“Hice un curso de lectura rápida y fui capaz de leerme Guerra y paz en veinte minutos. Creo que decía algo de Rusia”.
Woody Allen
El mundo que habitamos desestima cada vez más el espacio para la reflexión y la pausa. De la boca grande salen frases e idearios grandilocuentes que manifiestan la intención de proyectar a un largo plazo pero, confirmadísimo, somos apenas portadores de una visión a muy corto plazo. Se esperan soluciones rápidas, generalmente obtenidas por pulsiones o recursos ventajosos que no anticipan el problema a futuro. Vivimos entonces sometidos al paso del tiempo, no podemos controlarlo ni encontrar el término medio o el equilibrio. Para triunfar en un mundo veloz hay que saber disminuir la velocidad.