martes, 28 de abril de 2015

Rodeado de los tuyos


"El lenguaje es el vestido de los pensamientos"
Samuel Johnson

La vida está repleta de clichés, de lugares comunes, tópicos o estereotipos. Un nacimiento nos emociona, nos permite vislumbrar una continuidad, una expresión de, por fin, esa criatura podrá acceder a un futuro ideal. La muerte es cruel, sigue siendo un misterio al que nadie le escapa. De acuerdo a la personalidad, el trance de un deceso nos suele dejar sin palabras, el lenguaje es incompleto. Guiños como abrazos, llanto, silencios, presencias, intentan sostener la perdida. Aunque en demasiadas ocasiones, los mortales se llenan de frases hechas, o de halagos inmerecidos, de obviedades que al menos intenten el consuelo.

viernes, 24 de abril de 2015

Con esa gente diferente, yo me codeo… que tipo inteligente


“En un tiempo de engaño universal, decir la verdad es un acto revolucionario.”
George Orwell – “1984”.

Mi viejo me pidió una pequeña guía ayuda para conocer la tecnología de los teléfonos móviles. Le movió seguramente la curiosidad de frecuentar, aunque sea teórica o metafóricamente, un mundo que desconoce, que no le interesa, que no “le llama”. Le mostré la primera de las cualidades, el uso táctil de una pantalla. Luego me detuve en un par de aplicaciones que frecuento, debo confesar que una de ellas, es una aplicación de resultados futbolísticos. Aludí sobre la activación de actualizaciones permanentes. Cité las probabilidades de sacar fotos, grabar videos o mensajes de audio, acumulándolos. Mencioné la posibilidad de acceder a las redes sociales al instante. Le conté el declive de los SMS como mensajería. Le aporté la existencia de búsqueda por el sistema de voz, el buen uso que se le puede conferir a un planificador. Recordé la utilización permanente de la función alarma, que ha hecho obsoleto al despertador. Luego de una revisión exhaustiva, mi viejo me sorprendió con un solo interrogante: “¿Y es teléfono?”. Me había olvidado ese detalle en mi recorrido virtual.

sábado, 18 de abril de 2015

Todos los trenes van al purgatorio



“La vejez no llega con los años, sino con el olvido”.

Gabriel García Márquez

El purgatorio es una palabra claramente literaria, además de religiosa. Por un lado, porque “La divina comedia”, de Dante Alighieri, es una novela alegórica sobre el paso en la vida por el infierno, el purgatorio y el paraíso. Y tiene un sonido tan poético, que marca continuamente el derrotero de un escritor. Aquel que pelea toda su vida, quizás sin éxito, por convertir en oficio o voz clara, un hobby o una capacidad, y lograr trascender su mensaje, permaneciendo atrapado en su penitencia. En ese caso, la literatura es “su” fatalidad. Y también para aquel que no logró en vida, la trascendencia que su muerte le puede llegar a deparar. En el medio, una selecta clase, aquella que supo conocer la gloria viva.

jueves, 9 de abril de 2015

La vanguardia es así, vivo en una casa vacía



"La memoria del corazón elimina los malos recuerdos y magnifica los buenos, y gracias a ese artificio, logramos sobrellevar el pasado."
Gabriel García Márquez

He contado más de una vez, que el día aquel lejano de marzo de 2002, cuando dejé Buenos Aires, logré introducir algo de mi esencia en apenas dos maletas de las viejas, aquellas de cuero marrón que portaban cinturón tipo lengüeta, y para colmo de males, desconocían la existencia de rueditas para trasladarlas. No se podía disimular en los pasillos de los aeropuertos lo pesado que resultaba tal carga. "Mi vida en sesenta kilos", podría titularse. Y gran parte del kilaje lo acreditaban diez novelas de José Saramago.

viernes, 3 de abril de 2015

Cuanto tiempo más llevara



"Nosotros no pensamos nada, sólo hacemos las preguntas", le respondió el periodista. "En eso estoy de acuerdo, en el enunciado de la pregunta denota que no hay pensamiento". 
Marcelo Bielsa, en una conferencia de prensa reciente.

No era un niño, pero si un joven. Pero acudí al estadio de Vélez Sarsfield con el miedo de la niñez, con la angustia del púber a la hora que te apagan la luz de la habitación y quedas solo ante la oscuridad , con la difícil misión de dormirte. La respiración más agitada que cuando practicaba deporte o rendía un difícil examen escolar; la conversación monotemática: era impensado perder. La historia de un club de fútbol(no la mía), pesaba como una losa en mí, tenía la obligación de revertir décadas dolorosas de no lograr ese objetivo. La meta era una Copa Libertadores de América, y yo no la disputaba. Aunque creo que sí, porque me disfracé de mil rituales para que otros lograran el objetivo. Y sufrí durante dos horas como creo que no debería sufrir en vida. Y sólo era fútbol. Pero es inexplicable.