“Lo importante es que existiese aquella habitación; saber que estaba allí era casi lo mismo que hallarse en ella. Aquel dormitorio era un mundo completo”.
1984 – George Orwell
Dentro de los fundamentos esenciales de la humanidad se prioriza el cuestionamiento existencial por salir de la “caverna” con la ilusión de acceder a una vida plena. El mito de Platón con la idea de la caverna es una brillante y actualizada filosofía idealista que ha marcado nuestra manera de pensar y de entender el mundo. Una realidad plagada de luces y sombras intenta guiar -tantas veces de forma estéril- a las personas hacia el conocimiento verdadero. La vigencia desmesurada de la era digital difumina esa necesidad de obtener un mensaje limpio que se pueda definir con facilidad y no necesite de una viralidad, fragmentación o segmentación. Como en el mito veíamos a los hombres encadenados a lo más profundo en la cueva donde solo se puede ver una pared; hoy el muro lo grafican las redes sociales o las pantallas de los dispositivos. Estamos ante una caverna mediática.