludible y esperanzadora de que, a pesar de todo, seguimos
siendo humanos. </span></span>
</p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><br />
</p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="font-size: 11pt;">La
rosa posee múltiples simbolismos: pasión, seducción, atracción,
esperanza y amor. Sus espinas también arrojan variadas
connotaciones, como dolor y sufrimiento. Para las miradas optimistas,
las espinas dan rosas porque alguien debe defender la belleza. A la
rosa se la vincula con la transparencia de los sentimientos, el amor
romántico o el misticismo religioso. El aroma de las rosas también
arrojan significación, en este caso la buena suerte o su vínculo
con la limpieza y sobre todo, espiritualidad. Pero detrás de las
buenas intenciones y agradables estereotipos, existen historias que
no se suelen contar. La precarización laboral detrás de la
producción masiva de esta flor contradice sus ideales de marketing y
publicidad, como así también las estrictas normas medioambientales.
De ahí que Rebecca Solnit establece conexiones inesperadas entre la historia
de las flores con la de Orwell en épocas tan distópicas, ya que la
característica principal de la biografía del escritor inglés fue
la de poder ver y denunciar una parte importante -imposible ver
todas- de las contradicciones de su época y de su propia biografía.</span></span></p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><br />
</p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;">“<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="font-size: 11pt;">Las
rosas de Orwell” es un ensayo que despierta la curiosidad y arroja
permanentes datos informativos que se desconocen. A la vez que expone
datos de botánica, la trascendencia humana, los sistemas de
producción, sucesos relevantes de la historia reciente y la manera
con que las vivió y reflejó George Orwell, tanto en su propia
educación, concepción o testigo clarificador en su bibliografía.
El propio análisis del concepto orwelliano, que en su mayoría de
acepciones se utiliza de forma polémica. La palabra que deriva de
nombres -epónimo- refleja como se socava el significado del uso de
las palabras. No son solo engañosas sino burdamente engañosas.
Orwelliano se refiere a ocultar hechos atroces a través de la
palabra para dominar los pensamientos, por lo que el término en
realidad no refleja lo que necesitó trasmitir el escritor británico.
Se utiliza el concepto orwelliano para reflejar una idea de opresión
y oscuridad totalitaria, pero Solnit nos permite ampliar el concepto
sobre una concepción positiva, que se basa en el amor, dedicación
familiar, a la naturaleza salvaje y el amor físico -entre otros- lo
que aprecia que orwelliano debería ser considerado como un antídoto
contra el sombrío discurso de los ideólogos absolutistas. Sabíamos
lo que aborrecía Orwell, era el momento para conocer lo que amaba o
necesitaba para vivir.</span></span></p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><br />
</p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="font-size: 11pt;">No
hay dos George Orwell, como no hay dos acepciones de sus novelas o
ensayos. Eso podría ser la conclusión del ensayo de Rebecca Solnit. Se
puede alternar una vida de educación burguesa y reflejo de la
injusticia de las clases sociales, de acción y reflexión política
intensa con períodos largos de reclusión familiar y problemas
mundanos. Cultivar un jardín y ser testigo de la explotación humana
y la malformación manipuladora de la palabra corresponden a la misma
persona. La rosa simboliza lo mejor de la naturaleza al tiempo que su
manipulación refleja parte de lo peor del capitalismo. El ícono
presente de la rosa en escudos, canciones o himnos, no refleja en
realidad parte del colonialismo salvaje, explotación humana y
esclavitud de personas y del mercado. Es un ensayo que da luz, aporta
aire en un clima que en realidad agobia. Eso es la literatura, dejar
puertas abiertas y que los lectores se animen a abrirlas, eso merece
esta desordenada reseña que no es reseña. Es decir, una entrada
orwelliana en el mal concepto...</span></span></p><p>
</p><p><br /></p><p><br /></p><p><br /></p>deltrecehttp://www.blogger.com/profile/15325515799974951450noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2853855794446685912.post-53875974032910404912023-11-30T04:18:00.000-08:002023-11-30T04:18:45.644-08:00Ya no nos queda ni un segundo y no te has desvestido aún<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhqkbxv9g7t-GEzqmedHunHY5LW0ttpv-reX-dlWz5hG5r8p_9B0Ktl5G-G5DdTj7nIEmMlQ2R85TgJ91NHE56DeI_ehrtIyQ57i9toWa9rA2QvIs_8XyaBS3N3WvpOXhwHUkEBTzcUAuwwyzgdwMutJ4NZ8JecfdnjUTqBYuc97JMgW1B9k56bQjxsPwdU/s935/565%20-%20rapidez%20copia.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="340" data-original-width="935" height="145" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhqkbxv9g7t-GEzqmedHunHY5LW0ttpv-reX-dlWz5hG5r8p_9B0Ktl5G-G5DdTj7nIEmMlQ2R85TgJ91NHE56DeI_ehrtIyQ57i9toWa9rA2QvIs_8XyaBS3N3WvpOXhwHUkEBTzcUAuwwyzgdwMutJ4NZ8JecfdnjUTqBYuc97JMgW1B9k56bQjxsPwdU/w400-h145/565%20-%20rapidez%20copia.jpg" width="400" /></a></div><p></p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;">“<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="font-size: 11pt;">Hice
un curso de lectura rápida y fui capaz de leerme Guerra y paz en
veinte minutos. Creo que decía algo de Rusia”.</span></span></p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="font-size: 11pt;">Woody
Allen</span></span></p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><br />
</p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="font-size: 11pt;">El
mundo que habitamos desestima cada vez más el espacio para la
reflexión y la pausa. De la boca grande salen frases e idearios
grandilocuentes que manifiestan la intención de proyectar a un largo
plazo pero, confirmadísimo, somos apenas portadores de una visión a
muy corto plazo. Se esperan soluciones rápidas, generalmente
obtenidas por pulsiones o recursos ventajosos que no anticipan el
problema a futuro. Vivimos entonces sometidos al paso del tiempo, no
podemos controlarlo ni encontrar el término medio o el equilibrio.
Para triunfar en un mundo veloz hay que saber disminuir la velocidad.<span></span></span></span></p><a name='more'></a><p></p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><br />
</p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="font-size: 11pt;">La
cultura de la velocidad nos lleva a quemar etapas antes de tiempo.
Creemos que el vértigo nos da experiencia, cuando en realidad, el
vértigo distrae. Pasamos de una actividad a otra, como buscando más
adrenalina que justifique que somos habitantes de una sociedad que
privilegia la cantidad de experiencias por sobre su calidad. La
velocidad de lectura también se ha convertido en un recurso precioso
más que preciso. Absorber información con eficiencia aprovechando
al máximo la capacidad de procesamiento parece olvidar una arista
esencial, la comprensión. El “speed reading” es una técnica
para leer más rápido de lo habitual, pero sin olvidar que se debe
comprender el texto. El objetivo será que la persona aprenda más
rápido, sean más productivos y de paso, gestionen eficientemente su
tiempo. Se supone que si se reduce el tiempo de comprender el texto,
se tendrá mas tiempo para otras actividades. La productividad es la
capacidad humana mas requerida y provechosa.</span></span></p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><br />
</p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="font-size: 11pt;">No
debemos olvidarnos que una lectura rápida requiere un máximo grado
de comprensión en un menor tiempo posible. Sucede que en la
definición, por leerla demasiado rápido, nos salteamos la palabra
comprensión. En muchas ocasiones, se utilizaba esta lectura rápida
luego de haber realizado una lectura exhaustiva, a manera de repasar
conclusiones. Pero la velocidad bendita paso a descartar la
exhaustividad considerando que con rapidez se puede hallar lo
esencial en un texto. Esas técnicas se apoyaban en un conocimiento
previo que permitía esa agilidad de lectura. El problema radica en
que la velocidad adoptada descartó la esencia del conocimiento
previo. Vivimos con pocos marcos de referencia por lo que las nuevas
relaciones o conceptos no tienen punto de apoyo. Por eso no nos dimos
cuenta que necesitamos y extrañamos un aprendizaje significativo.</span></span></p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><br />
</p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="font-size: 11pt;">La
velocidad es un concepto que no determina eficiencia. La
investigación requiere de lectura activa, conexiones con el
conocimiento previo, enfoques diferentes y la adaptación a cada
objetivo ante cada situación de lectura. No olvidar que la lectura
es una forma de terapia que ralentiza a la vez que agiliza,
fortaleciendo la concentración y la atención. La aceptación de
técnicas como la de lectura rápida estará avalada en situaciones
concretas: la necesidad de entender un texto de forma superficial o
en la obligación de leer en menor tiempo ante una necesidad. No
salteemos etapas, no sigamos alimentando el concepto que leer es
detenerse, leer es esperanza y dicha palabra proviene del latín
esperare, es decir que es una actividad de la que se espera. En el
caso de la lectura, el speed reading, podcasts, aprender un idioma en
forma acelerada, estudiar unidades y no libros, lectura en escaneo,
en F, cursos para memorizar más rápido nos arrebatan el tiempo del
disfrute y del esfuerzo. Nos olvidamos que se trata de una labor
intelectual...</span></span></p><p>
</p><p><br /></p><p><br /></p><p><br /></p><p><br /></p>deltrecehttp://www.blogger.com/profile/15325515799974951450noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2853855794446685912.post-10282940372437925252023-11-27T00:49:00.000-08:002023-11-27T00:59:18.584-08:00Soy carcelero de tu lado más grosero<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhUtsM3jrvH9exoJ2Jy4fGOpl8dikIw_m9n0dkURLPKFFRk6d_W6uQOfYnf01XyzHK2DPBQSjpOb7QbtbeElJVGamSfMMMnK-nWz4Sg8A2XpafNfIht2BbHucoylfkthi4kjXNNp5jXPPsq9opBIquSo6YTXd8hIeI2a93aXm4Dj2eqlc2e7UvPqUWpSKTP/s991/564---sensibles-entrada.jpg" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="397" data-original-width="991" height="160" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhUtsM3jrvH9exoJ2Jy4fGOpl8dikIw_m9n0dkURLPKFFRk6d_W6uQOfYnf01XyzHK2DPBQSjpOb7QbtbeElJVGamSfMMMnK-nWz4Sg8A2XpafNfIht2BbHucoylfkthi4kjXNNp5jXPPsq9opBIquSo6YTXd8hIeI2a93aXm4Dj2eqlc2e7UvPqUWpSKTP/w400-h160/564---sensibles-entrada.jpg" width="400" /></a></div><p></p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: verdana;">“<span face="Verdana, sans-serif"><span style="font-size: 11pt;">Nada
es más peligroso que la verdad en un mundo que miente”.</span></span></span></p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><span face="Verdana, sans-serif"><span style="font-family: verdana; font-size: 11pt;">Nawal
El Saadawi – Escritora egipcia (1931-2021)</span></span></p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: verdana;"><br />
</span></p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><span face="Verdana, sans-serif"><span style="font-family: verdana; font-size: 11pt;">En
tiempos de lo políticamente correcto, por el afán de la no
discriminación se acaba discriminando a través de la presunción.
