"El lenguaje es el vestido de
los pensamientos"
Samuel Johnson
La vida
está repleta de clichés, de lugares comunes, tópicos o estereotipos. Un
nacimiento nos emociona, nos permite vislumbrar una continuidad, una expresión de,
por fin, esa criatura podrá acceder a un futuro ideal. La muerte es cruel,
sigue siendo un misterio al que nadie le escapa. De acuerdo a la personalidad,
el trance de un deceso nos suele dejar sin palabras, el lenguaje es incompleto.
Guiños como abrazos, llanto, silencios, presencias, intentan sostener la
perdida. Aunque en demasiadas ocasiones, los mortales se llenan de frases
hechas, o de halagos inmerecidos, de obviedades que al menos intenten el
consuelo.