"La humanidad tiene una moral
doble: una que predica y no practica, y otra que practica y no predica".
Bertrand Russell
Dicen que la muerte nos iguala a
todos. En parte puede ser cierto. En parte. No todos mueren con el mismo
estatus, con idéntico reconocimiento, con la misma pompa, con la correcta
aplicación de la vara de la justicia. Pero creo que la muerte finalmente iguala,
porque al dejar uno de existir, se olvida la falta de equidad sufrida. Podrá
quedar instalado sobre la tierra el mito de la persona, pero en un punto, lo
que afortunadamente se ha de perder es, parcial o totalmente -en pocos casos-, la
portación del contrasentido. Esta cualidad que gran parte de la humanidad porta
es la que echa a perder las ideologías, pensamientos u obras. Casi nadie puede
escapar al contrasentido, la incongruencia o la incoherencia. Y es increíble,
porque son los mismos hombres incoherentes los que finalmente están dotados de
cualidades excepcionales que posibilitan
una permanente evolución.