"¿Cuál es, pues, ese
sentimiento incalculable que priva al espíritu del sueño necesario a la vida?
Un mundo que se puede explicar incluso con malas razones es un mundo familiar.
Pero, por el contrario, en un universo privado repentinamente de ilusiones y de
luces, el hombre se siente extraño. Es un exilio sin recurso, pues está privado
de los recuerdos de una patria perdida o de la esperanza de una tierra
prometida. Tal divorcio entre el nombre y su vida, entre el actor y su
decorado, es propiamente el sentimiento de lo absurdo".
El mito de Sísifo –
Albert Camus
El estado de la mente
es esencial para ocuparnos de nuestras vidas en vez de preocuparnos. Nuestros
significados personales nos permiten desenvolvernos en el día a día. Tenemos
dudas, sostenemos miedos, repetimos conductas que sabemos que no nos favorecen,
pero avanzamos. O al menos intentamos un paso cada día. Pero el interrogante
surge en el momento menos esperado. Cuál es el significado de nuestra vida es
la interpelación que a veces no tiene respuesta y es una cuestión tan repetida
como lo es la vida misma. Necesitamos un significado y lo han necesitado todas
las generaciones, aún hasta aquellas divinas que hemos inventado para sostener
el gran misterio que agobia porque no resulta sencillo comprender el mundo y la
vida.