Fe es la fuerza de la vida.
Liev Nikolayevich Tolstoi
¿Por qué
definimos la fe como la creencia religiosa en Dios? Vaya a saber el momento de
distracción del ser humano en que las religiones se adueñaron del motor de la
palabra. Con que facilidad se instaló el concepto que la renovación de la fe se
tramita en templos o conventos, en la oración o en la liturgia. El mismo
interrogante se genera con la concepción de la palabra ateo. En varios lugares
del mundo, el ateísmo es aún hoy una mala palabra o palabra prohibida. Ante la
duda al valorar la intensidad de nuestras creencias, varios optan por suavizar
sus expectativas utilizando la palabra agnóstico.