La verdad de la realidad, ejemplificada en sus extremos, suele ser
mal vista. No se define como verdad porque se esté en lo cierto,
sino por que todas las conductas -buenas o malas- están
presentes en la humanidad desde el minuto cero de la convivencia del
ser social. Se defiende si o si lo que es correcto pero una serie de
“veedores” parecen ser los encargados de decirnos que se puede
decir o hacer, no decir o no hacer en aras de la corrección y no
herir sensibilidades. En literatura se denominan “lectores
sensibles” y la discusión se centra en si se arremete contra la
creatividad promoviendo la mediocridad de decir solo lo que sienta
bien escuchar o leer.<span></span></span></span></p><a name='more'></a><span style="font-family: verdana;"><span face="Verdana, sans-serif"><span style="font-size: 11pt;"> </span></span>
</span><p></p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: verdana;"><br />
</span></p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: verdana;"><span face="Verdana, sans-serif"><span style="font-size: 11pt;">Alguno
puede pensar que esta nueva figura pueda ayudar a que se publique
mejor literatura pero en realidad su función es la de buscar texto
ofensivo o problemático, representaciones equivocadas, sesgos,
estereotipos o falta de comprensión. Además de buscar resguardarse
de eventuales repercusiones negativas y cubrir riesgos, la literatura
se ve limitada a no ofender. Infinidad de obras artísticas perduran
en el tiempo por la característica distintiva de haber incomodado.
La aceptación de la figura del “lector sensible” pone en riesgo
que ante las sucesivas sugerencias sobre lo que debe ir o no en un
texto literario, el mundo se explique en lo que debería ser y no en
lo que en realidad es. La incógnita es desvelar si estamos ante un
riesgo de censura a la libertad de expresión o si en verdad, es un
aporte necesario ante la divergencia existente. </span></span>
</span></p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: verdana;"><br />
</span></p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><span face="Verdana, sans-serif"><span style="font-family: verdana; font-size: 11pt;">Ante
la perspectiva de un cambio, el ser humano es adicto a establecer
diagnósticos de radicalidad con contundencia, lo que se denomina el
miedo al cambio. La sensación de que una sociedad plural se
construye con todas las voces no resulta fácil de sostener, sobre
todo en estos días. El problema parece estar centrado en si es o no
limitante todo aquellas recomendaciones que hoy se multiplican y
quien puede tener validez moral a la hora de precisar las
incorrecciones utilizadas en la convivencia diaria. El fin de una
época aciaga en las que unos pocos decidían sobre lo que se podía
hablar y sobre como había que hacerlo -los censores- parece ser
reemplazada por un cambio de sensibilidad que detecta a cada paso,
cosas por demás incómodas. La duda se centra en la trascendencia
que toma quien tiene el foco del poder por sobre la obra artística y
determina que es o no buen gusto o necesidad de representar lo
correcto sobre un colectivo, una minoría o sobre el buen hacer de
las conductas humanas y sus morales.</span></span></p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: verdana;"><br />
</span></p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><span face="Verdana, sans-serif"><span style="font-family: verdana; font-size: 11pt;">Para
enfrentar la manipulación del lenguaje se estaría utilizando un
tono aséptico. La trascendencia inusitada de griterío en redes
sociales se contradice con la intención de que todos puedan ser
escuchados en la comunidad digital. Al acceder a una voz se encontrará
de todo, lo que está bien y lo que está mal, como en la botica de
la vida. El discurso del odio circulante es intenso e incesante.
Entonces de evitar la censura se accede a una cultura de la post
censura. Se corre el riesgo de olvidar de escuchar a quien siempre se
ha silenciado. Es necesario entender a los otros, los que no opinan
como nosotros. La empatía que nos deberían generar “los otros”
ayudaría a ampliar, pluralizar y democratizar todos nuestros
imaginarios arraigados. El premio tendría que ser el ayudarnos a
formar parte de una sociedad consecuente con su pluralidad interna.</span></span></p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: verdana;"><br />
</span></p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><span face="Verdana, sans-serif"><span style="font-family: verdana; font-size: 11pt;">El
arte atrae una considerable energía censora donde la pluralidad lo
que está consiguiendo es que se atente contra ella. La apropiación
cultural presume de amenazar una producción literaria en nombre de
la profundidad de las convicciones. La literatura y el arte sostenían
la existencia del otro y de sus ideas e ideales. La utilización más
sostenida de los lectores sensibles, personas que revisan textos
buscando aspectos que puedan herir sensibilidades de determinados
colectivos permite que se le preste una atención equivocada a la
obra de arte. Oscar Wilde, el marqués de Sade, Charles Bukowski,
Phillip Roth, Michel Houellebecq, Michel Foucault, Pablo Neruda,
Arthur Rimbaud, Antonio Escohotado, Jaime Bayly, Ernest Jünger, Ezra
Pound, T.S. Elliot, Thomas Mann, Louis Ferdinand Céline, Foster
Wallace y tantos otros artistas sufrieron el mundo mas que el mortal
promedio y en sus voces quedaron inmortalizados varios de los
clásicos de los tiempos, polémicos muchos de ellos, donde lo
abyecto reclama un valioso lugar en la estética universal de la
literatura. En el visionario “1984”, George Orwell utilizaba la
policía del pensamiento para controlar el raciocinio de los
ciudadanos; hoy se debe intentar que los lectores sensibles no se
constituyan en los dueños de la ficción...</span></span></p><p><br /></p><p><br /></p>deltrecehttp://www.blogger.com/profile/15325515799974951450noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2853855794446685912.post-78060935537195690702023-11-11T02:35:00.000-08:002023-11-13T02:38:29.437-08:00Y dicen las hojas del libro que más leo yo<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhsAO-7fnataF5pY4gNMtyvvCPO_l7ZWtrSyp-J-nnR2Xc2kXGDUJsdyMiShF_pqKtPKXuHZU5S5LLx50rEuWZrpIxe3c7kTSGiy6_8-NYGW1h-yRMukrV4-9nkkMKaHqApjgqccI8P_IM2eFDGrtOaMRXGXHUKxEG4V3Cu2crt6m7mE7kE3G0uoDw7Gd6Y/s978/563---bibliotecas-entrada.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="401" data-original-width="978" height="164" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhsAO-7fnataF5pY4gNMtyvvCPO_l7ZWtrSyp-J-nnR2Xc2kXGDUJsdyMiShF_pqKtPKXuHZU5S5LLx50rEuWZrpIxe3c7kTSGiy6_8-NYGW1h-yRMukrV4-9nkkMKaHqApjgqccI8P_IM2eFDGrtOaMRXGXHUKxEG4V3Cu2crt6m7mE7kE3G0uoDw7Gd6Y/w400-h164/563---bibliotecas-entrada.jpg" width="400" /></a></div><p></p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;">“<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="font-size: 11pt;">Nunca
presté libros, porque nadie los devuelve jamás; los únicos libros
que tengo en mi biblioteca son los que me han prestado otras
personas”.</span></span></p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="font-size: 11pt;">Anatole
France -Premio Nobel de Literatura año 1921.</span></span></p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><br />
</p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="font-size: 11pt;">El
territorio ficcional de cualquier época se convierte en un presente
sólido. La literatura no tiene tiempo, es un eterno presente que se
activa a través de la lectura y ocurre por encima de la existencia.
Para los que somos apasionados lectores nos define como una forma de
bibliografía clandestina, porque nuestros libros son parte de una
memoria secreta, de un inconsciente que aloja pasiones entre lo
mundano y lo sagrado. La transfiguración de las palabras que
conservan un valor simbólico fuerte conforman el poder del lenguaje.
