“Un chisme es como una avispa; si no puedes matarla al primer
golpe, mejor no te metas con ella”.
George Bernard Shaw
El chisme ya no parece exclusivamente
una cuestión “hablada”. La masiva utilización de redes sociales y tecnología,
permite viralizar en segundos, aquel cotilleo que a la vecina o vecino le
llevaba una eternidad trascender desde el camino de su casa al mercado o a la
oficina. Sigue siendo una actividad narrativa, y su finalidad en estos tiempos
parece más execrada que en otras épocas, donde el aburrimiento y la eterna
curiosidad eran una usina de rumores vecinales y en estas fechas parece la
profesionalización de una patraña, ya que el rumor parece haber sustituido sin
rubor a la noticia, la verdad, los hechos y cualquier otra forma veraz de
comunicación grupal.