"Caballero que
hizo reír a todo el mundo, pero que nunca soltó un chiste. Tenía el alma
demasiado grande para parir chistes. Hizo reír con su seriedad".
Miguel de Unamuno - El sepulcro de
don Quijote.
Muchos de nosotros somos figuras
Cervantinas. A muchos nos persigue una
diversidad psicológica que se puede resumir entre el ser y el parecer. Estamos ante una permanente y desequilibrada
batalla entre la realidad y la ficción, entre el idealismo y el realismo. En
esa batalla casi siempre terminamos instalando la vida en un psicodrama, que de
tan dramático y conflictivo, arroja una máscara sutil de comedia. Es que si no
nos reímos de la existencia y no somos unos soñadores como Alonso Quijano, ¿Qué
nos espera?