Ese poder se almacena, se guarda en un sector del hogar y se lo
define como biblioteca. Y si lo pensamos bien, la memoria es nuestra
biblioteca mental, allí atesoramos recuerdos, máximas, enseñanzas,
cometidos. Es parte de la misma esencia, solo que no todos deciden
coleccionar sus libros.<span></span></span></span></p><a name='more'></a><p></p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><br />
</p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="font-size: 11pt;">Para
Umberto Eco, una biblioteca personal debería almacenar la mayor
cantidad posible de conocimientos que se desconozcan. Este tipo de
definición se adaptaría al concepto de biblioteca pública, es
difícil suponer que en “nuestros” anaqueles acumulemos mas
libros no leídos que los repasados. La biblioteca personal suele ser
un reflejo de lo que su propietario ha leído o querría leer. La
valoración de una persona es elevada si sus libros han sido leídos
aunque hayan voces que consideren que alimentar una biblioteca
personal sea una vanidad, más si se acumularan textos aún no
leídos. Existen innumerables vocablos referidos a la afición por
coleccionar libros, siendo tal vez los más conocidos “abibliofobía”
-el miedo irracional a estar sin libros-, “bibliopata” -enfermo
por el libro- o “Tsondoku” -dejar un libro sin leer después de
comprarlo-. La palabra “bibliófilo” encierra a todo aquel amante
o aficionado a los libros, en cuyas páginas encuentra un medio
esencial para comprender la vida.</span></span></p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><br />
</p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="font-size: 11pt;">En
todo caso, una biblioteca se construye a lo largo de los años. Y un
ítem a tener en cuenta es como distribuimos los libros. Se antoja
necesario mantener un orden, una disciplina o forma de distribuir los
libros en los distintos estantes. Opciones sobran, aunque siempre
parece prioritaria la manera de separar los autores por orden
alfabético. Algunos optarán por mantener aparte y diferenciados a
los libros no leídos, otros utilizarán los colores tradicionales de
las editoriales como separador, algunos le colocarán una pegatina de
un color determinado en el lomo para diferenciar continente, estilo,
país, grupos temáticos o el detalle que se le ocurra; estarán los
que separe los ejemplares de acuerdo al momento de la vida que los
fue adquiriendo o conociendo; algunos preferirán separar el
contenido de acuerdo a las nacionalidades presentes en la escritura y
muchos se dejarán llevar por el más absoluto caos que genere un
orden. También estarán los que aprovechen los vericuetos de la
biblioteca para ordenar de acuerdo al aprovechamiento del espacio. En
todo caso, el instinto de su dueño generará el estilo de biblioteca
que se desea tener.</span></span></p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><br />
</p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="font-size: 11pt;">Todos
tenemos un libro de cabecera o un autor de referencia. Su ubicación
en la biblioteca personal se antojará esencial, central como
material de referencia aunque no se vuelva a utilizar. Según Roberto
Calasso, las bibliotecas guardan un carácter evidente de
“involuntaria confesión” donde el mapa mental de las pasiones y
preferencias del dueño de los libros encuentre el método adecuado
para lucir su colección literaria. Cada uno construirá su
biblioteca en relación con si mismo, y en relación a como
reconocemos y vivimos en el mundo. También, quizás sin darnos
cuenta, en una necesidad que perdura en el tiempo, que es la de
expresar sobre lo que hubiéramos querido vivir por sobre lo que
estamos viviendo. Los libros nos definen, y la biblioteca -como las
sociedades-, constituyen un tejido de relaciones. En la variedad de
estilos e ideas se destaca la amplitud lectora.</span></span></p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><br />
</p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="font-size: 11pt;">Cada
libro nos enriquece y enriquece la biblioteca. Podemos organizar y
catalogar nuestro espacio personal -en mi caso toda lectura va
acompañada con fichas del autor-, podemos utilizar los argumentos
que mas nos compensen en ese momento -algunos suelen variar de
sistema con el paso del tiempo- porque algunos consideramos a la
biblioteca como algo cambiante por sobre lo estático. Podemos
reutilizarla o simplemente abandonar los libros a su suerte, a que
alguna persona cercana descubra un buen libro en un recorrido
accidental por sus estantes. Una biblioteca suele despertar
curiosidad o intriga. Como todo “lugar vivo” luchará por
organizar el caos a través de una lectura del mundo. La manera que
se escoja para ordenarla será novedosa pero secundaria. La vida que
nos rodea es parte de nuestra lectura y el libro que necesitemos
encontrar, aparecerá ante nuestra vista aún cuando tengamos la
biblioteca más desordenada del planeta...</span></span></p><p>
</p><p><br /></p><p><br /></p><p><br /></p>deltrecehttp://www.blogger.com/profile/15325515799974951450noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2853855794446685912.post-89143042650647755162023-11-04T07:04:00.003-07:002023-11-04T07:04:38.905-07:00Pero a la vez existe un transformador que se consume lo mejor que tenés<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjkkXBeLX1aGYf-vpKDFoHSpt7HyqNS9AcP5ZGP1r29aRXi1WbyomsdQBeZ2Nq1uSI2oxEx5uuBUGkICUwS5IrpZKHWMKB_hn-1bEKOrSwN_v5ZSY2orBEmwQ89JRkWcEt_YBvA1QveS5-q_xDWh_760009q6hgtcN_ak5_K7rSj3DSd4tNvCD1v1t9Q_qW/s995/562---voz-intelectual.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="418" data-original-width="995" height="168" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjkkXBeLX1aGYf-vpKDFoHSpt7HyqNS9AcP5ZGP1r29aRXi1WbyomsdQBeZ2Nq1uSI2oxEx5uuBUGkICUwS5IrpZKHWMKB_hn-1bEKOrSwN_v5ZSY2orBEmwQ89JRkWcEt_YBvA1QveS5-q_xDWh_760009q6hgtcN_ak5_K7rSj3DSd4tNvCD1v1t9Q_qW/w400-h168/562---voz-intelectual.jpg" width="400" /></a></div><p></p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"> “<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="font-size: 11pt;">La
carencia de un conocimiento cierto acerca de cuanto narra es uno de
los errores más graves del artista, capaz de dar por tierra con él”.</span></span></p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="font-size: 11pt;">Pio
Baroja</span></span></p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><br />
</p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="font-size: 11pt;">Todos
tenemos una voz literaria, el problema es determinar si resulta
atractiva. Aceptarla para potenciarla parece ser la primera
confidencia que no te develan en un taller literario. Todo ejercicio
retórico estará sostenido por una voz, el secreto parece ser
saberla utilizar. No escapa a las generales de la vida, debemos
emplear un estilo para vivir, por ende, es un ejercicio similar para
escribir. Lo esencial parece ser saber escribir correctamente, con el
tiempo el fundamento se arropa en tener una historia y saber como
contarla. La ensoñación que abriga la creación literaria
necesitará una voz y un idioma que se adapten al exterior de un
cuerpo y no que la voz sea parte interna de su figura.<span></span></span></span></p><a name='more'></a><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="font-size: 11pt;"> </span></span>
<p></p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><br />
</p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="font-size: 11pt;">Si
respetamos las formas corremos el riesgo de sostener una uniformidad.
Esto significa que lo que nos atrae de ciertos escritores es que
rompen los moldes, que trasgreden formas, que generan un auto estilo.
En un taller de iniciación se suele acallar la propia voz para
adaptarse al canon del taller. Es una trampa acceder a las formas
tradicionales literarias. Para poder aprender debemos renunciar a la
propia singularidad. En el mejor de los casos, topamos con un
verdadero maestro que nos pule las asperezas, modismos o excesos,
respetando esa forma personal que llevamos y arrojamos sobre la mesa
conjunta. Al avanzar en el taller, al compartir lo que un moderador
quiere oír, estamos tergiversando nuestra idiosincrasia verbal. Lo
mismo sucede con las redes sociales, debemos adaptarnos a lo
funcional del sistema para sentirnos integrados, aceptados. Al
abandonar nuestras incorrecciones o incoherencias, muchas veces
estamos desdoblando nuestra personalidad, generando tal vez un
trastorno literario. Esa bipolaridad que suena a un correctivo con
grageas. </span></span>
</p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><br />
</p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="font-size: 11pt;">Predomina
la obsesión de saber cuanto gusta esa voz. En mi interior
agradecería formas más osadas, estilo muy propio de molde roto. Me
gusta lo que escribo pero aspiro a escribir de otra forma. Tal vez
esta voz externa sea muy parecida a la interna, tantas veces
contenida o reprimida por el saber hacer y estar. Reniego de la falta
de osadía aunque este estilo para muchos suene sincero, creíble y
fiable. Pero en ese estilo me reconozco, y el escribir pasa ser una
prolongación burocrática y aseptizada mía. Retornando a Pio
Baroja, la lucha de un escritor pasa por forzar el idioma para
expresarse a su manera. Mis gustos me obligan a escribir como
escribo, mi falta de aceptación me conduce a la quimera de creer y
exigir que puedo hacerlo de mejor forma, rompiendo esa monotonía
universal de sentirnos parte de ceros bien a la izquierda.</span></span></p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><br />
</p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="font-size: 11pt;">La
intuición puede ser el antídoto de la inseguridad de un escritor.
