“No soy lector ni autor de novelas didácticas, y a pesar de lo que digan, Lolita carece de pretensiones moralizantes. Para mí, una obra de ficción solo existe en la medida en que me proporcionó lo que llamaré, lisa y llanamente, placer estético”.
Vladimir Nabokov
Sostenemos una confrontación absurda. La literatura no educa, nos conmueve a través de un arte que resulta de la combinación de las palabras. Leer ficción nos permite enriquecer talentos, no solo alimentar la imaginación o fantasía. La continuidad en la lectura nos permite observar mejor la realidad, nos educa en la percepción de matices, luces y sombras. Pero luego, la incongruencia que pueda darse entre el conocimiento y el propio comportamiento escapa de la ficción, de la literatura y de la propia filosofía. Según James Wood, crítico literario, la literatura es una experiencia de co creación. El autor escribe, el lector imagina situaciones y se adentra en lo enunciado y en lo no enunciado.