“La felicidad no es un ideal de la
razón, sino de la imaginación.”
Immanuel Kant
La buscamos con obstinación, sin
tregua. La buscamos en palabras, poesías, discursos proteccionistas, gestos,
pero casi nunca en estados interiores, que es donde debería tener su domicilio principal.
Creemos que hay técnicas o estrategias para encontrarla y sostenerla en el tiempo.
Se la pregona en estas épocas como algo democrático, tal como si se tratara de
un derecho. Tal vez parte del error radique allí, buscamos la felicidad en una
sociedad que raramente es feliz. Y no remediamos el hecho de que si estamos
permanentemente buscando la felicidad, tal vez habitemos sociedades que no
faciliten sensaciones ni recursos para que nos podamos sentir felices.