Si la voz se sostiene en el tiempo con los matices de la evolución
de un estilo, es de asumir que uno tiene la voz que tiene. Esa
intuición se apoyará en la inspiración para seguir sacando voces
escritas que no conformen porque el ser nuevo no aparezca -tal vez
nunca lo haga- pero el gusto de la coherencia de estilos lleva a la
inevitable y coherente decisión de saber que eres lo que escribes.
Mi actitud analítica potencia esta escritura a la vez que
presuntamente mate a la que quisiera que aflore. Pero fuera de una
regularidad o estructura me debilito. Es un molde demasiado
esmerilado que no se termina de romper; en contrario se sigue
moldeando de acuerdo a esas normas. Es ese ir sobre seguro aunque no
conforme.</span></span></p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><br />
</p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="font-size: 11pt;">Tal
vez escribir sea uno de los actos mas presuntuosos. Aspiramos a ser
vanguardia, a abrir brechas en formas de caminos. Cada párrafo debe
lucir fulgente como antorcha que no desnude una belleza abaratada por
el inconformismo. Si escribo así es porque es mi forma de seguir en
la brecha, generando un autismo evidente que al no tener detractores
sea yo mismo quien recurra a lo amorfo, disonante o rechazado de esa voz, estilo, intuición o inspiración. “Lo feo de hoy suele
ser lo bello de mañana” afirmaba Adorno. Es mi voz una verdad
dolorosa con traumas que me sostiene en esta línea de conducta y
si es lo feo o incompleto de hoy, no es tan desfigurada o desgarrada como para
aspirar a encontrar -por fin- un arte bello en un mañana...</span></span></p><p>
</p><p><br /></p><p><br /></p>deltrecehttp://www.blogger.com/profile/15325515799974951450noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2853855794446685912.post-8512635146278989052023-10-29T16:24:00.001-07:002023-10-29T16:24:08.651-07:00Ojalá que llueva café en el campo<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjjFZEmJkXJLgH5u8zGOYZ8A9M1IVVwnH4SOTqyWQcTvrZfvorZPsmcBYwGlPLCg43aQLTS7ocPtWa5m45Rn6QwohxkOxKo8xugTKTyTs5yZc82L6cMmaoAO41NKaUtPXiktd0ulGVq7Sz97DrK0hyphenhyphenDfRM5LPz_FHxUh1mQ6HdXllAmp21mVF9aKQXCrjgk/s978/561---Cafe-entrada.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="396" data-original-width="978" height="163" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjjFZEmJkXJLgH5u8zGOYZ8A9M1IVVwnH4SOTqyWQcTvrZfvorZPsmcBYwGlPLCg43aQLTS7ocPtWa5m45Rn6QwohxkOxKo8xugTKTyTs5yZc82L6cMmaoAO41NKaUtPXiktd0ulGVq7Sz97DrK0hyphenhyphenDfRM5LPz_FHxUh1mQ6HdXllAmp21mVF9aKQXCrjgk/w400-h163/561---Cafe-entrada.jpg" width="400" /></a></div><p></p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;">“<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="font-size: 11pt;">Si
hay algo que me saca de mis casillas es si alguien dice que el café
ya está listo y no es así”.</span></span></p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="font-size: 11pt;">J.D.
Salinger</span></span></p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><br />
</p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span><span style="font-size: 11pt;">El
sabor es una experiencia multi sensorial que incluye, </span><span style="font-size: 14.6667px;">además</span><span style="font-size: 11pt;">, la
experiencia de la vista y el oído. Antes, la definición solo
contemplaba la cualidad de una sustancia percibida a través del
sentido del gusto. Los tiempos modernos ampliaron el concepto, el
sabor ahora depende de varios factores, la escenografía del lugar,
el momento, el clima que se pueda generar, los olores cercanos, la
presentación y hasta la música presente, digamos los componentes de
una cadena productiva. El viejo arte de ir a un bar o cafetería a
tomar un café corre el riesgo de ser más que vintage o retro, ahora
se estila el café de diseño o especialidad y las mil preguntas
previas del autómata vendedor -hablando con cadencia de entendido y
con una sonrisa- antes de dar tu taza con el producto terminado.<span></span></span></span></span></p><a name='more'></a><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span> </span></span>
<p></p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><br />
</p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="font-size: 11pt;">Aunque
parezca extraño, la mayoría de la gente no busca en las cafeterías
la química detrás de un sabor perfecto. El aroma a café en la
molienda es lo primero que nos atrae a los bebedores. El sabor es la
otra pata fundamental. ¿Pero la espuma o la flor o corazón que nos
dibujen con la leche en la taza es esencial? Como en botica, los
gustos son diversos. Los habrá que la cuestión estética es tanto o
mas importante que los otros componentes de un buen café. Estarán
los que como yo, tomamos sin rechistar el café que nos sirvan pero
no reparamos en la belleza floral o en la salud del corazón que nos
asignen. Y con respecto a la espuma, no hay nada más desagradable
que tomar el primer sorbo de la bebida y llevarte aire a la boca.</span></span></p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><br />
</p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="font-size: 11pt;">Instagram
tiene parte de culpa, los baristas o dueños de café de diseño
promocionan sus bondades a la espera de un me gusta que no garantiza
que se convierta en asiduo comprador, sino en seguidor. Pero la
imagen pasa por Instagram y un café ahora es imagen. Antes era una
charla con amigos, un momento de impasse en la jornada, un momento de
espera, una necesidad de compañía aun estando sólo, el compañero
del periódico o cigarrillo pero ahora es un arte. El café también
es un medio pero con interés distinto. Detrás del pocillo ya no se
encuentra el momento íntimo de tomar un café sino que se trata de
todo un combo de creatividad, consistencia y atributos visuales. Si
han llegado hasta aquí no les cabra duda que no parezco admirador de
estos cafés, si la bebida es rica no interesa su composición,
diseño u origen. El postureo marketinero -solo genera un valor
agregado al café por fuera- que acompaña a esta tradición, lo
desnaturaliza, lo infantiliza, nos pone en la obligación de
enfrentarnos frente a un espejo y preguntar si en un café también
es necesario la superficialidad.</span></span></p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><br />
</p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="font-size: 11pt;">Un
café de especialidad proviene su terminología del inglés
“specialty coffee”, como adjetivo para remarcar los cafés en
lote -provenientes de una finca concreta y se conoce el nombre del
productor-. El término se acuñó en los años setenta del pasado
siglo cuando se comienza a trabajar el café en lotes y no en
mezclados de origen. Es un fenómeno gastronómico que surge hace
diez años y los cafés de especialidad se caracterizan por la falta
de defectos y se definen por su trazabilidad -como se transforma el
grano hasta llegar a tu café-. Los especialistas se denominan
baristas y son preciados por su formación y conocimiento en la
materia. Las ventas del café de especialidad o gourmet ha aumentado
un dos mil por ciento en el último quinquenio. Reafirman su éxito
en que antes, el sesenta por ciento de café que bebíamos era malo,
muy malo.</span></span></p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><br />
</p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="font-size: 11pt;">Junto
con el te y el agua -aunque la cerveza también estaría en el top-
el café es la bebida mas popular en el planeta. Desde sus modestos
orígenes en el imperio Otomano generó bases, normas sociales y
culturales fomentando el progreso cultural. Siempre han sido
instituciones sociales, la tendencia actual lo asemeja a un lugar de
paso similar a las grandes superficies o cadenas conocidas, donde
predomina la imagen y no tanto la transformación social de
movimientos históricos. Las personas mayores de cuarenta años no
tienen la costumbre del café por que solamente les gustara, sino que
era considerada la puerta de entrada al mundo del adulto. Hoy se
acercan al café por la sofisticación de una calidad superior. El
impacto social se adapta a los tiempos donde la imagen es todo, donde
las exigencias son superiores y no se privilegia el contacto con el
entorno y los demás. Hay mucho de postureo aunque se agradece la
evolución y la mejora del café cotidiano...</span></span></p><p>
</p><p><br /></p><p><br /></p>deltrecehttp://www.blogger.com/profile/15325515799974951450noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2853855794446685912.post-5602556862103661462023-10-17T00:45:00.004-07:002023-10-17T00:45:42.261-07:00Te extraño cuando llega la noche pero te odio de día<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgqkdkpRC9eVMopLOMZkVh7AhdKpEyrdDpt1DwUFaLSFXx5v8DElHShk68HLAyykoJM962mMdYhL9NQk1fQ0enRQ0qJKCSzDmI4R_nCI05Z1083u2lAh2wQE0yFlC2U2kKce2dLzn7W9OUMBrOSfe_nqkSx3p-YbYHxaPx6Pb_Vp768R9VQCcPGTPRsxGwA/s976/560---sue%C3%B1os-entrada.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="397" data-original-width="976" height="163" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgqkdkpRC9eVMopLOMZkVh7AhdKpEyrdDpt1DwUFaLSFXx5v8DElHShk68HLAyykoJM962mMdYhL9NQk1fQ0enRQ0qJKCSzDmI4R_nCI05Z1083u2lAh2wQE0yFlC2U2kKce2dLzn7W9OUMBrOSfe_nqkSx3p-YbYHxaPx6Pb_Vp768R9VQCcPGTPRsxGwA/w400-h163/560---sue%C3%B1os-entrada.jpg" width="400" /></a></div><p></p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"> “<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="font-size: 11pt;">Escribir
es un modo de soñar, y uno tiene que tratar de soñar sinceramente.
