“La felicidad no es un ideal de la razón, sino de la imaginación”.
Immanuel Kant – (1724- 1804)
A través de su pluma literaria, la voz de Roald Dahl lo sintetizó: “Si no crees en la magia, nunca la encontrarás”. El budismo, mientras tanto, aspira a que en el momento que se consigue un objetivo deseado, la satisfacción sea breve ya que en verdad importa, la experiencia enriquecedora en el proceso hasta conseguirlo. “El secreto de la felicidad no se encuentra en la búsqueda de más, sino en el desarrollo de la capacidad para disfrutar de menos” según filosofaba Sócrates, nos aleja del concepto que invariablemente sostiene nuestra ilusión, fascinación y esencia de alcanzar en todo nuestro desarrollo el tan liberador objetivo de un final feliz.