jueves, 30 de noviembre de 2023

Ya no nos queda ni un segundo y no te has desvestido aún

Hice un curso de lectura rápida y fui capaz de leerme Guerra y paz en veinte minutos. Creo que decía algo de Rusia”.

Woody Allen


El mundo que habitamos desestima cada vez más el espacio para la reflexión y la pausa. De la boca grande salen frases e idearios grandilocuentes que manifiestan la intención de proyectar a un largo plazo pero, confirmadísimo, somos apenas portadores de una visión a muy corto plazo. Se esperan soluciones rápidas, generalmente obtenidas por pulsiones o recursos ventajosos que no anticipan el problema a futuro. Vivimos entonces sometidos al paso del tiempo, no podemos controlarlo ni encontrar el término medio o el equilibrio. Para triunfar en un mundo veloz hay que saber disminuir la velocidad.

lunes, 27 de noviembre de 2023

Soy carcelero de tu lado más grosero

Nada es más peligroso que la verdad en un mundo que miente”.

Nawal El Saadawi – Escritora egipcia (1931-2021)


En tiempos de lo políticamente correcto, por el afán de la no discriminación se acaba discriminando a través de la presunción. La verdad de la realidad, ejemplificada en sus extremos, suele ser mal vista. No se define como verdad porque se esté en lo cierto, sino por que todas las conductas -buenas o malas- están presentes en la humanidad desde el minuto cero de la convivencia del ser social. Se defiende si o si lo que es correcto pero una serie de “veedores” parecen ser los encargados de decirnos que se puede decir o hacer, no decir o no hacer en aras de la corrección y no herir sensibilidades. En literatura se denominan “lectores sensibles” y la discusión se centra en si se arremete contra la creatividad promoviendo la mediocridad de decir solo lo que sienta bien escuchar o leer.

sábado, 11 de noviembre de 2023

Y dicen las hojas del libro que más leo yo

Nunca presté libros, porque nadie los devuelve jamás; los únicos libros que tengo en mi biblioteca son los que me han prestado otras personas”.

Anatole France -Premio Nobel de Literatura año 1921.


El territorio ficcional de cualquier época se convierte en un presente sólido. La literatura no tiene tiempo, es un eterno presente que se activa a través de la lectura y ocurre por encima de la existencia. Para los que somos apasionados lectores nos define como una forma de bibliografía clandestina, porque nuestros libros son parte de una memoria secreta, de un inconsciente que aloja pasiones entre lo mundano y lo sagrado. La transfiguración de las palabras que conservan un valor simbólico fuerte conforman el poder del lenguaje. Ese poder se almacena, se guarda en un sector del hogar y se lo define como biblioteca. Y si lo pensamos bien, la memoria es nuestra biblioteca mental, allí atesoramos recuerdos, máximas, enseñanzas, cometidos. Es parte de la misma esencia, solo que no todos deciden coleccionar sus libros.

sábado, 4 de noviembre de 2023

Pero a la vez existe un transformador que se consume lo mejor que tenés

 “La carencia de un conocimiento cierto acerca de cuanto narra es uno de los errores más graves del artista, capaz de dar por tierra con él”.

Pio Baroja


Todos tenemos una voz literaria, el problema es determinar si resulta atractiva. Aceptarla para potenciarla parece ser la primera confidencia que no te develan en un taller literario. Todo ejercicio retórico estará sostenido por una voz, el secreto parece ser saberla utilizar. No escapa a las generales de la vida, debemos emplear un estilo para vivir, por ende, es un ejercicio similar para escribir. Lo esencial parece ser saber escribir correctamente, con el tiempo el fundamento se arropa en tener una historia y saber como contarla. La ensoñación que abriga la creación literaria necesitará una voz y un idioma que se adapten al exterior de un cuerpo y no que la voz sea parte interna de su figura.