“¿Acaso no todo depende de la interpretación que le damos al silencio que hay en torno a nosotros?”
Lawrence Durrell (1912-1990)
Cuando algo en la sociedad está mal, suelen suceder dos cosas: que la gente no se entere de nada o que todos sepan que es lo que pasa pero hacen ver que no. Hay temas que se prefieren evitar, no tan relacionado con la nula intención de una polémica estéril sino como fruto de una cobardía colectiva, es preferible respirar sufrimiento silencioso antes que experimentar una sublevación heroica que te condene ante el ojo social. Enfrentar a la memoria cultural es perder en parte la calma y adentrarte en un campo de batalla liderado por las banderas desplegadas de las ideologías dominantes y controladas por ellos, tantas veces nuestros amigos o vecinos. Serán pocos los que logren desmontar el discurso que sustentan y si se logra, no te puedes relajar. El relato funciona casi como los vinos, cuantos más añejos más nostálgicos y anhelados esos tiempos de ficción inventada o tergiversada.