Uno sabe que todo es falso, pero sin embargo, es cierto para uno”</span></span></p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="font-size: 11pt;">Jorge
Luis Borges</span></span></p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><br />
</p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="font-size: 11pt;">A
veces tratamos de interpretar los sueños. Como eternos buscadores de
quimeras o símbolos, tantas veces queremos que signifiquen otro tipo
de respuestas, como señales o mensajes. Queremos descubrir un
secreto, nos aferramos a la oniromancia para que un sueño nos
anticipe el futuro. En realidad son solicitudes directas que con
análisis pueden tener capacidad de respuesta. Desde el veinte de
agosto que no logro escribir en el blog. Bloqueos he tenido bastantes
a lo largo del tiempo. Mi estructura me obliga a mantener una
regularidad pero mi mente en momentos puntuales parece seca. Dejo
pasar los días a la espera de retomar la rutina. Pero en un momento
puntual, una noche sueño que debo enfrentar la hoja en blanco y
escribir. Ni soñando logré vencer esa resistencia. Y vaya por
donde, de esa preocupación al despertar, me encuentro escribiendo
sobre esto.<span></span></span></span></p><a name='more'></a><p></p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><br />
</p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="font-size: 11pt;">Un
sueño puede no tener ni pies ni cabeza pero siempre te dice lo que
realmente sabes sobre algo o lo que sientes. Tienen algún tipo de
significado, al menos para afinar tu camino o mostrar los asuntos
pendientes. Los sueños no se hacen realidad, son simplemente
verdaderos. Escribir bien es técnicamente sencillo, lo difícil es
tener una historia para contar. Contar una historia es el flujo de un
movimiento inesperado donde la incertidumbre, inminencia, sorpresa,
angustia, liberación, alegría o tristeza afinan las emociones
bloqueadas o reprimidas que nos dan voz. Si lo pensamos, lo mismo
pasa con los sueños. Imágenes encadenadas que nos quedan como
sucesos por nombrar y esclarecer. Soñar es escribir, escribir es
soñar; en ambos casos atrapamos señales o fugaces indicios que nos
causa y define como somos.</span></span></p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><br />
</p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="font-size: 11pt;">Soñar
es brindar detalles sobre cosas sobre las cuales estás en plena
oscuridad. Es por así decir, una obra sublime de la comunicación
metafórica. La escritura, por su lado, ocupa un lugar de privilegio
entre las técnicas utilizadas para destrabar emociones
proporcionando la autoconciencia necesaria para entrar en contacto
con los sentimientos y emociones que puedan estar bloqueados o
reprimidos. Un blog es la manera de abordar las emociones, un espacio
para el pensamiento donde se abren vías de reflexión. A través de
la escritura periódica intento recuperar mi voz y autoestima,
deshaciendo los nudos emocionales que me atosigan. Escribir parece
ser, en este caso, ir hacia atrás como si atrás estuviese adelante.</span></span></p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><br />
</p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span><span style="font-size: 11pt;">El
sueño no es una situación pasiva, es la base para revelar el
subconsciente. Soñar es la previa al despertar. Escribir es
despertar sentimientos en forma de pensamientos que comienzan a
formar un orden. La introspección esta presente en el sueño y en la
escritura. Ambos ejercicios revelan todo aquello que la persona
siente pero no reconoce en su plenitud, a través de un lenguaje
visual. Cuanto más ignoras un sueño, mas insistente se vuelve. Para
no llegar al nivel de recurrente, me siento frente al </span><span style="font-size: 14.6667px;">Word</span><span style="font-size: 11pt;">, hago de
mí mi propio terapeuta, enfrento el bloqueo y escribo estas escasas
dos carillas, pero me permiten volver al ruedo, desenredando parte de
la madeja que me paralizaba. La hoja en blanco que me encuentre
conmigo mismo, con mis caracteres y mis análisis respaldados de
pensamientos. Este instante para mí mismo tal vez permita que esta
noche puede regresar al análisis de otros sueños periódicos y
recurrentes, retomando la incertidumbre del inconsciente...</span></span></span></p><p>
</p><p><br /></p><p><br /></p>deltrecehttp://www.blogger.com/profile/15325515799974951450noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2853855794446685912.post-29036892387531334452023-10-10T06:40:00.001-07:002023-11-03T07:43:46.649-07:00Ah, tomate el tiempo en desmenuzarme<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjFXUkfhTZ-rmaVQuVOMfaTBlctzYJRHOQ_u8s1SM8CCavIiBjT7A9R91DEw0i_lbfJw6RSlk3n1q13fh_rZ7nleBAWlhBiTATAT4dqg197kk3HD1WR7j4QfLQ2qH357YWWguQsS8hrxRWBL51FJ-mbjZtNcxr5naOvQMAKfp9LCC-QFRw9QwNv8YKEo_bI/s1001/559---Simone-entrada.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="411" data-original-width="1001" height="164" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjFXUkfhTZ-rmaVQuVOMfaTBlctzYJRHOQ_u8s1SM8CCavIiBjT7A9R91DEw0i_lbfJw6RSlk3n1q13fh_rZ7nleBAWlhBiTATAT4dqg197kk3HD1WR7j4QfLQ2qH357YWWguQsS8hrxRWBL51FJ-mbjZtNcxr5naOvQMAKfp9LCC-QFRw9QwNv8YKEo_bI/w400-h164/559---Simone-entrada.jpg" width="400" /></a></div><p></p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;">“<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="font-size: 11pt;">Las
personas están hechas de tal modo que quienes oprimen no sienten
nada; es la persona oprimida la que siente lo que está ocurriendo”.</span></span></p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="font-size: 11pt;">Simone
Weil.</span></span></p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><br />
</p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="font-size: 11pt;">Para
muchos, el advenimiento de la sociedad digital actuaría como fuerza
revitalizadora para un renacimiento de la democracia, libertad,
igualdad y búsqueda de paz. La pasión por el conocimiento y la
consolidación de una política ciudadana de libre compartir era una
carta de esperanzas mas que de certezas. Finalmente, un cuarto de
siglo después, a internet también ha llegado para hace tiempo
quedarse, lo peor y más oscuro del ser humano. Y a pesar de la
abundancia de información, prestamos enorme atención a
relativamente pocos. Nos identificamos con el error, con la fake news
de turno. Somos amantes de la atención breve y de la discusión
larga -con su navegación-. Somos la sociedad de la abstracción y
distracción.<span></span></span></span></p><a name='more'></a><p></p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><br />
</p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="font-size: 11pt;">Simone
Weil (1909-1943) sostuvo, con preocupación, que el hecho de tomar
posición a favor o en contra había sustituido a la obligación de
pensar. Sus dudas alcanzaban a los partidos políticos, a los que
consideraba que se debieran suprimir porque sus seguidores no podrían
remediar la carencia de pensamiento cívico y objetivo. La
preocupación data de escritos realizados durante la Segunda Guerra
Mundial, denominándolos “Notas sobre la supresión general de los
partidos políticos”. El partidismo lleva a la falta de verdad, a
la mentira. El partidismo obliga a una imposición, a contradecir los
valores que dice pregonar. La verdad que es una necesidad humana se
acomoda a otra necesidad, la de repensar como vivimos y se hace mas
frecuente la mentira, la furia ideológica o desconexión social.</span></span></p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><br />
</p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="font-size: 11pt;">Poner
en duda nuestro propio saber y abrirnos a contemplar otras ideas nos
podría ayudar a encajar otra perspectiva de la realidad o al menos,
entender la realidad de los otros. En lugar de meditar cada cuestión,
la ideología nos ofrece un pack de información con una posición
definida para todos los ordenes de la vida. Nos inculcan tomar
posición en vez de razonar los pro y contras de las decisiones
ideológicas. Estás conmigo o contra mí, los partidos tienen un
componente totalitario. La inteligencia subjetiva nos obliga a
reconocer la imposibilidad de vivir entre la igualdad de las
inteligencias. La opinión ha sustituido al pensamiento. No es
inteligente no dudar ni permitir escuchar atentamente al otro. Porque
el dudar se considera debilidad, por eso nadie recula cuando se
equivoca o cuando ve la equivocación -e inmoralidad- en su parroquia
y avala con silencio cómplice o lo que es peor, con encendido
énfasis.</span></span></p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><br />
</p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;">“<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="font-size: 11pt;">El
setenta por ciento de nuestro tiempo lo vivimos entre conjeturas y
ensoñaciones” subrayaba Weil, quien rechazaba un “sistema”
filosófico ya que el misterio de la vida no podía ser reducido a un
esquema. Le molestaba el engaño, comprendía un error. El
pensamiento debía ser un trabajo permanente a través del cual la
persona se puede enfrentar a la realidad. “Vivimos en un mundo que
es un duplicado del mundo real”, lo que viene a reflejar que
vivimos envueltos en nuestra propia ficción. A eso le atribuyó
características de sociedad paralizada. Se vive engañado por la
publicidad, por la religión, por los medios, por la ideología y por
la ilusión. Se debe dejar de lado los prejuicios y “escuchar”
para poner en un paréntesis nuestro propio conocimiento. De
lograrlo, podremos aparcar nuestros automatismos y acceder a una
nueva información y su interpretación.</span></span></p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><br />
</p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="font-size: 11pt;">Desde
que Simone Weil pronunciara su pensamiento filosófico cercano a los
años cuarenta del pasado siglo, no hemos podido dejar de ser
sectarios en nuestras formas. Pensar es ir mas allá de lo que
sabemos pero en esta sociedad de información permanente y automática
creemos que pensar es aferrarnos a los estereotipos que nos atan. Es
que nuestro pensamiento ha dejado de ser propio, es una repetición
de clichés pensados por otros. Para Simone, un partido político es
una maquina de fabricar pasiones colectivas, todos iguales alineados
para estar alienados. El partido “exige” homogeneidad, lo hace a
través de la presión, por eso cuando vemos a alguien que quiere
cambiar desde adentro la política termina destruido y apartado. Los
partidos no están interesados en el bien común, solo promueven su
concepto de bien, el crecimiento de poder y su función
propagandística. Estas características no son exclusivas de los
partidos políticos, somos nosotros los que necesitamos
permanentemente el posicionarnos a favor o en contra de las cosas.</span></span></p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><br />
</p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="font-size: 11pt;">Si
queremos dejar de vivir en la mentira, será indispensable que
alguien comience por no decirlas. ¿Cómo se da ese primer paso?
