“Nunca escribas sobre un lugar hasta que estés lejos de él”.
Ernest Hemingway
En la Gran vía de Madrid, los protagonistas toman un taxi. “¡Oh, Jake!, ¿podríamos haberlo pasado genial juntos”, preguntó Brett. “Sí”, dijo Jake. “¿Verdad que resulta agradable imaginárselo?”, con una pregunta finalizaba la primera novela de Ernest Hemingway, allá por 1926. Similar a “siempre nos quedará París” de “Casablanca”, la literatura directa del escritor americano nos recordó que en el pensamiento de todo ser humano, siempre radicará la duda si no es más bonito suponer que todo lo imaginado pudiera ser posible. “The sun also rises”, novela que en castellano fue simplemente “Fiesta”, obra que dio celebridad a su autor y representó a toda una camada que fue denominada “Generación perdida”.