“No se combate el fascismo porque se
le pueda ganar; se lo combate porque es fascista”
Jean – Paul Sartre
Se suele oficializar su origen el 23 de
marzo de 1919 cuando se funda en Milán el grupo “Fasci italiani di combattimento”.
Han pasado más de cien años y se mantiene como ideología política en muchos
movimientos de extrema derecha. Pero lo más notable es que su terminología sigue
siendo indefinida porque figura como un término político y social más utilizado
para generar una descalificación. Es difícil encontrar un vocablo tan manoseado
en los últimos tiempos, suele ser palabra acreditada para el insulto rápido y
la descalificación moral del otro. Hoy si alguien se enoja porque piensa distinto
-o no piensa, que es lo más habitual -te puede decir fascista a la cara. Es que
a cada rato definimos a alguien como fascista, olvidándonos peligrosamente lo que
en verdad supuso ese movimiento.