¿Puede una sola persona cambiar la opinión generalizada sobre la
que se basa la dinámica humana de las sociedades? La influencia
social se basa en la interacción con otros individuos para incidir
en las posturas, creencias, decisiones y valores. Para ello es
necesario pensar, reflexionar, generar una línea propia de
pensamiento, abrir la mente, ser generoso con el alimento de nuestras
pasiones. Las redes sociales, bases de la aceptación y aprobación
como influencia social parecen repetir los viejos patrones, aquellos
que visionó Simone Weil y advirtió como “espejismos” a esa
desconexión social que en estos tiempos es aún mas ausente y
desprovisto de futuro. Los tiempos de crisis siempre son necesarios
para replanteo y este es un tiempo de crisis mundial, de letargo
social, de ensimismamiento. La atención es un acto de entrega en
desuso, es la forma más pura de generosidad. En esta sociedad de
poca lectura, poco pensamiento o razonamiento y demasiada distracción
y muchos eslóganes o postureo, ya no somos generosos ni con nosotros
mismos...</span></span></p><p>
</p><p><br /></p><p><br /></p>deltrecehttp://www.blogger.com/profile/15325515799974951450noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2853855794446685912.post-71307884578951652102023-10-01T22:32:00.000-07:002023-11-14T22:36:15.832-08:00Es difícil de creer, creo que nunca lo podré saber<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhm9KH8e6GquH3l_RCfVQZwgDq2OdCkbkALGJsIZ3McEZj_JwoGzdASQ-J6LwWKk0bYlPfK5ZceuTHNSOrgcnAHqKdPtEHqwr8qpqP_inHUp3fJXsP3fYNyl9tRmCB2LojssYNdsuJAf3wkW0C5vc1nsQ0lVbGK0CPRGzSrlMGDrf2eI-1YHMhCLbpiWyrg/s995/558---Algortimo-entrada.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="402" data-original-width="995" height="161" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhm9KH8e6GquH3l_RCfVQZwgDq2OdCkbkALGJsIZ3McEZj_JwoGzdASQ-J6LwWKk0bYlPfK5ZceuTHNSOrgcnAHqKdPtEHqwr8qpqP_inHUp3fJXsP3fYNyl9tRmCB2LojssYNdsuJAf3wkW0C5vc1nsQ0lVbGK0CPRGzSrlMGDrf2eI-1YHMhCLbpiWyrg/w400-h161/558---Algortimo-entrada.jpg" width="400" /></a></div><p></p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;">“<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="font-size: 11pt;">Nos
estamos ahogando en información, pero estamos hambrientos de
conocimiento”.</span></span></p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="font-size: 11pt;">John
Naisbitt</span></span></p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><br />
</p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="font-size: 11pt;">Se
les utiliza para tareas cada vez más relevantes, que a un tiempo
pueden tanto facilitarnos la tarea como condicionar negativamente
nuestro presente. Creen adivinar nuestros gustos e intereses y a la
larga nos privan de una mirada más generosa ante la vida, no
permitiendo ampliar nuestro espectro. Nos limitan como solían
hacerlo los mayores, que hasta nos determinaban los gustos,
preferencias, carreras a seguir y a aficiones a las que amar. La vida
está dispuesta por varias aristas, una de ellas y muy importante -y
tantas veces decisiva- y a veces se olvida, que es la del azar. Un
algoritmo es una fórmula matemática que guiará a un sistema a
procesar los datos que se tiene de nosotros. Pero como todo, estará
condicionado por los sesgos y momentos sociales.<span></span></span></span></p><a name='more'></a><p></p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><br />
</p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="font-size: 11pt;">Los
algoritmos llevan siglos con nosotros. Se trata de un procedimiento
ordenado y estructurado de instrucciones que produce un resultado. Un
ejemplo podría ser la sencilla receta de cocina, cuando comenzamos a
cocinar por nuestra cuenta, podemos aferrarnos al recetario o a las
fórmulas de nuestros padres. Otros improvisarán o se dejarán
llevar por su propia creatividad. Pero el recetario siempre estará
para recurrir a él. Ofrece una variable y una respuesta. También se
puede graficar con nuestras rutinas esenciales, que siguen un patrón
de conducta repetitivo, por ejemplo, nos despertamos, levantamos,
higienizamos, desayunamos y salimos hacia nuestra actividad, mas o
menos en ese orden. Nuestras decisiones de vida pueden seguir las
señales “algorítmicas de razonamiento”. La misma palabra
algoritmo también la podemos remontar a los estudios secundarios,
cuando métodos matemáticos nos permitían resolver ecuaciones. Su
verdadero potencial se determina con la llegada de las computadoras y
demás dispositivos electrónicos. Se procesan sin denuedo gran
cantidad de datos de manera eficaz. </span></span>
</p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><br />
</p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="font-size: 11pt;">Ningún
patrón de conducta es infalible y las máquinas también cometen
errores. Algunas veces los datos que se poseen son correctos pero la
interpretación puede ser errónea. Es ahí donde se mencionan los
sesgos, como peso desproporcionado a favor o en contra que pueden ser
de interpretación o utilización injusta. La tendencia de
cuantificar todo tampoco ayuda, reducir a la gente a números o
estadísticas es un error. Los datos con los que se trabajan son
facilitados por personas, dependen del sistema informático que los
procesa y la interacción que utilizará la entidad que utilice esos
datos. Un ejemplo de sesgo frecuente será la discriminación o las
diversas formas de pensar. No todo es categorizable. El mal no está
dentro del algoritmo, sino la persona que esté detrás.</span></span></p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><br />
</p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="font-size: 11pt;">Por
eso hemos pasado de la confianza absoluta a ceder nuestros datos
personales a la desconfianza y necesidad de protegernos. El tiempo de
uso de las pantallas determinará una cantidad de datos precisos
sobre a qué aplicaciones dedicamos mas tiempo o hábitos como el
momento del día donde se utilicen con mayor frecuencia. Esas
informaciones se convierten en banco de datos y las empresas la
utilizarán para afinar la comercialización de sus productos.
Operaciones de servicios, marketing, ventas y atención al cliente
son los claros exponentes del uso de nuestros antecedentes. Y esto
aumenta exponencialmente año a año. De la idea de utilizar esa
información para gestionar los recursos pasamos a estar convencidos
que se usan para utilizar a las personas -capitalismo de vigilancia-.
