“Nado para que nada me afecte. Nado
para estar solo y en silencio dentro del agua, como antes de nacer”.
Héctor Abad Faciolince - Escritor
colombiano.
Casi todos lo afirman sin duda
alguna. A pesar de demorar por más de media hora el abandono de la playa, de
acomodar una vez más los diversos juguetes de los niños, de reacomodar las
lonas y tapers en las mochilas o bolsos, de sacudir de arena la ropa y doblarla
de la mejor manera, de confirmar que se tiene a mano las llaves del coche al
mismo tiempo que procuran que los niños culminen la ducha para cambiarles una
vez mas de ropa, de tratar de quitar la arena que siempre nos queda en las
piernas. Así un par de veces al día y a la pregunta sobre si están
desenchufándose en las vacaciones en la playa, nunca dudan en afirmar que no lo
cambiarían por nada.