“Cada personal normal, en realidad es normal solo en parte”
Sigmund Freud
Si nos tratan la ansiedad o depresión sólo con fármacos, estos suelen ser ineficaces a la hora de dejarlos de tomar. No siempre, pero sin un ejercicio interior o una buena terapia, la sensación en aumento es que no se solucionará el problema por lo que dependeremos de por vida, de una sustancia química que no podemos definir como adicción pero digamos que dependientes, como mínimo. He conocido gente que nunca se ha animado a interrumpir ingesta de pastillas por temor a recaídas y no tener voluntad ante una progresiva pérdida de confianza en sí mismo; de ahí que se resignen a que estas patologías estén ampliamente instaladas en nuestras sociedades, y el consumo de psicofármacos, en constante aumento. Por ejemplo, se estima que alrededor del 15% de la población del País Vasco están varados en la prescripción médica.