Además nos hace estar atento todo el día a nuestros dispositivos y
sus actualizaciones o novedades. </span></span>
</p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><br />
</p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span><span style="font-size: 11pt;">Hay
una idea que ya no funciona, que es concebir una tecnología pasiva
sometida a nuestro control. Al no supeditar este concepto a una
verdadera reflexión, razonamiento o discusión habla en parte de un
profundo desconocimiento sobre el alcance de los algoritmos. No poder
someter esta tecnología a revisión ya que la mayoría carecemos de
conocimientos para comprender los alcances de la tecnología
utilizada a diario. No determinar si queremos aquello donde hemos
posado nuestra atención en una aplicación o si respondemos ante un
ataque continuo y </span><span style="font-size: 14.6667px;">milimetrito</span><span style="font-size: 11pt;"> asedio tecnológico. Tantas
recomendaciones que no hemos pedido y que no nos interesaban, ahora
se convierte en un asedio y preocupación constante. La falta de
conocimientos necesarios para entender la tecnología que pueda
anticipar de verdad el futuro con los temas candentes -crisis
climática, igualdad, manipulación genética- se suma a un triste
uso de una masividad que consiste en consultas idiotas, de uso
frívolo o superfluo de algo que irónicamente denominamos
“inteligencia artificial”...</span></span></span></p><p>
</p><p><br /></p><p><br /></p><p><br /></p>deltrecehttp://www.blogger.com/profile/15325515799974951450noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2853855794446685912.post-22482412723489126152023-09-25T12:40:00.000-07:002023-11-17T12:44:32.153-08:00Un poco de amor francés no muerde su lengua, no<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjLBvhU7qcvg_JWy2ZaTmVU667lXQZCJKbcGOxHVsD9pG650XebJFPJgJ3yHjiURaRUcjMaPjvRN5RvsOqsGsQHkbnUjQK1hL6mAm0fmtQh5qAyNC0yL7t657TfOFvmlgCwwRmuu8rDgg2fKgR9Eri3vAIJELYQXz3o0w8kioTrrDvz80Zll5epIq2w3QB9/s974/555---epoque-entrada.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="388" data-original-width="974" height="159" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjLBvhU7qcvg_JWy2ZaTmVU667lXQZCJKbcGOxHVsD9pG650XebJFPJgJ3yHjiURaRUcjMaPjvRN5RvsOqsGsQHkbnUjQK1hL6mAm0fmtQh5qAyNC0yL7t657TfOFvmlgCwwRmuu8rDgg2fKgR9Eri3vAIJELYQXz3o0w8kioTrrDvz80Zll5epIq2w3QB9/w400-h159/555---epoque-entrada.jpg" width="400" /></a></div><p></p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"> “<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="font-size: 11pt;">La
posibilidad de vivir empieza en la mirada del otro”</span></span></p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="font-size: 11pt;">Michel
Houllebecq.</span></span></p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><br />
</p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="font-size: 11pt;">Los
asuntos públicos y los problemas del prójimo parecen que interesan
cada vez menos. La solidaridad boquea buscando aire. Un
individualismo reinante obliga a pensar en solitario, en los propios
intereses generando un vacío cívico. En cuanto surge una tensión,
algunos pueblos deciden si salir o no a las calles. El futuro entraña
mas riesgos que certezas. Las sociedades modernas parecen mas
conflictivas, donde se debe convivir con el paso de una sociedad
comunitaria a una individualista. Esta brecha nos hace ver que no
somos todos libres ni iguales, pero eso ya lo sabíamos o debíamos
saber. El secreto de una convivencia y de una esperanza es vivir
imaginando que conformamos una sociedad de individuos libres e
iguales. A doscientos treinta y cuatro años de la Revolución
francesa que marcó un camino, la pregunta es si podemos renovar el
idílico concepto de que Francia más que un país, sigue siendo una
idea o un concepto del ideal.<span></span></span></span></p><a name='more'></a><p></p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><br />
</p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span><span style="font-size: 11pt;">Tal
vez Francia ya no haga soñar. Tratar al país desde </span><span style="font-size: 14.6667px;">únicamente</span><span style="font-size: 11pt;"> una
perspectiva estética no le hace justicia. Hay muchos rincones del
país que no se asemejan a ese estereotipo soñado o deseado. De
hecho hay una Francia “fea” que predomina que se simboliza con
los centros comerciales e industriales de la periferia, donde además
conviven infinidad de razas derivadas de una nacionalidad proveniente
de las colonias y de la permanente inmigración. Gustave Flaubert lo
anticipó a mediados del siglo XIX: “El industrialismo ha
desarrollado lo feo en proporciones gigantescas”. Si la literatura
se ha encargado de trascender un estilo de libertad, creatividad y
belleza permanente, un nuevo procedimiento literario modifica en
parte esa alma que simboliza a la nación, incorporando paisajes,
personajes y facciones distintas a la "belle epoque".</span></span></span></p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><br />
</p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="font-size: 11pt;">Una
nueva literatura que lame sus heridas o rebusque el alimento entre
las basuras ha nacido de la mano de escritores como Michel
Houellebecq, Pascal Quignard, Emmanuel Carrere o Annie Ernaux. Tras
ellos se abre una literatura híbrida, los hijos de la inmigración
intentan abrirse paso para que sus voces no solo sean escuchadas,
sino sus realidades visualizadas. Visitar Francia para conocer la
torre Eiffel, Sacre Cour, los míticos cafés de Saint Germain des
Près o Mont Saint Michell es desconocer otra realidad, ya arraigada
y que contradice el estándar de belleza tradicional. Si bien las
tradiciones son esenciales, los conflictos de identidades,
malentendidos, postergaciones o choques culturales son la nueva base
sobre la que expresar las preocupaciones sociales. El concepto
idílico de Francia parece gastado, fuera de foco. La France como
princesa de los cuentos de hadas llamadas a un destino excepcional y
siempre inminente, tiende un manto de realidad dejando paso a un país
de diversidad y que no se le llega a escuchar y lo que es peor, ni
siquiera a comprender. Lo que los franceses conocen mejor de Europa
es Francia pero así todo, la percepción de que no se conocen las
nuevas realidades obliga a revisar la pelusa de cada ombligo galo.</span></span></p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><br />
</p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="font-size: 11pt;">Esa
Francia periférica -de la que hablo- es aquella que le cuesta
generar empleo ni dispone de oportunidades de estabilidad. La
política -como mal común en todas las sociedades del planeta- se
dirigen a gente que ya no existe. Como un flagelo mundial, la clase
media va cediendo terreno, pero en Francia se nota esa figura mítica
descompuesta: se ha impuesto a escala mundial una sociedad de consumo
liderada por la burguesía y se abandona el bien común, el
colectivo. La clase dominante está abandonando a la sociedad misma.
Los independentismos casualmente siempre emanan de las regiones
ricas. La sensación del sentimiento de nacionalista parece ir de la
mano con la secesión de las elites. Parece que ser rico y próspero
aleja el ideal de ser solidario. La primera reivindicación no es
social, parece ser existencial, de las que quieren reflejar que aún
“existimos”.</span></span></p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><br />
</p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="font-size: 11pt;">A
media hora de la ciudad de las luces y con el auxilio de un tren de
cercanías, se accede a ese paisaje urbano de masivas construcciones
de cemento carente de estilo y de gracia, descuidadas y con aroma
permanente a exclusión social, donde se alojan los nuevos
pensamientos, se moldean los inconscientes y se gritan sin ser
escuchadas las postergaciones. Un referente estético que se moldeó
en el tiempo y que sostiene el ideal de un romanticismo de otra
época, liderada por el marketing desactualizado del tópico de
Liberté, égalite y fraternité. Se extraña el otoño de la Edad
Media o el concepto de que Francia no puede ser Francia sin la
grandeza. Al recorrer ese hermoso país por sus carreteras
secundarias -descartando la frialdad de las autopistas escondedoras-
podemos arribar a pequeños poblados carentes de castillos,
campanarios, gárgolas, cafés en las esquinas o campiña con el
agradable color o sabor otoñal, pero que serán Francia sin
parecerse a Francia. O al menos a la Francia que todo el mundo lleva
en la cabeza. Hoy literariamente, la Francia fea es un auténtico
paisaje utilizado, donde se puede alternar la discordancia con la
tradicional compra diaria de la baguet...</span></span></p><p>
</p><p><br /></p><p><br /></p>deltrecehttp://www.blogger.com/profile/15325515799974951450noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2853855794446685912.post-52397528527320034332023-09-20T01:19:00.000-07:002023-12-06T01:25:56.469-08:00Si esta cárcel sigue así<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgZv3XSEk-qBEGjfUEKtb24kQMnkhkUijdwuUgeM60gn9z6kfzG5ietZCpbmZTgiMDf0g7I-rPc4K4XIxBwE1S68sNQBM2wbJr_MfUcGy4ZsKE_ce1l0pKzBfoF_TGZmafXAJJqSuZkMZinDlodF3Z-uanlW2uTTo69_YKSk3hsmWu7e_WH25cjEHaF5BbK/s977/556---prision-entrada.jpg" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="394" data-original-width="977" height="161" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgZv3XSEk-qBEGjfUEKtb24kQMnkhkUijdwuUgeM60gn9z6kfzG5ietZCpbmZTgiMDf0g7I-rPc4K4XIxBwE1S68sNQBM2wbJr_MfUcGy4ZsKE_ce1l0pKzBfoF_TGZmafXAJJqSuZkMZinDlodF3Z-uanlW2uTTo69_YKSk3hsmWu7e_WH25cjEHaF5BbK/w400-h161/556---prision-entrada.jpg" width="400" /></a></div><p></p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: verdana;">“<span face="Verdana, sans-serif"><span style="font-size: 11pt;">Los
dos momentos más decisivos de mi vida fueron cuando mi padre me
envió a Oxford y cuando la sociedad me envió a la cárcel”.</span></span></span></p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><span face="Verdana, sans-serif"><span style="font-family: verdana; font-size: 11pt;">Oscar
Wilde</span></span></p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: verdana;"><br />
</span></p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: verdana;"><span face="Verdana, sans-serif"><span style="font-size: 11pt;">Escribir
para ser libre o para cubrir el tiempo. Por algo la escritura o
lectura son fuentes de escape. La escritura se practica en la
intimidad porque es un ejercicio de reflexión permanente; e
importante porque la mediadora será la cultura, la reflexión
crítica y civilidad. Si bien no son mayoría, sobran ejemplos de
epifanías de aquellos escritores que, en intento de expiación o no,
han escrito obras fundamentales mientras cumplían penas </span></span><span face="Verdana, sans-serif"><span style="font-size: 11pt;">o
posterior tras </span></span><span face="Verdana, sans-serif"><span style="font-size: 11pt;">condenas
en la cárcel. Moralmente concebimos que todo lo que está mal debe
ser alejado o marginado. El dilema existe cuando mas de un clásico
ha sido concebido imposibilitados de libertad. Y son voces que con el
tiempo, marcan época o argumentación </span></span><span face="Verdana, sans-serif"><span style="font-size: 11pt;">recurrente</span></span><span face="Verdana, sans-serif"><span style="font-size: 11pt;">.<span></span></span></span></span></p><a name='more'></a><p></p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: verdana;"><br />
</span></p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><span face="Verdana, sans-serif"><span style="font-family: verdana; font-size: 11pt;">La
historia es precisa, las privaciones de la libertad han inspirado
obras perdurables. Esa tensión creadora presente entre la libertad y
el cautiverio generó avances creativos no esperados. La conjunción
-obligada- de estar en la cárcel, la imaginación, el deseo de vivir
y el sueño de libertad han servido de inspiración a verdaderas
obras maestras literarias. Entre rejas la única puerta que parece
abierta es la de inspiración, talento que muchas veces permite que
el estado de confinamiento no sea siempre sinónimo de degradación.
