“Probablemente somos las primeras
sociedades de la historia que han hecho a la gente infeliz por no ser feliz”.
Pascal Bruckner
Es casi una obligación el ser feliz. Tal vez, una necesidad. La moral de estos
tiempos te obliga a ser feliz por sobre todas las cosas. La felicidad tiene sus
feligreses que se incomodan si te ven sin festejar o consumir festejos. La están
convirtiendo a la felicidad en un dogma, que de tan dogmático se asemeja más al
maravilloso marketing que sostiene a las religiones a pesar de dudas, malas
praxis, abusos, desconfianzas, esoterismos o fundamentalismos. No podemos no
ser felices, y mucho menos en estas fechas, donde nos debemos felicitar unos a
otros, saludar efusivamente con los que frecuentamos y con los que no hemos
visto en los trescientos sesenta y cinco días precedentes. Las fiestas de fin
de año son el motivo ideal…. para enmascarar la indiferencia o la aversión, en
puro júbilo.