“Estoy viajando a la
velocidad de la luz, quiero hacer de ti un hombre supersónico. No me detengas
ahora. Estoy pasándolo tan bien, estoy de fiesta. No me detengas”.
Queen – Don’t stop me
now
Sin ser un fanático,
me han acompañado casi siempre. En estos momentos estoy escuchando a Billy Joel
con “Uptown Girl” y acaba de terminar de sonar “Good vibrations”, de Beach
Boys. No me molesta ni me distrae trabajar o estudiar escuchando música y llevo
un tiempo haciéndolo con un tono bajo del volumen. Tarde toda mi adolescencia y
juventud en entender a mi madre, pero me di cuenta de que no siempre hay que
escuchar la música a todo volumen. Cambio género musicales y gustos, pero vuelvo
a los años setenta u ochenta casi sin darme cuenta. Todos tenemos una canción que
nos marcó algún momento, que nos emociona al escuchar dos décadas después y no
saber el porqué. Y hay letras que te marcan por dolor, por que te recuerdan a
alguien, porque te devuelven a un momento puntual. Y hay canciones que son
alegres, o que te alegran.