“Internet es
como cualquier otra tecnología, básicamente neutra, puedes usarla en formas
constructivas o dañinas. Las formas constructivas son reales, pero muy pocas”.
Noam Chomsky
Un martillo no tiene fundamento de ser
sin un clavo cerca. Para clavar una punta se necesita un golpe seco que
reemplace la energía de varias personas pujando para lograr que se introduzca,
por ejemplo, en un taco de madera. El martillo golpea fuerte y el clavo no
golpea, en realidad es golpeado y en el golpe, suele perder su forma inicial.
Pero es con ese impacto como se sujetan las cosas. Si solo disponemos del
martillo no se podría ajustar nada a la pared. Se necesita el clavo y se
necesita la pared o superficie donde se eternice el golpe. Por ende, entre los
tres elementos se forma una red de posibilidades. Teniendo en cuenta que los
primeros martillos datan de la Edad de Piedra, el concepto de red se instaló
desde los primeros tiempos en el desarrollo de la humanidad. Es decir que
trabajar o vivir en red es anterior al boom tecnológico. La red ya estaba
concebida, solo es ahora cuando usamos permanentemente su palabra para todo lo
que tenga que ver con el marketing del desarrollo científico. La tecnología se
adueñó del concepto de red.