“El arte de razonar se reduce a un
lenguaje bien hecho”.
Étienne Bonnot de Condillac – Filósofo
de la Segunda Ilustración francesa.
Demostrando que soy un narrador
cíclico, me apoyo en la entrada del sábado 7 de octubre y refresco el dicho escrito
de Jorge Luis Borges: “Estoy
más orgulloso de los libros que he leído que de los que he escrito”. Porque un
lector entendido es aquel que ha leído y lee, una cantidad significativa de
libros al año, hecho que le permite poseer un juicio propio sobre la materia
que aborde, sustentado por la razón y por el refuerzo invalorable de una
amplitud de miras. El problema radica en que cuando una persona lee con
periodicidad, los estándares de calidad se vuelven exigentes. Y es en ese
momento, que uno descubre que gran parte de las recomendaciones literarias no
disimulan un mercadeo de favores, donde gran parte de lo editado, debería haber
permanecido en la oscuridad de un disco duro personal y anónimo.