“Golondrinas altas buen tiempo anuncian; si vuelan bajo próxima lluvia.
Golondrina que alta vuela, no teme que llueva. Golondrinas en vuelo alto, hacen
tiempo despejado. Golondrina que con el ala roza la tierra, lluvia recela.
Golondrina en bajo vuelo, anuncia lluvia en el cielo”.
Refrán popular
El arribo de la primavera es una de
las tantas costumbres que he visto modificadas en la última larga década vivida
lejos de mi tierra de origen. Ya no es
más en setiembre, ahora es en marzo. Pero más allá del cambio en el calendario,
la sensación sigue siendo la misma. Es la estación que me devuelve la
felicidad, los días son cada vez más largos, el frío -reconociendo que no ha
sido intenso en los últimos años- deja paso a las lluvias, pero la posibilidad
de recurrir a las bermudas y playeras se hace cada vez más cercano. En mi caso
particular, creo que -tristemente, ya no sucede- no altera más mi sangre, pero
si me devuelve vitalidad y energía, además de sentir que la vigencia del
edredón que comienza a asar por las noches, ya está a punto de ver la retirada.