La tabla de salvación, redención, liberación, conversión y
creación puede estar presente donde menos lo esperes. La parte
oscura u oculta del ser humano emerge bajo momentos de intensa
necesidad y no es sólo el ejemplo de la cárcel el que puede expiar
a través de la escritura un talento oculto o postergado.</span></span></p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: verdana;"><br />
</span></p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: verdana;"><span face="Verdana, sans-serif"><span style="font-size: 11pt;">La
relación con los libros y la escritura es un modo de resistencia
profunda y un espacio de supervivencia, tantas veces a manera de
desahogo como de comunicación con un exterior. “Mi lucha”,
mezcla de autobiografía e ideario nacionalista, fue escrito por un
ya perturbado Adolf Hitler en la prisión alemana de Landsberg, al
ser encarcelado tras el fallido golpe de estado en noviembre de 1922.
“Conversaciones conmigo mismo”, toda una vida escrita durante los
veintisiete años de </span></span><span face="Verdana, sans-serif"><span style="font-size: 11pt;">viaje
interno a través de la </span></span><span face="Verdana, sans-serif"><span style="font-size: 11pt;">reclusión
son el resultado de un legado importante de Nelson Mandela, primer
presidente de Sudáfrica elegido democráticamente </span></span><span face="Verdana, sans-serif"><span style="font-size: 11pt;">y
superando todos los obstáculos</span></span><span face="Verdana, sans-serif"><span style="font-size: 11pt;">.
Miguel Hernández, poeta relevante del siglo XX español, concibió
el “Cancionero y romancero de ausencias” durante los dos años
que vivió en prisión. Estos ejemplos podrían incluirse entre los
de escritores “políticos”.</span></span></span></p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: verdana;"><br />
</span></p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: verdana;"><span face="Verdana, sans-serif"><span style="font-size: 11pt;">El
Marqué de Sade -Donatien </span></span><span face="Verdana, sans-serif"><span style="font-size: 11pt;">Alphonse
François de Sade- fue otro reconocido escribiente en la actividad
carcelaria. Llegó a la cárcel por hablar sin tapujos de sexo en la
puritana sociedad parisina a finales del siglo XVIII. En una década
tras las rejas, escribió a su paso por las cárceles de Vincennes y
La Bastilla libros como “Los 120 días de Sodoma” o la primera
versión de “Justine o los infortunios de la virtud”, extensa
historia que se basa en la hipocresía de la sociedad. Pregonando
una virtud vacía donde el vicio era la condición natural de la
humanidad, esta obra fue -como en tantas otras- perseguida y
censurada.</span></span></span></p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: verdana;"><br />
</span></p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: verdana;"><span face="Verdana, sans-serif"><span style="font-size: 11pt;">O</span></span><span face="Verdana, sans-serif"><span style="font-size: 11pt;">scar
Wilde escribió una emotiva carta en prisión a su amante Alfred
Douglas. El resultado fue “De profundis”, una expresión de las
virtudes del amor y sus decepciones ante la vida </span></span><span face="Verdana, sans-serif"><span style="font-size: 11pt;">y</span></span><span face="Verdana, sans-serif"><span style="font-size: 11pt;">
la cobardía de su amigo. Dos años de trabajos forzosos en la
prisión de Reading le permitieron profundizar sobre una
autoexploración pletórica de sentido del arte y de la vida. Paul
Verlaine sostuvo con Arthur Rimbaud un sonado romance que terminó
con Verlaine en una cárcel belga, donde escribió manuscritos y
versos variados. Carlos Montenegro, en Cuba, aprovechó su talento de
escritor tras las rejas para obtener un indulto, quince años después
de haber asesinado a su agresor hombre a navajazos. El indulto fue
</span></span><span face="Verdana, sans-serif"><span style="font-size: 11pt;">alentado
tras</span></span><span face="Verdana, sans-serif"><span style="font-size: 11pt;">
un cuento que ganó un concurso. En los tres casos, el amor, acoso o
desprecio tuvieron resultados diversos. Oscar Wilde, por ejemplo, al
recuperar la libertad retomó su relación con Douglas, aunque el
oprobio reemplazó a la admiración por su obra, terminando pobre,
exiliado y humillado.</span></span></span></p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: verdana;"><br />
</span></p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><span face="Verdana, sans-serif"><span style="font-family: verdana;"><span style="font-size: 11pt;">En
el recorrido del derrotero de escritores en prisión, los ejemplos se
suceden. Son innumerables los casos registrados. Nicolás Maquiavelo
escribió su obra más famosa -”El Príncipe”- en prisión, tras
ser acusado por conspiración contra los Medici. John Cleland </span><span style="font-size: 14.6667px;">compuso</span><span style="font-size: 11pt;"> la que fue denominada primera obra erótica en su paso por prisión.
“Fanny Hill. Memorias de una cortesana”, novela de 1748 que
inició el escándalo literario en Inglaterra tras la publicación de
su segunda edición. Fue quemada en público pero generó el inicio
de lo que llamamos “piratería” al imprimirse copias en
clandestinidad para ser vendidas. Jean Genet vio en parte conmutada
su pena carcelaria tras la publicación de una especie de obra
autobiográfica. “Santa María de las Flores”, de 1944, fue el
inicio de su actividad literaria en la cárcel de Fresno, dominada
por un método denominado de auto ayuda.</span></span></span></p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: verdana;"><br />
</span></p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><span face="Verdana, sans-serif"><span style="font-family: verdana;"><span style="font-size: 11pt;">Fiódor
Dostoyevski fue arrestado y prisionero por formar parte de un grupo
intelectual y revolucionario que conspiró contra el Zar Nicolás I;
incluso fue condenado a muerte aunque luego se le conmutó la pena a
cinco años de trabajos forzados en Siberia. Tras una </span><span style="font-size: 14.6667px;">amnistía</span><span style="font-size: 11pt;">,
retomó su actividad de escritor, pero la experiencia dio pasó a una
transformación de una conciencia de lo irracional y de un sentido de
sufrimiento colectivo. “Crimen y castigo” y “Los hermanos
Karamazov” son joyas literarias de agudeza psicológica. Por otro
lado, el anhelo de libertad estuvo presente en la literatura de
Aleksandr Solzhenitsyn. Su propia experiencia en los campos de
trabajos forzados de Siberia, sumado a entrevistas y documentos
históricos se pusieron en pos de su recorrido literario, siendo
“Archipiélago Gulag” su obra maestra, donde refleja en forma
contundente el funcionamiento interno de un estado criminal dentro de
un estado.</span></span></span></p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: verdana;"><br />
</span></p><p align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: verdana;"><span face="Verdana, sans-serif"><span style="font-size: 11pt;">Se
puede enumerar a Álvaro Muttis, André Malraux, Jimmy Boyle, Luis
Goytisolo, Jim Thompson, Henry David Thoreau, Romain Rolland, Daniel
Defoe, Tomás Moro, Voltaire o varios mas podrían iluminar mas la
lista. Se puede cerrar con Miguel de Cervantes, quién en 1597 y
acusado de quedarse con parte de los impuestos obtenidos en su
trabajo de recaudador, estuvo preso en la cárcel Real de Sevilla
-</span></span><span face="Verdana, sans-serif"><span style="font-size: 11pt;">otrora
calle Sierpes con Francisco Bruna- donde una placa recuerda la
efemérides: “En el recinto de esta casa, antes cárcel real,
estuvo preso (1957-1602) Miguel de Cervantes Saavedra, y aquí se
engendró para asombro y delicia del mundo El ingenioso hidalgo don
Quijote de la Mancha. La Real Academia Sevillana de las Buenas Letras
acordó perpetuar este glorioso recuerdo, año MCMLXV”. Se podría
argumentar que varias de las obras esenciales no podrían haber sido
escritas sin la inspiración carcelaria de sus autores. Es una
hipótesis indemostrable, ya que el ansia de libertad puede servir de
inspiración para la creación de obras maestras literarias. Pero la
ausencia de libertad no siempre estará ligada a una condena
penitenciaria. Como expresara Annie Ernaux, “Escribir para vivir
significa perder libertad”...</span></span></span></p><p>
</p><p><br /></p><p><br /></p><p><br /></p>deltrecehttp://www.blogger.com/profile/15325515799974951450noreply@blogger.com0